El plan presentado por el presidente del PP ante los empresarios implica una inversión equivalente a la que los últimos presupuestos destinaron, queda por debajo de las estimaciones de daños, cifradas en al menos 17.000 millones de euros por el IVIE, e implica un tercio de lo que Carlos Mazón exigió a Pedro Sánchez
1.400 millones de ayuda para la DANA y la carta a la UE: los datos (y Gan Pampols) tumban los bulos de Mazón y el PP
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha presentado a los empresarios valencianos su plan para la reconstrucción de Valencia tras la DANA del pasado 29 de octubre. El dirigente conservador se compromete a exigir al Gobierno una inversión de 12.000 millones de euros en industria, infraestructuras y gestión de recursos para la recuperación de las comarcas afectadas, a ejecutar en 10 años para toda la comunidad autónoma como forma de garantizar que regrese a los niveles económicos previos a las inundaciones.
Feijóo ha reclamado ayudas millonarias para infraestructuras de gestión hídrica, drenaje de las ciudades, infraestructuras, áreas y polígonos industriales, vivienda, puertos; también para l’Albufera o para medidas de control de la contaminación, gestión de residuos y, especialmente, de prevención de futuras inundaciones. El dirigente ha apuntado que el objetivo es “garantizar que no pueda volver a ocurrir algo semejante” y ha destacado que “no es sólo para reconstruir lo que el agua destruyó, sino para intentar que el golpe no frene las expectativas que tenía este pueblo antes de la DANA”.
La inversión, que ha definido como “la mayor de la historia para la Comunitat Valenciana en un periodo concreto” implica prácticamente un desembolso anual idéntico al presupuestado en las últimas cuentas estatales. Los Presupuestos Generales del Estado para 2023, prorrogados en el 2024, reflejaron una inversión de 1.239 millones de euros en infraestructuras para la Comunitat Valenciana, aunque el dirigente ha señalado que no se cumplen en su ejecución. Su propuesta es, según sus cálculos, “el doble de la inversión ejecutada real” por el Gobierno central. Feijóo también ha recordado los problemas de financiación de la autonomía, a la cola de España, y ha señalado: “Esto no se soluciona con migajas, sino con un nuevo sistema de financiación”.
La cantidad, desgranada por el líder de los populares en un acto con el presidente de la patronal, Salvador Navarro, y el del Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, José Vicente Morata, está muy por debajo de las estimaciones realizadas hasta la fecha. Incluso sobre la estimación que realizó el presidente de la Generalitat Valenciana y líder del PP valenciano, Carlos Mazón, quien una semana después de las inundaciones exigió al Gobierno central 31.000 millones de euros en ayudas e inversiones, y comprometió otros 400 de las arcas autonómicas valencianas. Solo en carreteras e infraestructuras ferroviarias, el grupo de trabajo entre el Ministerio de Transportes y la Generalitat estimó 2.600 millones en daños. En petit comité, algunos empresarios consideran que lo prometido por Feijóo es poco presupuesto.
El Ejecutivo de Mazón elaboró rápidamente un plan, que bautizó como ‘recuperem València’, en el que cuantificó en 31.400 millones de euros las ayudas e inversiones necesarias y se las reclamó al Gobierno central. Este plan incluye, por ejemplo, 100 millones de euros para infraestructuras deportivas, 250 millones para recuperar residencias y centros de día, 22 millones de euros en vivienda -incluidos los 25 de poner a punto inmuebles de la SAREB-, 2.200 millones para infraestructuras judiciales dañadas, 108 millones para reparar centros de salud, más de 350 millones en infraestructuras y equipamiento escolar, 340 millones en infraestructuras agrarias, 2.200 millones en actuaciones en barrancos y ríos afectados. Mazón incluyó en ese plan el coste de ayudas directas o la renta valenciana de inclusión.
El Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) cifra en al menos 17.000 millones de euros los daños causados por las riadas y barrancadas, casi un 20% de los activos de los 85 municipios afectados. “Es muy importante que se tengan en cuenta al menos los 17.000 millones de destrucción y que las ayudas tapen ese agujero, que sean rápidas y proporcionales al daño, y con capacidad para reponer el stock capital perdido”, señaló el director adjunto del IVIE, que pidió que las ayudas directas cubrieran al menos esa cuantía para poder llegar al punto de origen.
Feijóo ha apuntado que a su plan de inversión, que presentará en el Congreso, hay que “sumar 10.000 millones que, con esta inversión, generaría el PIB de forma directa”. “Por tanto, podríamos decir que el Plan Valencia generará en el conjunto de la economía 30.000 millones de PIB directo, 450.000 empleos y 7.600 millones de recaudación fiscal”.
Los empresarios reclaman más celeridad
Previamente, los representantes de los empresarios valencianos han reclamado “ayuda efectiva, respaldo institucional y liderazgos fuertes” para afrontar la reconstrucción con “urgencia y determinación” y han advertido de que los recursos destinados hasta el momento por las distintas administraciones “siguen quedándose cortos frente a la dimensión de los daños”. “Todavía quedan lejos de lo que las empresas necesitan para tomar la decisión de seguir adelante”, han subrayado.
El presidente de la CEV ha expuesto que “sin entrar en los daños humanos, para el conjunto del tejido productivo se estiman unos 13.700 millones [de impacto de la DANA]”, cifra que representa el 20% del PIB autonómico, y existen cerca de 236.000 expedientes de indemnización, que “representan mucho más que un número, son proyectos de vida y empresariales interrumpidos de manera abrupta y que necesitan ser reconstruidos con urgencia y determinación, algo que no estamos viendo hasta ahora”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Valencia ha incidido: “No sólo se trata de reparar el daño causado con la mayor rapidez posible, el objetivo tiene que ser aprovechar la reconstrucción para invertir en infraestructuras hídricas, tecnológicas y energéticas que doten a esta comunidad de un liderazgo que permita a su economía compensar las pérdidas sufridas”, ha afirmado.