Entre llamadas a su dimisión y una pérdida de influencia en la política interior del país, el presidente francés espera que la ceremonia sirva como reivindicación personal. En el acto estuvieron presentes alrededor de 50 jefes de Estado, además de los principales mecenas de la restauración de la catedral parisina
El doble fracaso de Emmanuel Macron: el retorno fallido del ‘viejo mundo’ y el auge de la extrema derecha en Francia
Francia celebró este sábado una gran ceremonia para celebrar la reapertura de la catedral de Notre-Dame de París, cinco años después del incendio que destruyó su emblemática aguja y causó graves daños en todo el monumento. Con el país inmerso en una crisis política y su popularidad en cotas mínimas, Emmanuel Macron ha querido aprovechar el respiro que le ofrece la celebración, retransmitida para todo el mundo y a la que asistieron casi 50 jefes de Estado y de Gobierno, para restaurar su imagen.
Entre los invitados estuvo el Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. No acudió el Papa Francisco, que rechazó las invitaciones del Elíseo, pese a que este mes visitará territorio francés con un desplazamiento a Córcega, una ausencia muy comentada estos días en los medios galos.