El Gobierno quiere evitar que el condenado por prevaricar Rafael Louzán presida la Real Federación de Fútbol

El ahora responsable del fútbol gallego aparece como el máximo candidato para asumir el mando; sin embargo, el expresidente de la Diputación de Pontevedra está inhabilitado por siete años para ejercer un cargo público, condición incompatible con dirigir la RFEF

Louzán, el hombre de Feijóo condenado por pagar dos veces un campo de fútbol, se prepara para dirigir la Federación

El Consejo Superior de Deportes (CSD) está preocupado por la posibilidad, muy real, de que el condenado por prevaricación Rafael Louzán, acabe presidiendo la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y está dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano por evitarlo. Louzán, actual responsable del fútbol gallego y vicepresidente de la RFEF, aparece en estos momentos como el precandidato mejor colocado de cara a las elecciones de diciembre. Según fuentes conocedoras del proceso, el también expresidente de la Diputación de Pontevedra por el PP, contaría con más de cien avales de la Asamblea de la RFEF para presentarse a las elecciones. Si finalmente es elegido, el CSD recurrirá ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD), según ha adelantado El País.

Fuentes del Consejo explican a este diario que la trayectoria del CSD respecto a la RFEF “es clara y coherente”. Y Louzán “tiene una sentencia condenatoria”, inciden. El organismo que dirige José Manuel Rodríguez Uribes explica que lleva desde el verano de 2023, cuando saltó el caso Rubiales, intentando poner orden en la RFEF, un proceso lleno de piedras en el camino y que ha transitado la vía del derecho –tanto judicial como deportivo– en varias ocasiones en este periodo.

Las fuentes recuerdan que el CSD ya denunció al anterior presidente, Luis Rubiales, que acabó inhabilitado. El mismo camino siguió su sucesor, Pedro Rocha, esta vez tras la denuncia de un particular –el presidente de la escuela de entrenadores Cenafe, Miguel Galán–, que el CSD también elevó al TAD. Ahora, con Rocha fuera de la carrera el siguiente en la lista parece Louzán, sobre el que también pesa una inhabilitación para cargo público de siete años. El propio Galán también ha anunciado su disposición a impugnar la candidatura de Louzán si se acaba confirmando.

Para ello, el gallego tendrá que esquivar el artículo 19 de los estatutos de la RFEF, sobre los “requisitos para ostentar la condición de miembro de los órganos de la RFEF”, que en su punto 4 dice: “No estar inhabilitado para desempeñar cargos públicos”. Preguntada la federación por este extremo, una portavoz explica que, en su caso, tendrá que ser el TAD –previa denuncia– quien decida sobre si Louzán cumple los requisitos o no, si se confirma que se presenta. Tiene hasta el día 2 de diciembre para hacerlo.

Desde el CSD explican que su intención es “preservar el interés general”, y recuerdan que en la RFEF se han vivido situaciones “bochornosas”, una preocupación que tanto la UEFA, el máximo organismo del fútbol europeo, como la FIFA, su equivalente mundial, “comparten”. En este sentido, continúan las fuentes, el modelo del CSD es el de Vicente del Bosque, a quien el organismo gubernamental puso al frente de una Comisión de Supervisión, Normalización y Representación que tiene como fin “tutelar el funcionamiento de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)”.

Sin temor a la injerencia

En el Consejo Superior de Deportes no parecen preocupados porque la FIFA o la UEFA se puedan tomar una posible denuncia como una injerencia política en asuntos deportivos con la probable (aún por confirmar, el próximo 11 de diciembre) designación de España como la sede principal del Mundial de Fútbol de 2030. Ambos organismos son muy celosos de la mezcla de política y deporte, y suelen amenazar con castigar a los países cuyos Gobiernos se inmiscuyen (según interpretan).

El CSD explica que “la colaboración con ellos” es máxima, que comparten el interés por tener una RFEF “que inicie un periodo de estabilidad” y que “nunca se ha cruzado la línea de la injerencia”. Aún así, admiten que hay una cierta “preocupación” por el Mundial, un escaparate que pondrá a España en el mapa.

En cualquier caso, por el momento todo son intenciones y habrá que esperar a que cristalicen para tomar medidas. Primero se tiene que confirmar que Louzán se presenta, después que es elegido presidente y, en su caso, quién denuncia y por qué. Las elecciones en la RFEF están previstas para el 16 de diciembre, día que se reúne la Asamblea General recién constituida.

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