Cada día un Vietnam

El Gobierno suma, a la debilidad parlamentaria, la investigación a Begoña Gómez y la entropía diaria entre los socios, una explosiva declaración de Aldama en la que trata de implicar en la ‘trama Koldo’ a Torres, Montero y Cerdán y de la que ya fueron avisados en el PSOE que estaba diseñada para emponzoñar el Congreso Federal de Sevilla. Nada es casual

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Las cosas se han ensuciado ya tanto en la conversación pública que da igual que hable un delincuente (presunto), que se aporten o no pruebas de lo que denuncia o que tras una minuciosa declaración ante un juez haya una estrategia de defensa que tiene como objetivo que el declarante salga de la cárcel. Hace tiempo que el respeto a los tiempos procesales dejó de importar, que la verdad es relativa y que las sentencias se dictan antes en el Parlamento y en los medios de comunicación que en los tribunales de justicia. Y esto vale para todos. Políticos de todos los colores y periodistas con distintas sensibilidades.

Lo relevante de no es lo que ha declarado, sino lo que pueda demostrar de todo cuanto ha relatado. En todo caso, para cuando eso ocurra, o no, todos aquellos a los que ha implicado en la trama Koldo se desayunaran durante días titulares a toda página de los periódicos, aperturas de informativos y varias horas de tertulias televisivas con sentencias condenatorias. El daño ya está hecho y el objetivo cumplido: esparcir basura contra un Gobierno con varios frentes ya de por sí abiertos.

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