Alternativa para Alemania obtendrá los mejores resultados de su historia en unas elecciones nacionales que serán el primer gran test del año a la extrema derecha
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Alemania será el primer test del año que mida la fuerza de una extrema derecha internacional envalentonada por el magnate Elon Musk y sus seguidores. El partido radical Alternativa para Alemania obtendrá los mejores resultados en unas elecciones nacionales desde su nacimiento en 2013 y está segundo en las encuestas, solo por detrás de los conservadores de la CDU.
Lo que ocurra en el país el próximo 23 de febrero marcará el destino de Europa. El año arranca también con la toma de posesión de Donald Trump, programada para el 17 de enero, otro éxito para la ultraderecha mundial.
Un paseo por las tendencias de la red social X en Alemania supone transitar por un país al borde del colapso y la destrucción: predominan los vídeos de inmigrantes y refugiados en actitud violenta, imágenes sobre agresiones en la calle, ciudades inundadas por refugiados, ilustraciones producidas con inteligencia artificial que difaman a las minorías y presentan cómo será el paraíso en la tierra cuando la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) gobierne el país, todo ello regado por una buena dosis de nacionalismo étnico.
La red social propiedad de Elon Musk no esconde el sesgo sobre Alemania, un país en el que el magnate tiene intereses económicos –la primera fábrica de coches Tesla está en el estado de Brandeburgo, cerca de Berlín–. Pero el interés de Musk por la mayor economía de Europa va más allá de sus inversiones. El asesor de Donald Trump hace meses que apoya abiertamente a AfD y carga contra el resto de partidos y figuras políticas del país.
En su perfil de X, Musk ha insultado repetidamente tanto al canciller federal alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, como al presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, las dos principales autoridades políticas del país. Tras el ataque en un mercado de navidad en Magdeburgo el pasado 20 de diciembre, escribió: “Scholz debería dimitir. Es un idiota incompetente”. El 31 de diciembre, Steinmeier se convirtió en el objetivo de sus ataques: “Es un tirano antidemocrático”. En ambos casos, sus comentarios eran respuestas a posts de influencers alineados con las narrativas trumpistas y ultraderechistas.
Oposición leal de Merz
La reacción a los ataques de Musk no se ha hecho esperar. En su discurso de Año Nuevo, Scholz respondió sin mencionar al multimillonario: “No son los dueños de las redes sociales los que deciden”, dijo el canciller. Tras anunciar la disolución del Parlamento y confirmar la convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo 23 de febrero, el presidente federal también reaccionó. Steinmeier hizo un llamamiento al uso de “medios justos y transparentes” y alertó sobre las “influencias extranjeras, especialmente fuertes en X”.
El líder de la oposición y principal candidato a suceder a Scholz, el conservador Friedrich Merz, se ha sumado a las críticas de Scholz y Steinmeier, evitando así hacer competencia desleal a los socialdemócratas. Merz considera “prepotente” la llamada pública de Musk a favor de AfD y asegura no recordar “un caso comparable de intromisión en una campaña electoral de un país aliado en la historia de la democracia occidental”.
Musk entiende el momento de debilidad que atraviesa Alemania y sus instituciones, con una recesión económica causada por un modelo económico anticuado y por una falta de inversión pública en cuestiones claves como las infraestructuras o la red de Internet de alta velocidad. A pesar de que las autoridades alemanas, tanto federales como regionales, cortejaron en el pasado a Musk para que invirtiese en Alemania, hoy el magnate trumpista se vuelve contra esas mismas autoridades. Las elecciones anticipadas del próximo 23 de febrero se han convertido así en un pulso con la ultraderecha global, en cuyas narrativas destaca cada vez más la figura de Musk.
“Alemania debería atreverse a más Milei o Musk”. Esto dijo Christian Lindner, presidente del partido liberal alemán FDP, tras ser expulsado del gobierno tripartito alemán por el canciller Scholz. La ruptura del Gobierno de ‘coalición semáforo’ daba así paso a la ruptura de otro tabú en Alemania: la apuesta pública por el “anarcocapitalismo” del presidente argentino o por el dogmatismo de mercado de corte autoritario representado por el hombre más rico del planeta.
Lindner abre la puerta a un modelo que socava todos los consensos de la economía social de mercado sobre la cual se ha desarrollado el sistema político de la República Federal alemana tras el trauma del nazismo y la Segunda Guerra Mundial. El exministro de finanzas y líder liberal parece intentar a la desesperada que su partido quede fuera del Parlamento federal, como vaticinan la mayoría de encuestas.
Pero la declaración de Lindner no fue el último gesto para normalizar en Alemania las posiciones de la ultraderecha global representadas por Musk. El diario Die Welt, propiedad del grupo Springer – que también edita el tabloide Bild Zeitung, de posiciones nacionalistas y conservadoras – publicó recientemente una tribuna de Elon Musk. En ella, el magnate hace una defensa cerrada de AfD, partido que presenta como “la última chispa de esperanza” para Alemania.
Musk presenta a Alternativa para Alemania como un partido a favor de la reducción de burocracia y del gasto público, que apuesta por una política migratoria más restrictiva y como la única opción política que quiere conservar la cultura y “la identidad alemana”. El breve texto no hace referencia a las tendencias cercanas al neonazismo, representadas por el líder de AfD en Turingia, Björn Höcke, ni a la vigilancia del partido por parte de los servicios de inteligencia ni a que el programa de AfD apueste por un referéndum sobre la salida de Alemania de la Unión Europea.
El jefe de opinión de Die Welt argumenta la publicación de la tribuna de Musk como una forma de abrir el debate sobre posiciones de AfD que la línea editorial del diario rechaza oficialmente. De hecho, el propio jefe de opinión se encarga de rebatir algunas de las posiciones de Musk, porque “un genio también puede equivocarse”, escribe el periodista.
Pese a todas las objeciones que pueda hacer la cabecera del grupo Springer, el objetivo de Musk ya está cumplido: introducir sus posiciones aún más en el centro del debate público alemán. La próxima gran acción que planea el dueño de X es una entrevista retransmitida en directo el 10 de enero desde Nueva York con la copresidenta y candidata a canciller de AfD, Alice Weidel, la única figura pública alemana a la que Musk sigue en la cuenta de su red social.