Una bofetada a Sánchez en la cara de los más débiles

Al decaer el decreto ómnibus del Gobierno, los colectivos más desfavorecidos se han convertido en los damnificados del filibusterismo parlamentario

PP y Junts tumban el decreto de la subida de las pensiones y las ayudas al transporte

A los políticos se les piden muchas cosas, algunas factibles y otras menos, pero algo que nadie debería tener que explicarles es que sus decisiones tienen impacto en la vida de las personas. 

A Junts, el PP y Vox parece que este miércoles les dio igual que aquellos que menos tienen, entre ellos los perceptores del ingreso mínimo vital, se hayan quedado, de momento, sin un incremento del 9%. Porque aunque estos partidos tienen razón cuando denuncian que el Gobierno intentó aprovechar un solo decreto para colar una macedonia de medidas y así evitarse negociar cada una de ellas, lo que ha pasado es que al tumbarlo, los colectivos más desfavorecidos se han convertido en los damnificados del filibusterismo parlamentario del que han participado tanto unos como otros. 

A las formaciones de derecha (a excepción del PNV) tampoco les preocupó que las pensiones mínimas no aumenten un 6% y las no contributivas un 9%. Son las de aquellos pensionistas que reciben las más bajas, pero para estos tres partidos lo primero, antes que todo y todos, era castigar a Pedro Sánchez. Es evidente que esta vez lo han conseguido a costa de dejar también en el cajón las moratorias de los desahucios y los cortes de suministros a las familias vulnerables. A lo mejor si alguno de los diputados que votó en contra hubiese asistido alguna vez en su vida a un desalojo se lo habría pensado dos veces.   

La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, fue quien mejor lo resumió al subrayar que la ciudadanía no tiene por qué pagar por lo que resumió como tácticas partidistas. “Si votan en contra del decreto no están haciendo daño al Gobierno sino a la ciudadanía vasca, la catalana, la gallega o la de todo el Estado”, resumió desde la tribuna del Congreso.

El Gobierno ahora tendrá que aprobar un nuevo decreto-ley con el aumento de las pensiones y del ingreso mínimo vital para intentar preservar las subidas anunciadas. Si lo hubiese hecho antes, sin colocar en un decreto ómnibus desde las pensiones a las ayudas por la DANA o las bonificaciones en los transportes, tal vez se hubiese ahorrado este problema. O no, porque cuando Junts quiere castigarlo, lo hace. En todo caso, Carles Puigdemont podrá decir que ha vuelto a doblegar a Pedro Sánchez mientras el PP y Vox subrayarán la debilidad del Ejecutivo. La derecha tendrá razón en que eso es lo que ha pasado. Será tan cierto como bastante vergonzoso. 

El PSOE se puede quejar mucho del PP y motivos no le faltan, pero el que es o era su socio parlamentario es Junts, una formación que le ahoga cada día un poco más sin dejarle caer en una agonía que empieza a ser insostenible.

El único espacio en el que ahora el partido de Puigdemont puede hacerse valer es el Congreso y es obvio que intenta aprovecharlo al máximo. Ahora bien, la pregunta que Sánchez deberá formularse en algún momento es si el precio a pagar ya no es asumible. Y si Junts ha llegado ya a la conclusión de que esta legislatura ya no tiene más recorrido que sea coherente y propicie una moción de censura que comporte unas elecciones.

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