En verdad, cada hora, cada día, cada año son fases vitales de nuestra existencia, únicas, que constituyen un lugar intransferible en un todo. La vida no es una fragmentación de partes, sino un conjunto que está presente en cada momento de su curso
La vida que hemos vivido en el año al que vamos a dar carpetazo no es solo lo que hemos hecho; es lo que no hemos hecho, pero hemos deseado, intentado hacer y ser. La vida no se nos da hecha.
En una de las coplas de Jorge Manrique al hablar de este mundo como camino de la vida, el poeta advierte que:
Más cumple tener buen tino, / para andar esta jornada, / sin errar.