Su abogado defensor, Fernando Pamos, niega que el arrepentimiento sea un subterfugio para acceder a permisos penitenciarios, porque «nadie les exigió que pidieran perdón»
Diez años del asesinato de Isabel Carrasco entre incógnitas, ‘true crime’ y presunta corrupción
Montserrat González fue condenada a 22 años de cárcel como autora confesa del asesinato a tiros de la presidenta de la Diputación Provincial y del PP de León, perpetrado en 2014. Ante el tribunal del jurado reconoció, el 20 de enero de 2016, que no estaba arrepentida: “Lo volvería a hacer; si dijera lo contrario, mentiría”. Su hija, Triana Martínez, recibió una pena de 20 años de prisión como cooperadora necesaria en la comisión del asesinato. Ahora, cuando están a punto de cumplirse once años del crimen, las dos alegan que están “arrepentidas”.
Su anterior letrada, Anabel Prieto Torices, ha renunciado a seguir representando a madre e hija. La abogada ha confirmado a elDiario.es Asturias que decidió abandonar su representación legal a raíz de que conociera que habían contactado con otro abogado sin comunicárselo a ella.
“Decidí renunciar a continuar con su representación legal cuando me enteré de que estaban llamando a otro abogado a mis espaldas. La relación profesional entre un abogado y su cliente se basa en la confianza. En este caso concreto, tras haber trabajado durante mucho tiempo con ellas, ha habido una falta de confianza absoluta hacia mí y así no podía seguir”, ha explicado.
Imagen del juicio contra las tres acusadas. En primer término Raquel Gago, detrás Triana Martínez y Montserrat González.
El relevo en la defensa
A lo largo de estos diez años y ocho meses transcurridos desde el asesinato, nunca habían mostrado el más mínimo signo de arrepentimiento, ni a través de mensajes dirigidos al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, ni a la familia de Isabel Carrasco.
Por eso ha sorprendido en medios judiciales este cambio de comportamiento en las dos reclusas, que ha coincidido en el tiempo con el relevo en la representación legal.
Su nuevo abogado es el penalista Fernando Pamos, que está personado en la causa desde hace tres meses. Tiene despacho en Madrid y lleva 30 años en ejercicio.
Los casos mediáticos
Fernando Pamos ha llevado casos muy mediáticos. Entre otros, ha ejercitado la defensa de Antonio Puerta en el caso de la agresión al profesor Jesús Neira, así como de la que fuera miembro de la banda terrorista ETA, ya acogida a la Vía Nanclares cuando asumió la defensa, Idoia López Riaño. También ha llevado la representación procesal de algunos de los implicados en el ‘Tamayazo’, el célebre caso de transfuguismo del PSOE en la Comunidad de Madrid.
Entre su bagaje profesional cita la defensa del caso de las “Escuchas del CESID” que costó el puesto en los años 90 del siglo pasado al vicepresidente del Gobierno Narcís Serra y al ministro de Defensa Julián García Vargas; la defensa, como letrado director, de los denominados sumarios de Argentina y Chile de la Audiencia Nacional, en la persona de los exmilitares argentinos Adolfo Francisco Scilingo, Ricardo Miguel Cavallo y del que expresidente chileno Augusto Pinochet, así como la colaboración en la defensa de otros exmilitares detenidos en España, y fuera de España, en sede de la petición de extradición de la República Argentina y chilena por crímenes de genocidio y “Delitos contra la Humanidad”.
Ellas han querido y han pedido perdón. Lo han hecho de motu propio, sin ninguna estrategia. No es un requisito que nadie se lo haya exigido. De hecho, Triana tiene muchos permisos aprobados por la Junta de Tratamiento
Fernando Pamos no entiende por qué ha causado tanta sorpresa que madre e hija hayan decidido mostrar su arrepentimiento y exponer sus argumentaciones ante el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria.
A la pregunta realizada por este periódico sobre si el posible acceso a beneficios penitenciarios está detrás del cambio de actitud de la madre, quien llegó a admitir en el juicio que “no se arrepentía y volvería a cometerlo”, el letrado ha respondido con otra pregunta: “¿Cuántos años han pasado ya?”, y ante la respuesta de “más de diez años”, él ha contestado: “Pues la pregunta se contesta sola”.
“En estos años han podido reflexionar”
Un tiempo que, a juicio del letrado, es más que suficiente para que ambas hayan podido reflexionar y pedir perdón, sin que se les haya exigido desde estamento alguno.
“El ser humano se diferencia de los animales en que estos no tienen capacidad de pensar y ellas han reflexionado sobre lo que es su vida”, ha dicho.
Triana Martínez ya ha disfrutado de salidas programadas por el centro penitenciario de Asturias.
El abogado incide en que ese arrepentimiento ha sido espontáneo de madre e hija, sin que hayan influido terceras personas y sin que mediara una recomendación suya: “Ellas son dos personas mayores en edad y en gobierno”.
“Han querido y han pedido perdón. Lo han hecho motu proprio, sin ninguna estrategia. No es un requisito que nadie se lo haya exigido. De hecho, Triana tiene muchos permisos aprobados por la Junta de Tratamiento”, ha afirmado.
Los informes de la Junta de Tratamiento
La madre tiene informes a favor de los permisos por parte de dos o tres personas que forman parte de la Junta de Tratamiento, el problema es que no hay mayoría a favor de su disfrute, mientras que la hija ya ha tenido varias salidas programadas en la cárcel de Asturias.
No obstante, Fernando Pamos puntualiza un aspecto que cree que no se está teniendo en cuenta y es la naturaleza de estos permisos.
“Parece que aquí los permisos son como la puerta a la libertad y, sin embargo, se trata de permisos de dos o tres días para estar con la familia y luego vuelves a prisión. Además, te tienes que presentar todos los días en la comisaría. No es la libertad. Es algo que ya se contempla”, añade.
Madre e hija están ingresadas en la cárcel de Asturias.
Su paso por varias cárceles españolas
El primer destino de madre e hija fue la cárcel de Villahierro en Mansilla de las Mulas (León), de ahí pasaron al centro penitenciario de Valladolid, también conocido como Villanubla, y finalmente fueron trasladadas a la cárcel de Asturias, donde cumplen la condena y comparten celda.
Fuentes penitenciarias aseguran que sus traslados de cárceles se han debido a su mal comportamiento que se tradujo en la apertura de varios expedientes penitenciarios que derivaron en sanciones.
Su comportamiento en la prisión de Asturias
Sin embargo, en Asturias, el equipo de tratamiento, integrado por un trabajador social, un psicólogo, un jurista y un educador, resaltó el buen comportamiento, la integración y participación de Triana en variadas actividades intramuros.
En un informe del equipo multidisciplinar que integra la Junta de Tratamiento, al que ha tenido acceso este periódico, se ha posicionado, por unanimidad, a favor de conceder permisos ordinarios a Triana como una forma de incorporarse a la sociedad de forma paulatina.
Una apreciación que comparte el abogado Fernando Pamos, quien ha señalado que tanto Montserrat González como Triana Martínez mantienen actualmente un comportamiento “excelente” en la prisión asturiana.
El asesinato
El próximo 12 de mayo se cumplirán once años del asesinato. En 2014, en plena campaña electoral de las elecciones europeas, Isabel Carrasco se dirigía desde su casa situada en el paseo de la Condesa hasta la sede provincial del PP, en el paseo de Salamanca, en León, donde iba a reunirse con compañeros de partido para acudir a un mitin en Valladolid donde iba a participar el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
En el momento en que la política cruzaba la pasarela sobre el río Bernesga, Montserrat González se acercó a ella, empuñó el arma que llevaba y disparó a corta distancia y por la espalda a su víctima.
El crimen se perpetró en el puente. En la imagen, la Policía minutos después de que se consumara el asesinato.
Montserrat González primero efectuó dos disparos y, cuando Isabel Carrasco cayó desplomada en el suelo, la remató con un tiro en la nuca. La presidenta de la Diputación de León falleció en el acto.
Montserrat González fue detenida junto a su hija tras intentar huir en coche por el centro de la ciudad en la calle Gran Vía de San Marcos.
La venganza, como móvil
Un policía en segunda actividad había presenciado los hechos y las había seguido. Dos días más tarde se detuvo a la entonces policía local Raquel Gago, acusada de complicidad, al tener en su coche el arma con la que se había consumado el asesinato y que Triana le había introducido en su vehículo.
La madre argumentó que la venganza por el despido de su hija de su puesto de ingeniera de telecomunicaciones en la Diputación de León había sido el móvil del asesinato.
Isabel Carrasco.
El juicio con jurado y las condenas
El juicio se celebró ante un tribunal del jurado en el año 2016 y se saldó con la condena de las tres acusadas: Montserrat, como autora material, recibió una pena de 22 años de cárcel; su hija una pena de 20 años como coautora y Raquel Gago una pena de cinco años por encubrimiento.
Las condenas fueron recurridas primero ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y posteriormente ante el Tribunal Supremo.
Tras revisar las condenas, finalmente las penas para madre e hija quedaron intactas, mientras que la condena se elevó para Raquel Gago que pasó de los cinco años de cárcel iniciales a una pena de 14 años de prisión.
La Audiencia Provincial de León dictó en un auto, en febrero de 2016, donde declaraba el mantenimiento de la situación de libertad condicional de Raquel Gago e imponía una fianza de 30.000 euros.
Raquel Gago junto a su abogado defensor. Detrás, Triana Martínez y Montserrat González.
Las quejas de Triana
En septiembre de 2024, con nueve años y medio de pena ya cumplidos, elDiario.es Asturias publicaba la queja de Triana Martínez por la denegación “sistemática” de la posibilidad de acceder a permisos de salida ordinarios, a pesar de que contaba con informes favorables emitidos por el equipo de tratamiento de la prisión y los posibles “agravios comparativos” con otros internos.
Ahora, madre e hija se han dirigido al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria para mostrar su arrepentimiento por el asesinato de Isabel Carrasco, en una petición que, según su nuevo letrado, no es un requisito para la obtención de permisos penitenciarios y que nadie “les ha exigido”.