Son las nuevas condiciones que FutPro, Futbolistas ON, y Comisiones Obreras acaban de firmar (AFE y UGT se descuelgan) con la Liga F, que acoge a algunas de las mejores jugadoras del mundo
El fútbol femenino avanza en su profesionalización instalado en un círculo virtuoso: “Estamos haciendo historia”
Vigentes campeonas de la Copa del Mundo, semifinalistas en los Juegos Olímpicos de París, ganadoras de la primera Liga de Naciones, y dos jugadoras galardonadas con los balones de oro de los últimos cuatro años. El palmarés de la selección española femenina de fútbol es incuestionable. El equipo de Aitana Bonmatí, Jenni Hermoso, Olga Carmona, Salma Paralluelo, Alexia Putellas o Alba Redondo está en la élite del fútbol. Su calidad y sus triunfos están, sin embargo, tremendamente alejados de las condiciones laborales de la mayoría de sus compañeras en la liga profesional de fútbol femenino en nuestro país.
Tres sindicatos —FutPro, Futbolistas ON, y Comisiones Obreras— acaban de firmar con la Liga F un nuevo convenio colectivo, el segundo en la historia de la competición femenina. El documento, al que ha accedido elDiario.es, contiene cambios en cuanto a maternidad o salarios, pero constata la dificultad de las futbolistas para acceder a condiciones de trabajo dignas. Otras centrales, de hecho, se han descolgado de su firma: Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y UGT no han querido rubricar el convenio porque consideran que no contiene avances.
Sueldos
Fue en septiembre de 2023 cuando los sindicatos y la Liga F llegaron a un acuerdo salarial para los próximos años. Lo hicieron después de una huelga de las futbolistas. El convenio contiene ese pacto: 21.000 euros anuales para la temporada 2023/24, 22.500 para 2024/25, y 23.500 en la temporada 2025/26. Esas cantidades podrían incrementarse en función de los ingresos comerciales de la competición. Las primas de contratación o fichaje no podrán ser parte de esa cantidad mínima fijada.
Esto es, al final de la vigencia del convenio, en 2026, las futbolistas tendrían un salario garantizado de unos 1.331 euros mensuales en 14 pagas. El salario mínimo interprofesional (SMI) será este año de 1.184 euros al mes. Es decir, las jugadoras estarán no muy por encima del SMI. El punto de partida de los sindicatos para negociar era de 30.000 euros al año, una cifra que queda muy lejos de lo finalmente acordado.
Se crea, eso sí, un plus de antigüedad de 800 euros por cada temporada completa que una deportista permanezca en su club, a contar desde la tercera temporada en adelante.
Conciliación y maternidad
El nuevo convenio mantiene uno de los puntos que ya reflejaba el documento acordado en 2020: los contratos de las futbolistas que se queden embarazadas se renovarán automáticamente durante un año más. E incluye nuevas medidas en cuanto a protección de la maternidad y la conciliación de las jugadoras. Los clubes deberán tener salas de lactancia tanto en las instalaciones donde se hagan los entrenamientos como en los campos donde se jueguen los partidos. También “proporcionar servicios de guardería” durante entrenamientos y partidos, al menos hasta que sus hijos e hijas cumplan los 3 años.
El texto también habla de que las futbolistas podrán solicitar a la Liga F “personal especializado y titulado” para atender a su “bienestar físico y mental” durante el embarazo y el postparto, “enfocados a su reincorporación a la práctica deportiva”. Y menciona, en genérico, que los equipos deben “poner los recursos adecuados” para garantizar la “mejor reincorporación” a la práctica deportiva.
Botas garantizadas
Un punto revelador sobre la situación actual de la competición femenina en España es el que habla de las botas de las jugadoras. El artículo 15 —“calzado deportivo para la práctica de la actividad”— establece que la Liga F “y/o” los equipos “se comprometen a facilitar calzado deportivo” a aquellas futbolistas profesionales que no tengan patrocinador, “comprometiéndose a participar en los entrenamientos y partidos oficiales y amistosos con el calzado facilitado durante toda la temporada”.
Acoso
El convenio tiene como anexo el protocolo contra el acoso. Si bien el anterior ya incluía el procedimiento a aplicar en caso de denuncia por acoso sexual o por razón de género, ahora se incluyen dos puntos nuevos. Por un lado, la comisión instructora del expediente deberá ser independiente (hasta ahora, el club podía designar a quien considerase) y, por otro, los equipos deberán ofrecen asistencia psicológica a la jugadora que denuncie.