Felipe VI, que ha plantado al Gobierno en la celebración del 50 aniversario de la muerte del dictador, presidirá el homenaje a Rafael Altamira, humanista exiliado tras la Guerra Civil que murió en México y cuyos restos fueron traidos a España el año pasado para recibir sepultura en un mausoleo en su honor en Campello (Alicante)
El jefe de la Casa Real incentiva un nuevo perfil político de Felipe VI
El rey presidirá el lunes que viene, 10 de febrero de 2025, el acto de inhumación en Campello (Alicante) del humanista y jurista español Rafael Altamira, muerto en el exilio en México en 1951, según han publicado diferentes medios en las últimas horas. La Casa del Rey no ha querido confirmar la información a elDiario.es. Es la primera vez que Felipe VI acude a un acto de estas características, una década después de haber sido entronizado y 50 años después de la muerte del dictador Francisco Franco. Precisamente, el jefe del Estado ha plantado al Gobierno en los actos de celebración del fallecimiento del dictador. En su discurso de la Pascua Militar, el rey omitió un párrafo que calificaba a la dictadura franquista como “una página oscura”.
Propuesto dos veces para el Nobel de la Paz, participó en la puesta en marcha de un sistema de justicia internacional. De hecho, fue el primer español en formar parte del conocido hoy como Tribunal Internacional de La Haya.
Altamira huyó de España al estallar la Guerra Civil española en 1936. Fue detenido cuando intentaba huir del país pese a poseer inmunidad diplomática. El 29 de agosto se le permitió abandonar España, tras lo que llegó a Holanda para continuar con su trabajo de juez permanente del alto tribunal, pero la invasión alemana de los Países Bajos en 1940 le obligó a refugiarse en la ciudad francesa de Bayona.
Allí permaneció hasta 1944, año en el que tuvo que salir de nuevo a causa del avance alemán. Después de una breve estancia en Portugal fue invitado por Fundación Carnegie a dar un curso en la Universidad de Columbia de Nueva York. Un accidente con rotura de cadera durante el viaje le forzó a cambiar de destino e instalarse definitivamente en México, donde estaban exiliadas sus dos hijas, Pilar y Nela, tras lo que falleció el 1 de junio de 1951 y fue enterrado en el panteón español del cementerio central de México D.F.
Pero su deseo era volver a España a su muerte, tal y como él mismo dijo en una entrevista al diario ‘El Día’ en 1935: “Cuando se me aparte de la vida oficial me retiraré al rincón de mis amores más gratos, a Campello”. Un deseo que ahora se verá cumplido.
El proceso de repatriación de los restos mortales comenzó en 2022 y no concluyó hasta el pasado mes de diciembre. El próximo lunes será inhumado y el rey de España presidirá el acto.