Esa Constitución de la que usted me habla

El PP olvida o ignora que la Carta Magna mandata a los poderes públicos a evitar la especulación en materia de suelo para garantizar el derecho a la vivienda y también que la UE instó ya en 2021 a los estados miembros a legislar al respecto después de que los precios crecieran de media un 48% en la última década

Ventajas fiscales para el alquiler asequible, límites a los extranjeros no residentes y un sistema público de garantías: las nuevas medidas de vivienda del Gobierno

Más casas, mejor regulación y mayores ayudas. El Gobierno de Pedro Sánchez se ha propuesto hacer de la vivienda el eje de su acción política en este comienzo de año. Y también el PP. Al menos de palabra, ambos han entendido al fin que lo que toca es ocuparse de los problemas de la gente y no tanto de los suyos propios o de los que desgastan al contrario.  

La derecha promete rebajas fiscales -da igual cuando leas esto y da igual el asunto que se trate- y liberalizar el suelo-, una medicina antes ya aplicada por sus gobiernos que si para algo resultó beneficiosa no fue para que aumentara la oferta, se redujeran los precios o se construyeron más viviendas, sino para que subieran desorbitadamente los precios.

La izquierda lo que propone es intervenir el mercado “desbocado” y  rebajar  hasta el 100% la fiscalidad, pero no para quienes compren, como plantea el PP, sino para las personas que decidan sacar al mercado a precios asequibles una de las cuatro millones de viviendas vacías que se calcula que hay en España. Lo que pretende es contrarrestar así la negativa de la mayoría de las Comunidades del PP, que se oponen a aplicar topes al alquiler con precios de referencia en zonas tensionadas, como establece la ley. La fórmula: la exención total del IRPF para propietarios que alquilen su vivienda según el Índice de Precios de Referencia que ha fijado el Ejecutivo, sin necesidad de que estas se encuentren en zonas declaradas tensionadas por los gobiernos autonómicos. También anuncia un nuevo programa de rehabilitación de viviendas destinadas al alquiler asequible, además de la construcción de miles de casas a través de la empresa pública que anunció hace un mes y medio y a la que el Gobierno ha transferido ya más de 3.300 viviendas y casi 2 millones de metros cuadrados de suelo residencial. 

Lo que la izquierda entiende por intervenir el mercado es para la derecha  “manosearlo”, “reducir la oferta” y “provocar subidas de precios”, Borja Sémper dixit. El PP, que con tanto ardor defiende la Constitución en unos casos, olvida o ignora que la Carta Magna mandata a los poderes públicos a promover las condiciones necesarias y a aprobar las normas pertinentes para hacer efectivo el derecho a la vivienda e impedir la especulación. Esa Constitución de la que usted me habla se invoca según y cómo convenga. El artículo 47 no parece de los más preciados de la derecha española.

Con todo, bien está que por una vez los de Feijóo y los de Sánchez convengan en que toca hablar más de vivienda porque es el principal problema de los españoles y no el de la corrupción, por más que se empeñe el PP en sostener lo contrario cada día, cada tarde y cada noche.

Que España esté a la cola de Europa en vivienda social, con un porcentaje que no llega al 3% del parque total frente al 30% de Países Bajos, el 24% de Austria o el 20% de Dinamarca debería haber sido motivo de reprobación de todos los gobiernos democráticos porque todos, por acción u omisión, han sido responsables. Y lo mismo se puede decir sobre el auge de los precios, pues hace ya tiempo, en 2021, que la UE mandató a los estados miembros a tomar cartas en el asunto y legislar al respecto. “Reconozcan ustedes la vivienda adecuada como un derecho humano fundamental y háganlo cumplir mediante la legislación”, vino a decir el Parlamento europeo a los 27 en una resolución aprobada hace ya más de tres años.

Porque España -mal de muchos….- no es una excepción porque según datos de Eurostat, en menos de una década, entre 2015 y 2023, los precios de la vivienda en la UE aumentaron de media un 48%. El mayor aumento se registró en Hungría, donde subieron un 173%, y el menor en Finlandia, con solo un 5%. Y las principales razones detrás de la subida son el aumento de los costes de construcción y las tasas hipotecarias, el descenso en la construcción, que limitó la oferta, y el aumento en la compra de propiedades como inversión para generar ingresos adicionales. Más claro: la especulación. En la compra y en los alquileres, que también crecieron un 18% en toda la UE sobre todo por el auge de los contratos de corta estancia o pisos turísticos.

Pues eso: pónganse de una vez a cumplir con su obligación.

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