El jefe de Estado austriaco ha constatado este domingo que «se han debilitado las voces en el seno de la ÖVP que descartaban una cooperación con Kickl» tras la dimisión del canciller Nehammer como presidente de la formación conservadora, lo que da alas a un gobierno liderado por los ultranacionalistas
Dimite el canciller austriaco tras fracasar las negociaciones para un gobierno alternativo a la extrema derecha
El líder del partido ultranacionalista FPÖ, Herbert Kickl, será recibido este próximo lunes 6 de enero por el presidente de Austria, el progresista Alexander van der Bellen, después de que el canciller federal saliente, el conservador Karl Nehammer, fracasara en su intento de formar un nuevo Gobierno sin la extrema derecha.
Así lo anunció este domingo Van der Bellen en una breve comparecencia televisada desde el Palacio Hofburg, sede de la presidencia, después de que Nehammer le devolviese el encargo de formar un Gobierno sin el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) de Herbert Kickl tras las elecciones del pasado 29 de septiembre.
Aunque el presidente no reveló si tiene previsto encargar a Kickl la formación de Gobierno, la formación democristiana Partido Popular (ÖVP) manifestó su esperanza de que sí lo haga, así como su diposición a negociar con los ultras un posible acuerdo de coalición.
El FPÖ, formación considerada euroescéptica y prorrusa, ganó las legislativas con casi el 28,8% de los votos, seguido por el conservador Partido Popular (ÖVP) con el 26,3%, el socialdemócrata SPÖ con el 21,1%, el liberal Neos con el 9% y Los Verdes con el 8%.
En octubre el presidente había encargado directamente a Nehammer, como líder del democristiano ÖVP, negociar un acuerdo de coalición sin la participación de la formación de Kickl, dado que las demás fuerzas rechazaban cooperar con él. Sin embargo, las conversaciones para formar por primera vez una coalición tripartita entre conservadores, socialdemócratas y neoliberales fracasaron este fin de semana.
Van der Bellen recordó que Nehammer, quien en todo momento ha rechazado de forma rotunda un entendimiento político con el líder ultraderechista, anunció a última hora del sábado el fin definitivo de esas negociaciones, así como su dimisión en los próximos días al cargo de jefe de Gobierno y también a la presidencia del ÖVP. Su salida de la dirección del partido se consideraba imprescindible para un hipotético acercamiento con el FPÖ.
El jefe del Estado agradeció al canciller federal su gestión al frente del Gobierno de conservadores y verdes en los últimos tres años, marcados por crisis difíciles, y dijo que permanecerá en funciones hasta el nombramiento de un sucesor, previsiblemente la próxima semana.
Al mismo tiempo, destacó hoy haber constatado que “se han debilitado las voces en el seno de la ÖVP que descartaban una cooperación con Kickl” tras la retirada de Nehammer como presidente de la formación.
Mientras, en una reunión extraordinaria y urgente, la cúpula del partido conservador nombró hoy a su hasta ahora secretario general, Christian Stocker, jefe interino del partido en sustitución de Nehammer.
Stocker dijo esperar que “el líder de la formación más votada (Herbert Kickl) reciba el encargo de formar un nuevo gobierno” por parte del presidente y manifestó la disposición de su partido para entrar en las negociaciones con los ultras. “Para ello he recibido hoy el mandato” de la cúpula del ÖVP, afirmó Stocker en rueda de prensa.