El ex fiscal Jesús Santos presenta el premio del lobby de ultrarricos Civismo «deshecho en halagos» al ex magistrado de la Audiencia Nacional: «Es el ejemplo de lo que todo juez debe aspirar a ser»
El lobby de ultrarricos que fichó a Lasquetty premia al ex juez García Castellón
El lobby de ultrarricos Civismo eligió el pasado jueves al ex fiscal Jesús Santos, defensor del PP en varios de sus casos de corrupción, para presentar la ceremonia de entrega del Premio Sociedad Civil 2024 a Manuel García-Castellón. El ex juez de la Audiencia Nacional que intentó imputar por terrorismo a Puigdemont en plena tramitación de la ley de amnistía fue presentado por el penalista como “valiente”, “verdadero azote de la corrupción” y “ejemplo de lo que todo juez debe aspirar a ser”.
“La ceremonia fue presentada por Jesús Santos, abogado y fiscal en excedencia, que hizo un recorrido por la trayectoria profesional de su compañero de oficio, para finalizar deshecho en halagos”, recoge Civismo en un comunicado en su web.
El exteniente fiscal de la Audiencia Nacional es conocido por haber defendido al PP en varias de sus causas de corrupción desde que en 2012 fichó como socio del prestigioso bufete Baker & McKenzie, entonces presidido por el expresidente de Endesa y ex aspirante a ministro de Economía del PP, Manuel Pizarro.
Santos, que asesoró a Mariano Rajoy por su presunta implicación en la trama Gürtel y se encargó de la defensa de Rodrigo Rato en el caso Bankia, ha defendido por ejemplo al PP en el caso que sentó en el banquillo a su extesorero Luis Bárcenas por la reforma de la sede de Génova con dinero de su ‘caja B’.
En 2021 el penalista reconoció haber mantenido múltiples contactos con una persona muy cercana a Bárcenas entre 2017 y 2019 por mediación del entonces juez Enrique López, luego responsable de Justicia del PP y consejero de Justicia de Isabel Díaz Ayuso. López acaba de postularse para presidir la Audiencia Nacional.
Santos también se personó en abril de 2016 en la Operación Taula en calidad de abogado del PP tras la imputación de esta formación por un presunto delito de blanqueo de capitales en la etapa de Rita Barberá en Valencia. Una de las piezas sobre este caso, sentenciada el pasado verano, acreditó la caja B “clandestina” del PP de la fallecida ex alcaldesa valenciana.
Gracias en parte a que Bárcenas retiró en 2016 la acusación contra los populares por la destrucción de los discos duros que se dejó en Génova, el abogado y su equipo de Baker & Mckenzie también evitaron a esta formación política convertirse en la primera condenada en España en un proceso penal como persona jurídica.
El ex fiscal fue también el abogado defensor del gerente del partido en Castilla-La Mancha José Ángel Cañas en otra pieza derivada de la caja B de los populares: el presunto pago de 200.000 euros por Sacyr a la campaña autonómica de María Dolores de Cospedal en 2007 a cambio de un contrato de basuras. La causa la acabó archivando la Audiencia Provincial de Toledo tiempo después.
Del Opus
Procedente del Cuerpo jurídico militar y padre de familia numerosa, Santos es miembro supernumerario del Opus Dei, al que están muy vinculados varios patronos de la Fundación Civismo, que tiene sus orígenes en Navarra.
Como contaba en 2021 este perfil en elDiario.es, Jesús Santos fue nombrado número dos de la Audiencia Nacional en época de José María Aznar, cuando la Fiscalía General del Estado la dirigía otro miembro de la Obra, Jesús Cardenal. Con fama de trabajador y riguroso en su periodo en la Fiscalía, en marzo de 2004 Ángel Acebes le premió como juez de enlace en Italia. Allí estuvo hasta 2011. Su plaza la ocuparía luego Manuel García Castellón por designación del gobierno de Rajoy.
Durante la ceremonia de entrega del premio de Civismo del pasado jueves, Jesús Santos defendió las “cualidades profesionales” del galardonado, “pero más aún sus cualidades personales”, recoge la nota del think tank. Santos “elogió la función clave que desempeñó el magistrado en Francia, por lo que fue condecorado con la distintiva Orden Nacional de la Legión de Honor francesa”.
El ex fiscal señaló que “en el actual relativismo moral y la progresiva degeneración del ser humano”, García Catellón “es una persona longeva en el servicio de la justicia, que ha sacrificado su bienestar personal y profesional en favor de la justicia”; que “respetaba la labor de otros abogados e impregnaba en su oficio la defensa del estado de derecho como piedra angular”.
Civismo ha entregado este premio al ex juez, conocido por su cercanía al PP, “por su destacada carrera como titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de Madrid y como miembro de la Audiencia Nacional”.
En la hoja de servicios de García Castellón está haber dejado a Cospedal, ex secretaria general del PP, fuera de la instrucción del denominado caso Kitchen, la presunta utilización ilegal de la Policía para intentar neutralizar a Bárcenas. Tras sus intentos de encausar sin éxito a varios políticos de Podemos, hasta este año se empeñó en acusar de terrorismo a Carles Puigdemont, al que intentó imputar en plena negociación para la investidura de Pedro Sánchez. Un error en los cálculos de los plazos le obligó a cerrar ese caso y el supuesto terrorismo de Puigdemont se quedó sin investigar.
De García Castellón, expuso en la entrega de premios Jesús Santos, que fue un juez “imparcial” y “valiente”, lo que ha merecido numerosas críticas que el abogado del PP tildó de injustas. “Manuel ha sido un verdadero azote a la corrupción. Él es el ejemplo de lo que todo juez debe aspirar a ser”. “El legado de Manuel es el de dejar una España más justa”, concluyó.
Durante el evento, García Castellón alabó la labor de Civismo como “un pilar fundamental en la defensa de la libertad de este país. La libertad se ha convertido en un deber moral inexcusable”. También hizo mención a “los ataques a la independencia del poder judicial, antes provenientes del exterior y ahora internos, y en ocasiones procedentes del propio Estado”, y a los “ataques mediáticos” que “han dejado de provenir de delincuentes y ahora se vierten desde el propio Estado”.
“Manuel García-Castellón finalizó su intervención halagando la labor de la Fundación Civismo en la defensa de la libertad, y con una frase digna de enmarcar: «¡Viva España y viva la libertad!»”, recoge el comunicado.
Como instructor del denominado caso Villarejo, el ya ex juez propuso el pasado verano juzgar al BBVA y a su expresidente, Francisco González, por la contratación del comisario corrupto para espiar a, entre otros, el expresidente de Sacyr Luis del Rivero o al propio Juan Abelló. Curiosamente, uno de los abogados que ha defendido a González en nómina de Baker & McKenzie ha sido Ángel Santos.
Civismo, cuyo presidente ha llegado a comprar a Pedro Sánchez con el nazi Goebbels, ha celebrado muchas de sus últimas reuniones en la sede de Torreal, la holding de uno de sus patronos y donantes, el multimillonario Juan Abelló. La entidad, que cada año celebra lo que califica de “día de la liberación fiscal”, fichó el pasado verano como patrono a otro ex consejero de Ayuso ahora metido de lleno en lobbies varios, Javier Fernández-Lasquetty.
En ediciones anteriores el premio de Civismo ha recaído en la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el nobel peruano Mario Vargas Llosa. El año pasado el elegido fue Jano García, escritor ultraliberal, youtuber, ex jugador de póker profesional y colaborador ocasional de Iker Jiménez.
El premio de Civismo se entregó en el auditorio de la Fundación Renta 4. Este banco de inversión fue fundado por otro donante de Civismo, el financiero y abogado del Estado en excedencia Juan Carlos Ureta. El de la Fundación Renta 4 era uno de los nombres que aparecían entre los donantes de Civismo en 2020, último año en el que detalló en sus cuentas quiénes financian su actividad. Entonces aparecían también los nombres de Torreal, el gigante de la seguridad privada Prosegur, de otra patrona, Helena Revoredo, y Víctor de Urrutia, dueño de las bodegas CVNE, exvicepresidente de Iberdrola y primera fortuna de Álava.
En el listado de donantes de Civismo también aparecían otros multimillonarios menos conocidos como Víctor Ruiz, también patrono de la fundación y que es primer accionista de Azkoyen, fundador de la quebrada ingeniería Eurofinsa y ex accionista de Libertad Digital; el inversor Francisco García Paramés (casero de otro think tank ultra en Madrid, el Instituto Juan de Mariana), o el financiero Claudio Aguirre, primo de Esperanza Aguirre y también patrono de Civismo.