El Fianna Fáil vuelve a ser el partido hegemónico en votos y escaños y el Sinn Féin se desploma
Elecciones en Irlanda: el centro-derecha eterno, los escándalos del Sinn Féin y los 40 segundos en un súper de pueblo
Los dos grandes partidos de centro-derecha, Fine Gael y Fianna Fáil, han ganado las elecciones en Irlanda y volverán a formar una coalición de Gobierno. El Sinn Féin, el partido nacioanlista más a la izquierda y que ganó en votos en 2020, es el partido que más porcentaje de voto ha perdido y ha quedado en tercera posición.
Con este escenario, se espera que los dos partidos de centro-derecha vuelvan a formar una nueva coalición con el apoyo de algún grupo más pequeño. Hasta ahora gobernaban con los Verdes, que se han hundido, así que las opciones más probables son los laboristas, los socialdemócratas o los dos.
El Fianna Fáil, el partido que más tiempo ha gobernado Irlanda, vuelve a ser el primer partido, con el 22% del voto; el Fine Gael, del actual primer ministro Simon Harris, tiene salrededor del 21% de los votos y el Sinn Féin el 19%, es decir cinco puntos menos que en 2020, según los datos del escrutinio casi completo este lunes.
El Sinn Féin se quedado tocado por varios escándalos internos que han afectado al liderazgo de Mary Lou McDonald en las últimas semanas. En las elecciones de 2020, el Sinn Féin ganó por primera vez en número de votos (aunque no en número de escaños y no tenía mayoría parlamentaria suficiente para gobernar). Además, sus políticas sobre inmigración, familia y economía han sido criticadas por sus contradicciones a izquierda y derecha.
Fine Gael, el líder de la coalición actual, ha perdido terreno de los últimos días de campaña después de varios traspiés del primer ministro Harris.
Fianna Fáil es el partido nacionalista que ha gobernado más tiempo desde la indendepencia de Irlanda y se espera que decida ahora el primer ministro, al menos para los próximos dos años si los dos grandes partidos se dividen el mandato.
Largo escrutinio
Las elecciones se celebraron el viernes, pero el escrutinio se ha alargado hasta este lunes. Esta lentitud se debe en parte al complejo sistema electoral.
Los irlandeses votan en cada distrito con el llamado “voto único transferible”. Esto significa que el votante escoge candidatos en orden de preferencia en distritos donde se eligen entre tres y cinco diputados. Para ganar un escaño, un candidato debe alcanzar un umbral que varía según una fórmula en cada distrito. El escrutinio se hace en varias rondas: primero se cuentan las preferencias principales, y, si un candidato supera el umbral, el resto de sus votos se redistribuye según las otras preferencias indicadas por el votante. En caso de que ningún candidato llegue al umbral, el aspirante con menos votos es eliminado, y sus votos se transfieren a los demás. Este proceso se repite hasta que se asignan todos los escaños con la idea de minimizar el “desperdicio” de votos. Pero con tanta ronda, el resultado final de las elecciones tarda en saberse varios días. Este año, además, había hasta una veintena de candidatos en cada distrito por la multiplicación de los llamados partidos independientes a izquierda y derecha (incluidos los extremos).
La coalición
A falta de semanas de negociaciones, la coalición más probable es la de los grandes partidos del centroderecha con los laboristas y/o los socialdemócratas.
Irlanda ya tiene varios partidos que pueden ser descritos de extrema derecha por su política migratoria y su inspiración -incluso directa con los eslóganes- de Donald Trump, pero ninguno se ha consolidado alrededor de un líder. Según los resultados provisionales, pueden sacar algún diputado entre los llamados independientes, pero sigue sin haber un partido fuerte que los una.
Liz Carolan, periodista especialista en política y tecnología, explica a elDiario.es que algunos de estos candidatos de extrema derecha empezaron sus carreras como “influencers” así que “sus campañas son una extensión de su presencia online existente”, basadas a menudo en vídeos de enfrentamientos con políticos o relacionados con migrantes.
País rico y riesgo de Trump
Irlanda es ahora uno de los países más ricos de Europa, entre otras cosas por la presencia de multinacionales de Estados Unidos y otros lugares que se han instalado allí por el idioma y los impuestos más bajos.
Pero el reto más debatido entre los grandes partidos es cómo gestionar ahora el riesgo de que parte de ese negocio esté en peligro si la nueva Administración Trump impone más trabas al comercio.
En un país de poco más de cinco millones de habitantes, hay casi 1.000 empresas de Estados Unidos que emplean a casi 400.000 personas en Irlanda y dejan al país unos 41.000 millones de euros cada año, según los datos de la Cámara de Comercio. Michele Crepaz, politólogo del la Universidad Queen’s College de Belfast, explica el mensaje ahora de los políticos irlandeses: “Si Trump cierra la puerta al comercio, entonces tenemos un problema y debemos tenerlo en cuenta”.