El ‘caso Koldo’ atrapa a Ábalos tras meses de huida

El Tribunal Supremo cita a declarar de forma voluntaria al exministro, asume la competencia de la parte principal de las pesquisas y acuerda un nuevo interrogatorio al exasesor Koldo García y al conseguidor Víctor de Aldama

El Tribunal Supremo asume el ‘caso Koldo’ y ofrece a Ábalos declarar voluntariamente

El ‘caso Koldo’ ya ha mutado definitivamente en el ‘caso Ábalos’. El Tribunal Supremo ha puesto fecha a lo que puede ser la primera declaración del exministro José Luis Ábalos ante la Justicia por el caso de corrupción más grave de la era de Pedro Sánchez. El instructor Leopoldo Puente pretende interrogarle “de forma voluntaria” el próximo 12 de diciembre.

El que fuera titular de Transportes y secretario de Organización del PSOE no está obligado a comparecer dada su condición de aforado, aunque fuentes de su entorno dejan caer que acudirá dado que fue él quien pidió poder declarar. En todo caso, si finalmente no lo hace, el juez pedirá al Congreso que levante su inmunidad a través de suplicatorio para poder citarlo en cuestión de semanas. 

Se acabará entonces una huida hacia delante de meses desde que el pasado febrero el PSOE suspendió al exministro de militancia y lo expulsó del grupo parlamentario tras la presunta implicación de su exasesor Koldo García en la red corrupta que anidó en el Ministerio de Transportes que Ábalos dirigió entre enero de 2020 y julio de 2021.

El día 27 de ese mes, seis días después de la detención de quien fuera su mano derecha, Ábalos habló por primera vez de este asunto en el Congreso e insistió en que no dimitiría. “Si yo renunciara se interpretaría como un signo de culpabilidad, que no asumo”. El exministro se declaró dispuesto a defender su “honorabilidad” y negó haberse enriquecido gracias a los negocios de la trama. 

Fue el primer capítulo de una estrategia de defensa basada en declaraciones grandilocuentes, excusas recurrentes y victimismo. Ábalos no ha escatimado en intervenciones públicas en las que ha defendido con firmeza su inocencia, se ha mostrado decepcionado con su partido por haber sido expulsado y ha denunciado una conspiración contra él. Todo, con el objetivo de negar su implicación ante la avalancha de sospechas cada vez más consistentes sobre su implicación en los hechos que fueron apareciendo conforme iba avanzando la investigación.

“Papel relevante”, según la UCO

En un primer momento, el exministro socialista pudo argumentar que en meses de pesquisas los investigadores no habían sido capaces de reunir indicios evidentes contra él. Pero el pasado octubre un contundente informe de la Unidad Central Operativa (UCO) puso de nuevo todos los focos sobre él. La Guardia Civil le atribuyó un “papel relevante y de responsabilidad” en la trama y constató las “contraprestaciones” que recibió supuestamente de Víctor de Aldama, un empresario ajeno al sector sanitario que ganó 6,6 millones de euros en el peor momento de la pandemia gracias a los contratos de mascarillas adjudicados por entes que dependían de Transportes y otros departamentos. 

La puntilla la puso Aldama el pasado 21 de octubre. Este empresario al que la Guardia Civil identifica como el “nexo corruptor” de la trama, se sentó de manera voluntaria ante uno de los dos jueces que lo investigan y corroboró y amplió con sus afirmaciones algunos de los indicios expuestos por los investigadores en sus informes. Singularmente, lo relativo a las mordidas a Ábalos, que la UCO todavía no había conseguido acreditar. 

Según la versión del comisionista, el exministro habría recibido unos 650.000 euros en metálico. A los 250.000 que le habría entregado en comisión por los más de 53 millones vendidos en mascarillas al Ministerio de Transportes habría que sumar otros 400.000 en muchos otros abonos. Koldo García, pagos en especies aparte, habría recibido otros 200.000. Ábalos negó las acusaciones formuladas contra él y afirmó que estudiará acciones penales contra Aldama dada su “gravedad y falsedad”.

El Supremo amplía las pesquisas

Para entonces, la UCO ya había dejado por escrito en su informe dos indicios incriminatorios de peso contra Ábalos: el disfrute de un chalet en Cádiz a cambio de su intercesión en contratos y el pago por parte de Aldama del alquiler de la vivienda de lujo en Madrid de quien era su pareja. A pesar de ello, durante este tiempo Ábalos se ha prodigado en intervenciones públicas y entrevistas en las que ha declarado su inocencia y ha tratado de mostrarse como víctima de un linchamiento que ha afectado a su “intimidad”. 

Dos semanas después de recibir ese atestado, el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno pidió al Supremo que investigara a Ábalos ante los “indicios fundados y serios” de su “papel principal” en la trama. En su resolución le atribuía tres delitos: organización criminal, por su “papel principal” en el entramado creado por Aldama para conseguir negocios con las administraciones públicas; tráfico de influencias, por su “intervención” en la adjudicación de los contratos de mascarillas a la trama y para que dos empresas públicas contrataran a su pareja; y cohecho, por el chalet de Cádiz que la trama puso a su disposición “como pago de su mediación” en contratos y el pago del alquiler de su pareja. 

Ahora, el juez del Supremo se basa en ese escrito del juez Moreno para actuar contra Ábalos, pero también para ampliar sus pesquisas. Así, asume la competencia para investigar a Aldama y Koldo García, que estarán obligados a prestar declaración en el Supremo los días 16 y 17 de diciembre. El instructor del alto tribunal considera que los hechos por los que están encausados ambos están relacionados de forma “directa e inescindible” con los que pudiera haber protagonizado Ábalos. 

En su auto, recuerda que la citada exposición razonada situaba a Aldama como la persona que habría logrado un “beneficio económico propio” al acceder a la adjudicación de determinados contratos a través de “determinados pagos o de contraprestaciones económicas” y “aprovechando su influencia sobre Koldo García y sobre el propio Ábalos”. Respecto a Koldo García, el instructor recuerda que su compañero de la Audiencia Nacional ya le había señalado como el “enlace” entre Aldama y Ábalos.

Son los elementos que el magistrado Leopoldo Puente toma en cuenta para asumir la parte principal de las pesquisas. Por contra, señala que la Audiencia Nacional deberá continuar con la investigación respecto a todos los demás investigados, entre los que están el empresario Juan Carlos Cueto, la mujer y el hermano de Koldo García o el comandante Rubén Villalba. También se continuarán investigando en el tribunal especial los aspectos que no guarden relación con el aforado y que pudieran atribuirse a Aldama y Koldo García, como los delitos contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales.

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