El president justificó en el parlamento valenciano que, cuando intentó llegar al Cecopi del día 29, encontró «densidad de tráfico» producida por el «mal tiempo» en la carretera, lo cual «alargó el trayecto». Los datos de la DGT y de su propia Conselleria muestran que no hubo ninguna incidencia en esa carretera que lleva desde su despacho a L’Eliana. Ni siquiera llovía
Las mentiras y omisiones de Mazón en su comparecencia sobre la DANA
“No fue fácil el viaje. El mal tiempo, como es normal en estas situaciones, produjo gran densidad de tráfico y alargó el trayecto hasta que llegué a la l’Eliana”. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, mantuvo en su comparecencia oficial en Les Corts Valencianes –el pasado 15 de enero para explicar su gestión de la DANA– que el día de la tragedia tuvo dificultades para llegar al Cecopi, el Centro de Coordinación Operativo Integrado, que se celebraba en una localidad a 19 kilómetros en línea recta desde el Palau de la Generalitat y donde supuestamente estaba Mazón.
El mal tiempo y el estado de las carreteras, según la versión que dio el president en sede parlamentaria, habría retrasado aún más su asistencia a la reunión clave, en la que su consellera cesada Salomé Pradas estuvo desde las cinco de la tarde mientras él comía con una periodista para hablar de temas extemporáneos. Pero ni hacía mal tiempo, ni llovía ni había atascos en la carretera que lleva al Cecopi.
Pradas, según la propia versión de Presidencia de la Generalitat, llamó a Mazón a las 18.45 y le puso en antecedentes sobre la gravedad de la situación. En ese momento, siempre según la versión de este, habría salido desde su despacho hacia l’Eliana, encontrando dificultades para llegar al centro de mando de la emergencia, al que llegó pasadas las 19.30, con las riadas arrasando la provincia, muertos y personas intentando sobrevivir sobre capós y tejados.
Datos oficiales de la Conselleria de Infraestraestructuras de su propio Consell, así como los registros de la Dirección General de Tráfico (DGT), muestran que en la tarde del 29 de octubre, cuando se desbordaron el Barranco del Poyo y el río Magro, en la carretera que debía llevar al president desde su despacho al epicentro de la gestión no había ninguna incidencia y la circulación era totalmente normal, como cualquier día. La CV-35 (conocida como Pista de Ademuz) está al norte del barranco del Poyo, en una zona que no se ha visto afectada por las riadas.
Según el registro oficial de Cegesem, el organismo autonómico de gestión de vías de la Conselleria de Infraestructuras, no hubo esa tarde ningún problema de relevancia en ese punto. Los registros sí recogen una incidencia, pero es a las 22.02 horas, por una inundación en el punto kilométrico 85, a la altura de Titaguas, mucho más allá de donde se estaba celebrando el Cecopi y con Mazón ya en la sala y compareciendo por primera vez ante las cámaras.
El tráfico habitual
Los datos de aforo e incidencias de la DGT confirman lo mismo. El día 29 de octubre por la tarde, la carretera que va desde la ciudad de València al Centro de Coordinación Operativo Integrado no presentó ninguna anomalía, “el tráfico habitual de cualquier día”, confirman fuentes oficiales tras la consulta a los registros técnicos. Lo habitual en esa carretera pueden ser pequeñas retenciones de entre 3 y 5 kilómetros en horas punta. En tiempo, desde el Palau hasta el 112 de L’Eliana se tardan unos 25 minutos por carretera.
Ruta desde el Palau de la Generalitat, donde tiene el despacho Mazón, y el centro de reunión de la DANA, en l’Eliana
Además, como es público y conocido, en la capital ese “mal tiempo” que adujo el president que pudo complicar su llegada tampoco existió, porque ni siquiera llovía ni en la ciudad ni en el cinturón metropolitano, como tampoco en las ciudades de l’Horta Sud que quedaron arrasadas. Salvo algunos chubascos aislados durante la mañana, el día 29 de octubre de 2024 se recordará por las enormes cantidades caídas en las cabeceras del río Magro y el Poyo, mientras la capital y su entorno vivían con normalidad.
Si el president llegó pasadas las 19.30 horas al Cecopi de l’Eliana, según testigos presenciales, quiere decir que, en el caso de que estuviera en el Palau de la Generalitat, salió pasadas las 19 horas, contando con un trayecto en coche particular, que no lleva escolta ni tiene posibilidad de que le abran paso, en cuyo caso aún se podría tardar menos. Qué hizo Carlos Mazón entre las 18 horas, que acabó la comida con la periodista Maribel Vilaplana, y las 19.10 horas, que debió salir de su despacho, sigue siendo un misterio.
Desde Presidencia se han mantenido diversas versiones y horquillas horarias (comida privada, comida de trabajo, comida privada de trabajo), pero la última versión es que desde el restaurante El Ventorro se fue a trabajar a su despacho en el Palau de la Generalitat, en el casco antiguo de la ciudad. Allí supuestamente recibió la llamada de la consellera Pradas, que ha sido cesada y tampoco ha especificado públicamente si le intentó contactar antes y si lo pudo o no localizar.
Días después de la DANA se conoció que el día de las riadas, a las 18.28, el presidente llamó al alcalde de Cullera y le dijo, según la versión del primer edil, Jordi Mayor: “Estoy aquí en una reunión y ha salido tu nombre”. Con quién estaba el presidente de la Generalitat o dónde, sigue siendo otro misterio. Probablemente no fue con su jefe de Gabinete, José Manuel Cuenca, que estaba también sin cobertura en un viaje por asuntos privados en Xàtiva, como justificó luego. Mayor declaró públicamente que, en esta llamada, Mazón ni le habló de la DANA o la presa de Forata, de la que se temía que podía romperse: “No sé en qué estado estaba, pero no era estado de emergencia”. Tampoco se sabe quién sacó a colación el nombre del alcalde ante el president en esa hora de su agenda que ha quedado a oscuras.
elDiario.es ha contactado Presidencia de la Generalitat para obtener una explicación, pero han declinado hacer declaraciones: “No vamos a hacer comentarios a lo que ya hemos explicado”.