Las exclarisas señalan que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ingresó «por error», si bien esta «irregularidad» fue corregida «rápidamente» por la Administración
Admiten una demanda de las exmonjas de Belorado para justificar su “derecho” a separarse de la Iglesia Católica
El Arzobispado de Burgos ha señalado que “ha comunicado al Instituto Nacional de la Seguridad Social” (INSS) que en las cuentas que administra de las ex religiosas del convento de Belorado se recibe presuntamente la pensión de una monja fallecida hace dos años, informa Europa Press.
Por su parte, las exreligiosas han explicado que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ingresó “por error” pensiones en las cuentas bancarias correspondientes a algunas de las hermanas que habían fallecido en la comunidad, si bien esta “irregularidad” fue corregida “rápidamente” por la Administración que recuperó los importes “indebidamente ingresados”.
Esta presunta irregularidad se descubrió cuando, al revisar los ingresos en las cuentas se detectó una aportación ligada a una identidad desconocida. Fuentes del Arzobispado de Burgos reconoce que se sospechó, una vez analizada la situación “de alguna monja fallecida”.
Según confirma la diócesis, se trata de una religiosa del convento de Derio, que acabó en absorbido por el de Belorado cuando ese cenobio vizcaíno se cerró. Esa religiosa había fallecido en abril de 2022.
La Comisión Pontificia encargada de realizar el seguimiento a las cuentas de las monjas del convento de la Bretonera observaron varios “movimientos bancarios en los que estaba asociado un DNI que no correspondía ninguna de las residentes en él”. Ahora le corresponde al Estado comprobar si es cierta esa situación irregular.
Si finalmente la Seguridad Social corrobora que ha estado realizando pagos irregulares, podría conllevar la devolución íntegra de lo recibido en las cuentas de las exclarisas desde mayo de 2022 hasta hoy y, según una fuente jurídica, podría “existir una pena de cárcel” en el caso de que se ratificara esta situación.
No obstante se abrirá una investigación para esclarecer los hechos y determinar si la comunidad comunicó la muerte de esta mujer y, en todo caso, el dinero que ha recibido esas cuentas, desde el momento en el que el arzobispo de Burgos se ha convertido en administrador pontificio será devuelta.
Hasta el momento, según un comunicado del Arzobispado emitido la semana pasada, la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Nuestra Señora de Aránzazu “ha seguido proporcionando fondos para hacer frente a los gastos de los monasterios y poder atender las obligaciones perentorias” que, en el pasado mes de diciembre ascendieron a 33.681,07 euros.
Rechazan la difusión de rumores que demuestran la “desesperación de ciertos eclesiásticos al saber que el monasterio nunca les pertenecerá”
Según las monjas, “no se ha abierto ningún expediente”
“Es importante señalar que no se ha abierto ningún expediente ni se han impuesto sanciones por esta situación”, han remarcado las exclarisas en un comunicado recogido por Europa Press en respuesta a las “presuntas irregularidades” denunciadas por el Arzobispado de Burgos, que había comunicado al INSS que en las cuentas que administra de las exreligiosas “se recibe presuntamente la pensión de una monja fallecida hace dos años”.
Sin embargo, han indicado tener constancia de que algunas pensiones continúan ingresándose en las cuentas de la comunidad “sin llegar a sus legítimas beneficiarias (las monjas vivas)”, al tiempo que han asegurado “desconocer” el destino que el arzobispo da a estos fondos, ya que a las hermanas clarisas se les ha “negado” el acceso a dichas cuentas.
De igual forma, la exmonjas han señalado que en este momento no consta que, desde el fallecimiento de las hermanas hasta la fecha actual, la Seguridad Social “haya ingresado pensiones en las cuentas de la comunidad a nombre de alguna difunta”.
Sin embargo, han subrayado que para verificarlo sería necesario revisar los movimientos bancarios correspondientes, algo “imposible debido a la negativa del arzobispo a permitir el acceso a dichas cuentas”.
En el mismo comunicado las hermanas de la comunidad monástica de Belorado han explicado que desde junio de 2024 han perdido el control de las cuentas bancarias abiertas a nombre de la entidad, ya que han han pasado a ser gestionadas por el arzobispo de Burgos, incluyendo aquellas donde se depositan las pensiones de las hermanas mayores.
“Ataques continuos”
Por otro lado, las exreligiosas han lamentado los “continuos ataques de denigración” que han sufrido y que incluyen publicaciones y rumores “infundados” que las vinculan con actividades como “prostitución, lesbianismo, hijos o relaciones secretas, supuestos delitos, cobro indebido de pensiones y la existencia de supuestas abadesas rivales”.
A esto se suman “campañas de reseñas negativas en Internet desde cuentas falsas o de reciente creación, la aparición de drones y cámaras no autorizadas en el entorno del convento, seguimientos en espacios públicos y ciberataques a sus cuentas de correo electrónico”.
De hecho, han explicado que el término ‘Monjas de Belorado’ ya es uno de los “más atacados y vilipendiados” del mundo virtual, pero al mismo tiempo está cosechando un “amplio numero de simpatizantes y seguidores que crece de manera constante e imparable en todo el territorio”.
Las hermanas entienden que este camino “está lleno de desafíos y perciben estos ataques como parte de las dificultades inherentes” a su “vocación y misión”.
Por todo ello, han rechazado de manera “categórica” la difusión de rumores o información “infundada” que solo demuestran la “desesperación de ciertos responsables eclesiásticos al saber que el monasterio nunca les ha pertenecido ni les pertenecerá”.