En plena crisis habitacional, el mayor sorteo de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo en tres años dejó 73 de 400 pisos sin atribuir. Los errores burocráticos, la falta de servicios y transporte en los nuevos desarrollos urbanos o la limitación de suplencias a dos por vivienda son algunas de las causas
Una sola persona posee 160 viviendas en Madrid y el 5% de los pisos de la capital son propiedad de grandes tenedores
73 de las 400 viviendas ofertadas en el último sorteo de Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS) quedaron sin adjudicar. Esto, es un 18,25% del total de pisos de alquiler asequible. En plena crisis de la vivienda en la ciudad y en todo el país, con el precio del alquiler en continuo aumento, esta cifra llama poderosamente la atención. Los motivos que la explican son variados, según cuentan algunos de sus beneficiarios y desde la propia EMVS.
Es el caso de Jesús y Alba, agraciados en ese último sorteo celebrado en octubre con una vivienda por la que pagarán en torno a 650 euros (la cifra final se ajusta en función de las nóminas de los inquilinos), además de gastos de consumo, tasa de basuras y comunidad (esta última la principal diferencia respecto a un alquiler tradicional). EMVS asume por su parte el pago del IBI.
El piso se incluyó en la rifa después de que no encontrara adjudicatarios en un sorteo previo. Alba y Jesús se inscribieron en los repartos de EMVS en septiembre de 2023, concretamente en el distrito de Vicálvaro (al apuntarse hay que especificar el distrito o los distritos en los que se quiere optar). “Era una opción un poco más económica y un poco más manejable. Tenemos intención de comprar un piso en un futuro. Aumentar la capacidad de ahorro nos facilita eso”, dice Alba. “El mercado es muy caro y aquí es más sencillo porque no se especula tanto con la vivienda”, añade su pareja.
El 25 de octubre les tocó una de esas 400 viviendas que EMVS repartió en el mayor sorteo de alquiler asequible celebrado en Madrid en tres años. Parte de su promoción, El Cañaveral 2, llegó a este sorteo después de que en el anterior declinasen aceptarla tanto el beneficiario directo como los dos suplentes. En esos casos, pese a que haya miles de personas que se quedaron sin ninguna vivienda, la lista deja de correr y las viviendas se trasladan al siguiente sorteo (para el cual pueden transcurrir varios meses).
“No le vemos mucho sentido. En este último sorteo han salido 400 viviendas para más de 40.000 personas [44.557 familias]. Es muy mala suerte que para un piso tanto el titular como los suplentes digan que no, pero puede pasar. Sería mucho más lógico hacer suplentes por promoción y no por casas, una lista mucho más larga porque así vas a acabar asignando todas las casas. Parece una forma fácil de quitárselo de en medio sin de verdad ofrecer una solución. Se podría ser de manera más eficiente”, opina Jesús.
Alba relata que ellos no han planteado rechazar su piso por la situación del mercado inmobiliario, aunque admite que “las pocas dudas han venido porque El Cañaveral está muy mal conectado”. Dice saber de gente agraciada en otros distritos que han acabado prescindiendo de su adjudicación “por el tema del transporte”. Para Alba, aunque en el caso de El Cañaveral hay algunos autobuses que conectan con Vicálvaro o el barrio de Las Rosas, “que no haya Metro retrasa muchísimo el desarrollo de la zona. Las viviendas de El Cañaveral o Los Berrocales se rechazarían menos con mejores servicios y transportes”.
EMVS alude a razones burocráticas, pero lamenta también falta de interés
Desde EMVS reconocen a este periódico que la problemática es anterior a este sorteo y tratan de justificar los motivos de que suceda: “Entre las personas demandantes de viviendas, hay un porcentaje bastante elevado que renuncian, incumplen los requisitos o no atienden al requerimiento de documentación necesaria. Entre esos casos, la gran mayoría de las personas que desisten es porque no actualizan la solicitud de acuerdo a sus condiciones de renta, no cumplen padrón o tienen las unidades familiares erróneas (ha nacido un nuevo miembro y no lo han comunicado, así que necesitan una vivienda de más habitaciones de las que les ha tocado)”.
“Otro porcentaje elevado de desistimiento expreso es porque no le gusta la zona o consideran que les perjudica cambiar de distrito por motivos familiares, por los colegios o los médicos familiares”, continúan estas fuentes. “Hay también bastantes casos que ni siquiera atienden el requerimiento y deciden no venir, no muestran interés alguno. De hecho hay personas que desisten porque no sabían que había que pagar una renta o que les parece elevada (aunque que tener en cuenta que nadie paga más del 30% de los ingresos en estos alquileres)”.
Preguntados sobre el sistema que limita a dos el número de suplencias por vivienda, en EMVS argumentan que deben proceder de esa manera “por reglamento” (aunque la mayoría absoluta del Partido Popular en Cibeles permitiría al Ejecutivo de Almeida modificarla si así lo desea). La normativa que regula estos sorteos municipales establece en su artículo 15, relativo al proceso de selección, que “el número de personas seleccionadas por cada grupo y subgrupo de demanda y tipología será igual al triple de viviendas ofertadas, resultando, por tanto, un seleccionado y dos reservas por cada grupo”.
El caso de otros sorteos municipales
Más allá de esta última adjudicación, otros casos recientes revelan dudas entre los solicitantes sobre la eficiencia del proceso. Amanda es una de ellas. Hace unos meses, en octubre, se inscribió por primera vez en uno de los sorteos de vivienda pública en Valdebebas, al norte de la ciudad. No pudo hacerlo antes porque uno de los requisitos era tener un contrato de trabajo, y hasta ese mes no logró que su empresa la hiciera fija. Su oficina está en Madrid, pero vive en Alcalá de Henares, por lo que buena parte de su día la dedica a idas y venidas.
A diferencia de la última convocatoria del Ayuntamiento de Madrid, la de las 400 viviendas, cuenta que ella tuvo que pagar unos 600 euros por entrar en la lista de solicitantes. Como no quería perder oportunidades (el Plan Vive levantó 166 nuevas viviendas asequibles en Valdebebas para miles de aspirantes–), probó paralelamente en otras zonas de la región, aunque más alejadas de la capital. Fue a principios de diciembre cuando recibió una llamada, pero no para vivir en Madrid. “Me ofrecieron un estudio de 50 metros cuadrados en Alcalá de Henares [a 35 kilómetros de su oficina] y fui a verlo”, reseña.
La casa le gustó y su precio, 530 euros, le pareció coherente teniendo en cuenta la cifra que alcanzan la mayoría de alquileres. “Pero tenía trampa”, advierte esta joven de 25 años, que nació y creció en la Comunidad de Madrid. “No era solo ese dinero: cada vez te iban diciendo un nuevo gasto con el que no contabas. Por ejemplo, que cada mes habría que pagar unos 100 euros de comunidad además de IBI, que normalmente no paga el inquilino si vive de alquiler”. Además, cuenta que los beneficiados estaban obligados a contratar los servicios de Iberdrola para la luz y el gas, cosa que tampoco le gustó teniendo en cuenta que “es de las compañías más caras y no había opción de cambiarla”. Según sus cálculos, este otro gasto sumaba 250 euros al precio inicial y el pago de la comunidad.
“Eché cuentas y vi que al mes tendría que pagar casi lo mismo que en un piso pequeño en Madrid ciudad, pero a mucha distancia. Así que renuncié y ahora no puedo inscribirme a más ofertas de vivienda pública, tampoco al último sorteo de las 400 viviendas”, revela. Finalmente, se ha quedado viviendo con su madre hasta encontrar una opción que le merezca la pena.
El Ayuntamiento de Madrid ha invertido unos 860 millones de euros en los últimos cinco años para la construcción de más de 4.300 viviendas asequibles, distribuidas en 54 promociones. En este tiempo, el Gobierno municipal ya ha finalizado 28 promociones con más de 2.160 pisos que han permitido aumentar hasta las 8.770 las viviendas de alquiler asequible queEMVS posee en patrimonio.
En estos momentos, también tiene en marcha otras 26 promociones, en distintas fases de construcción y licitación, con más de 2.260 pisos. Actualmente EMVS Madrid es la primera promotora pública de España. El siguiente sorteo con el que materializar el resultado de sus desarrollos en los próximos meses, en una fecha todavía por concretar, y será el momento de comprobar si ha mejorado la eficacia en la adjudicación de las viviendas.