IU pide unos presupuestos “sociales” para garantizar la supervivencia del Gobierno

La formación cree que las cuentas públicas son condición para llegar «con más fuerza» a un «complejo final de legislatura»

Maíllo llama a cambiar el estado de ánimo de una “izquierda acobardada”: “Nos ponemos a la ofensiva”

Izquierda Unida asume la complejidad de la legislatura y cree que su “pervivencia” está condicionada a la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado “sociales”. Esa es al menos la tesis que el coordinador general de la formación, Antonio Maíllo, llevará este sábado a la Coordinadora Federal, el máximo órgano entre asambleas, que se reúne después de una semana que ha vuelto a escenificar las dificultades que tiene el Gobierno para garantizarse una mínima estabilidad.

En el borrador del informe político que presentará ante la dirección de IU, Maíllo cree que las cuentas públicas son uno de los principales retos para el Gobierno. Habla, de hecho, de un “complejo fin” de legislatura, a pesar de que quedan formalmente todavía tres años para que termine si no se produce un adelanto electoral. Y precisamente los presupuestos, dice el texto, condicionan la pervivencia del Ejecutivo.

“Sacar adelante unos presupuestos sociales es indispensable para acometer las mejoras en las condiciones de vida de la clase trabajadora que IU impulsa y que condiciona la pervivencia del Gobierno y por tanto, condición sine qua non para afrontar con mayor o menor debilidad un complejo fin de legislatura”, dice Maíllo en el borrador que previsiblemente refrendará la organización el próximo sábado.

El líder de IU asume además que las negociaciones de esos presupuestos “implican tensiones entre las diferentes fuerzas políticas”, tal y como se ha visto, por ejemplo, en las dificultades que tuvo el Gobierno para aprobar el año pasado el paquete fiscal, emparedado entre los intereses de sus socios a izquierda y derecha. Reconoce incluso que las prioridades de la formación “chocan” contra las de otras fuerzas “necesarias para la configuración de una mayoría en el fragmentado parlamento español”.

Sin ir más lejos, este miércoles Maíllo acusó a Junts de caer en el “infantilismo” político con su presión para que el Gobierno tramite una cuestión de confianza. El dirigente dijo que el movimiento de Carles Puigdemont se trata de un “farol absoluto” y le pidió decidir de qué lado están: si con la mayoría del Ejecutivo o con PP y Vox, que “los quieren meter en la cárcel”. 

Acompañar las movilizaciones por la reducción de jornada

Maíllo también fija como prioridad la reducción de la jornada laboral. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha acercado posturas con Economía esta semana para acelerar su tramitación. El líder de IU sostiene cree que esta medida enfrena “obstáculos” que complican su “materialización”. Entre ellos, las resistencias de la patronal y de los sectores que temen su “impacto económico”.

“Una medida que enfrenta a obstáculos tanto desde el ámbito empresarial como desde sectores más conservadores del gobierno. La falta de una estructura adecuada para acompañar esta transición, como la creación de mecanismos de control y evaluación, y la resistencia de sectores que temen el impacto económico de la medida, complican su materialización”, dice en su texto.

Por ello, llama a acompañar a los sindicatos en las movilizaciones para presionar a favor de esta medida. “Debemos acompañar a las organizaciones sindicales de clase en las movilizaciones que en los próximos días anunciarán para llevar a cabo esta mejora laboral. Esta organización fue la única que hizo una campaña al efecto hace más de 20 años reivindicando las 35 horas semanales. No se trata ni siquiera de la propuesta que históricamente hemos defendido en nuestra organización, pero es la resultante de las negociaciones del pacto de investidura de la actual legislatura”, sostiene.

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