El caso de contrabando que persiguió hasta su muerte al mentor político del presidente de la Federación de Fútbol

El procedimiento judicial más antiguo de España, abierto hace 25 años, quedó visto para sentencia tras juzgar a los ocho acusados supervivientes, entre los que ya no está Nené Barral, ex alcalde popular de Ribadumia (Pontevedra), fallecido en 2023 e impulsor de la carrera de Rafael Louzán

Hemeroteca – Fallece Nené Barral, el exalcalde del PP en un pueblo de Pontevedra acusado de contrabando que no llegó a ser juzgado

El procedimiento judicial más antiguo de España ha quedado, por fin, visto para sentencia. 25 años después de su inicio, los últimos supervivientes de la trama de contrabando conocida como caso Nené Barral se sentaron este lunes en el banquillo de los acusados. Entre ellos, ya no está el líder, el hombre que dio nombre a la operación y que fue alcalde de Ribadumia (Pontevedra) durante casi 20 años, hasta su detención en 2001. Barral falleció en noviembre de 2023. No tuvo tiempo de ver el fin de la causa, pero tampoco de contemplar cómo su alumno más aventajado, Rafael Louzán, aquel que empezó de bedel en el ayuntamiento y acabó al frente de la Deputación de Pontevedra, alcanzaba la mayor cuota de poder del fútbol español al coronarse como presidente de la Federación.

La investigación arranca a finales del siglo XX, en el año 1999. Lo abre el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vilagarcía, el juez José Antonio Vázquez Taín. Por aquel entonces, Taín aún no era el magistrado mediático que es hoy en día, con sus habituales intervenciones en programas de televisión y series documentales, sobre todo tras su papel en los casos de Asunta Basterra o el robo del Códice Calixtino. Pero ya apuntaba maneras. En el juicio, uno de los abogados acusaba al “afán de protagonismo del instructor” del “calvario” sufrido por los defendidos.

El caso comenzó con 43 imputados, pero acabó reduciéndose a doce. De ellos, sólo ocho pudieron asistir a esa vista oral celebrada en la sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra. Entre los fallecidos, además del supuesto cabecilla, había agentes de la Guardia Civil y de aduanas.

Uno de los sobrevivientes es Feliciano Barral, hermano y lugarteniente de Nené y expresidente del PP de Ribadumia. Como el resto de acusados, se negó a declarar ante el juez, pero no renunció a su alegato final: “Quiero vivir porque llevo 24 años sufriendo y sufriendo y sufriendo”. Otro de sus compañeros, José Manuel Sotelo, insistió en esa idea: “Llevo 25 años sufriendo este calvario, no me quedan fuerzas”.

Final insatisfactorio

Tras tanto tiempo esperando, el resultado final se anticipa muy pobre. El motivo, un auto emitido por la Audiencia pontevedresa el 1 febrero de 2023, que anuló las escuchas telefónicas del teléfono de la alcaldía sobre las que se fundamentaban la acusación. Curiosamente, ese mismo mes, Independientes por Ribadumia, el partido creado por los Barral tras su expulsión del PP, y que gobernaba la localidad desde 2015, anunciaba su integración en la formación popular.

Los tres agentes de vigilancia aduanera que testificaron en la Audiencia no pudieron referirse a las escuchas, así que su aportación fue escasa. Aún así, en sus conclusiones, el fiscal mantuvo las peticiones de condena de entre dos y tres años de cárcel y multas de entre 1,8 y 15 millones de euros por el delito de contrabando. En concreto, se refiere al alijo de más de 400.000 cajetillas de tabaco marca Magnum Especial introducidas en cuatro contenedores en el puerto de Vigo. A esto se suman otras sanciones, de 5.400 euros, por la revelación de secretos por parte de funcionarios públicos.

25 años después, es todo lo que se puede atribuir a unos acusados que, según la Fiscalía, “de acuerdo con otras personas de nacionalidad portuguesa, holandesa, suiza, croata, norteamericana, inglesa y polaca, han venido integrando en Europa y en España, fundamentalmente en la Comunidad Autónoma Gallega (en las provincias de A Coruña y Pontevedra) desde el año 1.996 hasta el mes de mayo de 2001, un grupo organizado, estable con proyección internacional, y delimitada asignación de tareas y jerarquización entre sus miembros, con la finalidad de procurar la introducción en España y en el territorio de la Unión Europea de importantes partidas de labores de tabaco de procedencia extracomunitaria, por vía marítima y terrestre, así como a través de contenedor”. Para el Ministerio Público, Barral ya había sido el responsable en 1997 de la introducción de 1,7 millones de cajetillas procedentes de Senegal.

El propio fiscal reconoció que “no es lógico” estar juzgando este caso 25 años después, en una situación “absolutamente anormal”. También lo hicieron las defensas cuando solicitaron la libre absolución de los acusados.

“Es un caso excepcional, pero de forma muy exagerada ejemplifica mejor que ninguno todos los males de la justicia”, reflexiona el presidente de la Fundación Gallega contra el Narcotráfico, Fernando Alonso, antes de insistir en las demandas históricas de la entidad: “Agilidad en la Justicia, especializacion policial y reducir el número infinito de recursos que se permite presentar a las defensas”.

En un 2025 que arrancó con varias operaciones consecutivas contra el tráfico de drogas, un juicio por contrabando de tabaco es casi una reliquia y Alonso también lo ve así. “Esto es el reflejo de un tiempo, que afortunadamente es pasado, donde había una justificación social de una actividad que después se tornó en otra totalmente distinta, un delito infinitamente mas grave”. Pese a la diferencia entre ambos, no olvida que “el origen del narcotráfico en Galicia son esas redes de contrabando que estaban perfectamente engrasadas y funcionando, algunos de cuyos responsables cometieron la aberración de saltar del tabaco a las drogas”. Algo que no sucedió con los Barral, pero sí con muchos otros.

Louzán y Rajoy

Cuando Nené fue detenido, el despacho de ministro del Interior lo ocupaba un destacado militante del PP de Pontevedra: Mariano Rajoy. Por eso, Nené se fue a la tumba convencido de que había sido traicionado. Cuando lo atraparon, estaba considerado toda una leyenda del contrabando de tabaco. Criado a la sombra de Vicente Otero, Terito —amigo personal de Manuel Fraga y también militante del PP, tanto que llegó a ser él quien compró la sede del partido en Cambados—, sólo otro nombre en el sector provocaba tanto respeto como el suyo: el de Marcial Dorado. El resto —los Oubiña, Miñanco y compañía— habían dejado el tabaco para pasarse al narcotráfico. Con el tiempo, también Dorado lo haría, pero, según el testimonio de ambos, cuando ya no era amigo del actual presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Pese a la presencia de Rajoy en Interior y a que la actividad al margen de la política de Nené era un secreto a voces —que no le impidió encadenar cuatro mayorías absolutas—, las crónicas de la época relatan la enorme sorpresa con la que el PP gallego acogió la detención del alcalde a sólo unos meses de la autonómicas. Entre los más estupefactos estaba el propio Louzán, que era concejal en Ribadumia, presidente provincial del partido y vicepresidente de una Deputación de Pontevedra que pasaría a liderar un año después.

Así lo contaba entonces Xosé Hermida en El País: “A Louzán no sólo le sorprendió la detención sino el descubrimiento de que durante dos años había figurado —sin él saberlo, según dice— como consejero de una de las empresas de Nené. Louzán sí admitió haber sido unos meses socio de otra firma propiedad de Feliciano Barral, hermano del alcalde, presidente local del PP y detenido también en la operación anticontrabando del lunes”. La vista oral que echará el cierre al caso lo pilló en el Cono Sur, visitando las federaciones de fútbol de Argentina y Uruguay con la vista puesta en el Mundial de 2030.

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