La Policía Nacional investiga las causas del fallecimiento del matrimonio en su domicilio en la céntrica calle Mateos Gago, 21, junto a la Catedral
La Policía Nacional de Sevilla investiga las causas del fallecimiento del catedrático Enrique Valdivieso y su esposa, Carmen Martínez, en su domicilio en la céntrica calle Mateos Gago, 21, junto a la Catedral de Sevilla. Un familiar del matrimonio, de 81 y 72 años de edad respectivamente, ha alertado a Emergencias 112 en torno a las 10,30 horas tras entrar en el domicilio y ver “abundante humo”.
Según han informado fuentes policiales a Europa Press, tras la inspección ocular, se estudia como posible causa del fallecimiento la “inhalación de humo” procedente de “un cargador de móvil que se encontraba enchufado”. La sala coordinadora de Emergencias activó a los bomberos, a la Policía Nacional, a la Policía Local, al Cecop y al Centro de Emergencias Sanitarias (CES) 061. Actualmente la Policía Nacional se encuentra investigando el caso.
La Universidad de Sevilla ha lamentado profundamente la muerte del catedrático y de su esposa. “Esta institución desea trasladar el más profundo pésame a todos sus familiares y amigos. El catedrático Enrique Valdivieso deja una gran huella en la Universidad de Sevilla. Ha sido uno de los más prestigiosos especialistas que hemos tenido en la historia del arte con un reconocimiento internacional en el ámbito de la pintura. Se le recuerda como un excelente profesor, además de por un investigador incansable que hace una días presentaba la reedición de su libro sobre Pedro de Campaña. Entre 1999 y 2004 fue además director del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla”, han apuntado fuentes de la Hispalense.
Por su parte, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha lamentado también el fallecimiento del matrimonio. “Decimos adiós a un gran hombre que dedicó gran parte de su labor como investigador a la pintura sevillana, tanto del periodo renacentista, como del barroco y los siglos XIX y XX”. Así, ha destacado especialmente “su dedicación a la figura del pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, cuyo catálogo razonado de pinturas editado en 2011 es hoy guía de muchos investigadores y alumnos”.
Además, ha señalado su obra sobre Murillo, Roelas, Valdés Leal, que transmitió en las exposiciones de las que fue comisario, las dedicadas a Valdés Leal en Sevilla y Madrid (1991), y a Zurbarán en Sevilla (1998), “una pasión que contagió a sus muchos discípulos que hoy están en cátedras y departamentos de arte numerosas universidades”. Con Enrique Valdivieso, cuya trayectoria reconoció la ciudad con la concesión de la medalla de Sevilla en 2017, “desaparece una figura fundamental de la historia del arte en especial, del Barroco sevillano, y un investigador inagotable que deja un legado a la que la ciudad de Sevilla siempre estará agradecido”, ha concluido Sanz.