Los humanos tenemos anticuerpos que reconocen la gripe aviar, aunque deberían expandirse para protegernos del virus

Un estudio con siete personas nunca expuestas al virus H5N1, publicado en ‘Science Inmunology’, revela un «repertorio de anticuerpos vírgenes que pueden reconocer virus de influenza prepandémicos altamente patógenos» formando una «primera línea de defensa»

Más cerca de una pandemia por la gripe aviar: estamos a una sola mutación de que el virus H5N1 se contagie entre humanos

La gripe aviar nunca se ha contagiado entre humanos. Sin embargo, estamos a una sola mutación de que el virus H5N1 cambie su afinidad de receptores de tipo animal –entre los que se transmite ahora, fundamentalmente aves y después vacas– a receptores de tipo humano, según desveló una investigación publicada el mes pasado en la revista Science. Es decir, que ciertos cambios genéticos en el virus que circula masivamente en las granjas de Estados Unidos podrían aumentar su capacidad para transmitirse entre personas. Aunque esto aún no se ha producido –y puede que no se produzca nunca–, un nuevo estudio recogido en Science Inmunology adelanta que los humanos tendríamos anticuerpos capaces de reconocer un tipo de virus como el de la gripe aviar.  

El hallazgo evidencia, al menos, que existe una “primera línea de defensa” frente a un virus potencialmente pandémico, afirma Gustavo del Real, investigador del Centro de Investigación sobre Patogénesis y Transmisión de la Gripe (CRIPT) de la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí (Estados Unidos) a Science Media Centre. Pero no que sea suficiente para evitar una infección o que se reduzca la carga de enfermedad que provoque un eventual contagio, matiza Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo. “La infección por un nuevo virus como H5N1 que tuviese una alta capacidad de replicación y trasmisión va a requerir que los linfocitos B sean estimulados para que proliferen y aumenten la producción de anticuerpos de manera considerable”, explica.

El quid de la cuestión está en estos linfocitos B, que tienen una capacidad que permite desarrollar respuestas inmunes frente a un número mucho más grande de antígenos de los que vamos a detectar a lo largo de la vida. Y entre ellos, el que se ha estudiado: una proteína llamada hemaglutinina (HA) que está en la superficie del virus H5.

Los investigadores estadounidenses responsables del estudio utilizaron una técnica para aislar y caracterizar anticuerpos monoclonales de células B humanas vírgenes reactivas a H5 prepandémicas. Lo hicieron con siete personas sanas en las que no se había documentado ninguna exposición al virus. “Los anticuerpos vírgenes atacaron sitios vulnerables en el dominio de la cabeza H5 HA, y muchos de estos anticuerpos podrían neutralizar el H5N1. Estos hallazgos indican que los humanos albergan un repertorio de anticuerpos vírgenes que pueden reconocer virus de influenza prepandémicos altamente patógenos”, concluyen.

“Es particularmente notable que estas personas nunca han sido infectadas por el H5N1, pero aun así es posible tener tanto estos linfocitos B como los anticuerpos que pueden generar frente al virus, tener una defensa frente al virus sin haberlo visto nunca”, desgrana Nistal. No obstante, “no podemos estar seguros de cuánto de severa sería esta pandemia, si es que ocurre, porque, aunque ayuden los anticuerpos que ya tenemos, aún necesitamos expandir estos anticuerpos durante la infección para eliminar por completo el virus, y si el virus replica muy rápido, la expansión de anticuerpos podría llegar demasiado tarde para algunas personas, desarrollando entonces enfermedad severa”, agrega Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, también en declaraciones a SMC.

En lo que coinciden los expertos es que es una buena noticia porque los datos demuestran que los humanos, en líneas generales, responderíamos rápido a la vacunación y, además, la investigación aporta información para el diseño de sueros eficaces. De algún modo, es una muestra del potencial para estimular la producción de los anticuerpos que pueden bloquear al virus.

Las medidas tomadas por España

España y Europa “mantienen los radares encendidos” ante la evolución de este virus porque, “aunque el riesgo es bajo, hay que estar alerta”, aseguró la ministra de Sanidad, Mónica García, la semana pasada. El departamento, de hecho, va a adquirir vacunas en el próximo proceso de compra conjunta de la Unión Europea ante el cambio en la situación epidemiológica respecto a junio, cuando optó por no comprarlas, recoge Efe. El Ministerio de Agricultura, por su parte, ha prohibido la cría de aves de corral al aire libre ante el aumento de riesgo de la gripe aviar, aunque en España no se han detectado casos.  


La escalera del riesgo zoonótico del VIAAP H5N1

“En todos los estudios filogenéticos que se han hecho se ha visto que probablemente saltó de las aves a las vacas en torno a finales de diciembre de 2023 y no se detectó hasta el 25 de marzo, que fue cuando Estados Unidos dijo que era H5N1. Esto no entraba en las quinielas para nada, eran síntomas muy raros relacionados con mastitis y bajadas de la producción de leche y fiebre, pérdida de apetito”, recuerda la viróloga Elisa Pérez Ramírez en esta entrevista sobre cómo el virus, inicialmente ligado a las aves, saltó al ganado en una progresión llamada escalera del riesgo zoonótico.

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