El desalojo del primer inquilino de esta mítica finca del Eixample se vuelve a postergar después de que los vecinos consiguieran paralizar el que estaba programado para el pasado viernes y el juzgado diera nueva fecha para la madrugada de este martes
El alquiler de temporada se dispara y acorrala a los inquilinos: “Si pudiesen nos harían contratos por días”
El desahucio de Josep, un profesor de 49 años, de la Casa Orsola ha quedado prorrogado hasta el próximo 18 de febrero a las 9:30 horas. El primer intento fue el pasado viernes y fue paralizado por una gran concentración de vecinos. El juzgado dio nueva fecha para la madrugada de este martes, pero según apunta el Sindicat de Llogateres, la fecha ha vuelto a ser aplazada. Todavía no se conocen los motivos del juzgado para prorrogar el desalojo.
“Es evidente que el aplazamiento no responde a otra cosa que a la movilización y a la evidencia de que se repetirá tantas veces como haga falta”, ha proclamado frente a la finca Enric Aragonès, portavoz del Sindicat de Llogateres. Entre vítores de los integrantes de la Marea Pensionista, concentrados en Casa Orsola este martes, ha calificado de “victoria” la decisión del juez.
El Sindicat ha pedido que estos 15 días de margen sirvan para iniciar una mediación o negociación con la propiedad, bajo el auspicio a poder ser del Síndic de Greuges (el Defensor del Pueblo catalán). Aragonès ha recordado que desde el inicio defienden negociar una solución “colectiva” para todos los inquilinos, algo a lo que el titular de la finca rechaza.
El pasado viernes, una gran movilización de cientos de vecinos logró paralizar el desahucio de unos de los inmuebles ocupados. Entre gritos de huelga de alquileres y vítores al Sindicat de Llogateres, el millar de manifestantes –algunos de los cuales habían dormido en la calle la noche anterior– celebraron la suspensión de la expulsión de Josep, un profesor cuyo caso se ha convertido en la punta de lanza de la reivindicación.
Debido a la gran presencia de manifestantes, la comitiva judicial resolvió aplazar el desahucio de Josep, por no poder realizarse con “las debidas condiciones de seguridad”. Tampoco se vio más presencia policial que la de la Guàrdia Urbana, encargada de cortar y desviar el tráfico. A las 10:30 de la mañana, a la hora prevista, llegó la comitiva judicial, que tuvo una breve negociación con Josep y representantes del Sindicat de Llogateres que se zanjó en aplazamiento.
Pocas horas después, se conocía la nueva fecha: este martes a las 5 horas de la mañana. El Sindicat convocó a la ciudadanía a concentrarse a las puertas del edificio desde las 3 de la madrugada, para poder paralizar el nuevo desahucio.
La Casa Orsola, situada en el corazón del Eixample de Barcelona, se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la gentrificación y el alquiler de temporada en la ciudad. El conflicto con la propiedad se remonta a 2021, cuando el fondo Lioness Inversiones compró la finca. Entonces había 27 pisos habitados; de ellos, unos pocos tenían contratos indefinidos y al resto, se les vencería en pocos años.
Un año después del cambio de titularidad, y tras varias concentraciones, intentos fallidos de negociación y una también fracasada mediación del Ayuntamiento, cinco de los vecinos de la Casa Orsola siguen viviendo en el inmueble sin contrato.