La organización renuncia definitivamente a incorporar a los partidos de la coalición a su dirección y plantea un despliegue en todos los territorios salvo en Catalunya, donde cuentan con un acuerdo con los comuns
Movimiento Sumar inicia su despliegue territorial para recomponerse mientras aplaza la asamblea estatal
Movimiento Sumar camina en su reconversión a un partido político tradicional después del intento frustrado de convertirse en una plataforma amplia que agrupase a todas las formaciones de la izquierda transformadora. La formación tiene listo ya el documento organizativo que concreta sobre el papel una realidad que ya funciona en la práctica y que terminará de consolidarse con la nueva asamblea prevista para marzo. En esa cita, también se resolverá la sustitución de Yolanda Díaz como líder del partido: su cargo pasará a estar desempeñado por dos personas.
Apenas habían pasado unos meses desde la asamblea constituyente de Sumar como germen de un frente amplio de la izquierda cuando los documentos aprobados en ese cónclave habían quedado ya en papel mojado. La forma en que el proyecto de Díaz negoció la construcción de la plataforma política con los partidos políticos y los resultados de elecciones que se sucedieron en la primera parte del año llevaron en junio a la dimisión de la vicepresidenta segunda del Gobierno como coordinadora general y obligaron a una reformulación de la hipótesis inicial.
El documento que votará la nueva asamblea reconoce los problemas experimentados por el proyecto en los últimos meses. “Este ciclo electoral ha demostrado que la acumulación de fuerzas y capital político colectivo que garantizó la reedición del gobierno progresista y cuya llave fue Sumar, no se trasladaba en las mismas condiciones al resto de citas electorales”, sostiene el texto.
El resultado del ciclo político tuvo “dos consecuencias”, añade el documento: la dimisión de Yolanda Díaz y la “necesidad de actualizar la hipótesis Sumar para el corto y medio plazo”. “Cambia el escenario político, pero no cambian los elementos que convocaron la construcción de Sumar”, sintetiza.
Esa actualización de la hipótesis se hará en varios planos. Por un lado, recoloca a Movimiento Sumar como un partido más, en pie de igualdad con el resto de fuerzas y no como cabeza o paraguas de la coalición. Y por otro, plantea una respuesta a la decisión de Díaz de dimitir del liderazgo orgánico para centrarse en su tarea de Gobierno y tratar de recuperar la imagen que le granjeó su gestión durante la legislatura pasada.
Para ello, el nuevo partido no elegirá un único nombre para sustituir a la vicepresidenta, sino que creará una dirección colegiada de dos personas, similar a la que acaban de elegir los comuns en su congreso. El partido cambia también su forma de elegir a sus órganos y de votar los nuevos documentos: lo hará por un sistema de delegados y no mediante una consulta a la militancia como hace un año.
No obstante, Movimiento Sumar sí deja claro en sus documentos su predisposición a celebrar primarias en los procesos de confluencias con otras formaciones políticas. “Si bien los acuerdos relacionados con dichos procesos se desarrollarán sin aprioris, buscando procesos de confluencia y unidad, sí creemos importante indicar que Movimiento Sumar promoverá que estos procesos se aborden con sistemas de primarias, con reglas inclusivas y abiertas a la sociedad civil”, dice el texto.
La política de alianzas es precisamente uno de los elementos clave del documento y de lo que quiere ser Movimiento Sumar a partir de ahora. A pesar de que la formación renuncia a ser el paraguas de la izquierda, sigue reivindicándose como una formación con vocación de tejer alianzas tanto entre partidos como entre los movimientos sociales.
“Militar en Movimiento Sumar debe partir siempre de que formamos parte de un ecosistema más amplio, con compañeras y compañeros de otras organizaciones muy diversas. No competimos por las marcas, ni por la visibilidad. Construimos, cooperamos, priorizamos el acuerdo y la propuesta. Queremos ser útiles a los territorios en los que estamos, aportar ideas, fortalecer el Movimiento Sumar fortaleciendo también otros espacios”, dice el documento, cuya redacción ha liderado la secretaria de Organización, Lara Hernández.
Es por eso que el documento establece la doble militancia, con la que ya ejercen cargos importantes de Movimiento Sumar como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que también es dirigente de los comuns.
Despliegue en todos los territorios salvo en Catalunya
La cuestión territorial ha provocado intensos debates en la formación desde su fundación. En gran parte debido a que muchos de los partidos que están en la coalición son de arraigo territorial, como Más Madrid, los comuns en Catalunya o Compromís en la Comunitat Valenciana. Antes de la asamblea constituyente del pasado marzo, Sumar chocó con el partido de Mónica García, que veía con recelo las intenciones del partido estatal de crear una estructura en la Comunidad de Madrid.
Tras un largo debate estos últimos meses, el documento deja claro que Movimiento Sumar creará una estructura territorial con asambleas constituyentes en todas las comunidades autónomas y también lo hará, si es necesario, en clave local. Con la única salvedad de Catalunya, donde el partido cuenta con un acuerdo con los comuns. “Es el espacio para la participación política de las personas inscritas en Movimiento Sumar”, establece el texto.
En el resto, el partido se desplegará aunque con un reconocimiento expreso en su documento a la “la experiencia, la fuerte implantación territorial y el capital político acumulado” por fuerzas a las que califica de “hermanas” en territorios como “Madrid, Asturies, País Valencià o Baleares”. “Las estructuras y órganos de Movimiento Sumar actuarán en permanente y estrecha coordinación y colaboración con estas fuerzas en toda su acción política, reconociendo su posición en el espacio progresista del territorio. Estos reconocimientos y los de otros territorios y fuerzas estarán sujetos a los debates autonómicos fundacionales”, expone. También hace una mención a las “experiencias municipalistas consolidadas y arraigadas”. En Madrid, por ejemplo, el proceso autonómico comenzará inmediatamente después de la asamblea estatal.
En Galicia y en Euskadi, Movimiento Sumar ya tiene estructura creada. Ambos territorios celebraron respectivas asambleas el pasado noviembre, aunque en estos dos casos se trata de partidos con personalidad jurídica propia, federados a la entidad estatal.
Tras la publicación de los documentos por parte de la dirección de Movimiento Sumar esta semana, el partido abrió un calendario que durará hasta finales de enero para que los miembros de la formación (militantes al día del pago de su cuota) puedan proponer documentos alternativos, enmiendas a los oficiales y proponer candidaturas a la coordinación general tanto estatal como autonómica.
Con ello, Movimiento Sumar inicia el proceso de una asamblea con la que no solo busca reorientar las hipótesis que fracasaron a mediados de este año, también recuperar la iniciativa política después de un año muy duro al que se sumó este octubre el caso de Íñigo Errejón, que dimitió del partido entre acusaciones de acoso sexual.