El derechista Noboa y la correísta González se disputarán la presidencia de Ecuador tras una ajustada primera vuelta

El actual presidente, asemejado con Bukele, se disputará la presidencia el 13 de abril con la candidata de la Revolución Ciudadana de Rafael Correa

Elecciones en Ecuador: duelo entre el correísmo y el anticorreísmo en el poder en uno de los inicios de año más violentos

El Consejo Nacional Electoral de Ecuador ha confirmado la noche del domingo que habrá una segunda vuelta el 13 de abril para decidir la presidencia entre el actual mandatario, el derechista Daniel Noboa, y la correísta Luisa González. Con el escrutinio de los votos al 90%, Noboa cuenta con el 44,62% y González le sigue muy decerca con el 43,81%. Para ser jefe de Estado en primera vuelta se necesita el 50% de los votos o tener una diferencia de 10 puntos con el segundo. En tercer lugar, queda el líder indigenista Leónidas Iza (4,78%) y en cuarto Andrea González (2,7%) –quien fue binomio presidencial de Fernando Villavicencio, candidato acribillado en los comicios de 2023–. El resto de los 12 candidatos no ha llegado al 1%.

La posibilidad de que Noboa de 37 años se impusiera en primera vuelta se fue desvaneciendo a medida que transcurría el día. El hijo del considerado hombre más rico de Ecuador y cinco veces candidato presidencial, Álvaro Noboa, partía como favorito en las encuestas. De hecho, un sondeo a pie de urna difundido al terminar la tarde por la empresa Estrategas le daba una victoria en primera ronda.

“Nosotros sabíamos que eso era una mentira más del Gobierno, por eso decidimos esperar y estamos viendo como poco a poco la distancia se ha ido acortando. Estamos casi en un empate técnico y con una tendencia de que vamos a seguir creciendo en votos”, dijo al finalizar el día frente a sus seguidores la candidata González, quien contó con un gran apoyo en las regiones costeras, frente al dominio en la sierra de su principal contrincante. González es la candidata respaldada por Rafael Correa y el movimiento Revolución Ciudadana, que gobernó Ecuador más de 10 años. 

Noboa, por su parte, no ofreció declaraciones. Aspira a repetir el resultado de la segunda vuelta de octubre de 2023, cuando venció a González en unas elecciones extraordinarias. Unos comicios adelantados por el expresidente Guillermo Lasso después de que disolviera el Congreso con el recurso conocido como “muerte cruzada”, antes de ser juzgado por corrupción.

Noboa encarna la mano dura contra el crimen que ha azotado al país sudamericano en una guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico, si bien el pasado mes de enero fue uno de los más violentos de los últimos años, con 731 homicidios, un 45% más que en el mismo mes de 2024.

“Si se confirma la reelección de Noboa, se lo puede incluir en esa nueva tendencia de derecha con rasgos de autoritarismo, como Milei, Bukele o el mismo Trump. Porque en su campaña ha demostrado que todo vale”, apunta la politóloga Sofía Cordero.

La bandera del mandato de un año del actual presidente fue la declaración de conflicto armado interno, que le permitió militarizar las calles y centros penitenciarios para hacer frente a la violencia. Sin embargo, su gestión no ha estado exenta de polémicas, como la negativa a entregarle la presidencia, mientras hacía campaña, a su vicepresidenta Verónica Abad, como dicta la Constitución ecuatoriana. O cuando ordenó a la Policía irrumpir de forma violenta en la embajada de México, donde se refugiaba el asilado político Jorge Glas.

Cordero señala que, para la segunda vuelta, será decisivo el sorpresivo 5% que alcanzó el indígena Leónidas Iza. González le lanzó un guiño en su discurso de anoche: “Felicitamos a otros candidatos como Leónidas Iza, que sacó un porcentaje importante”. Para la especialista, será necesario que la candidata “reconcilie esa huella de mucha violencia contra el pasado autóctono. Iza se ha mostrado abierto a dialogar con el correísmo, pero es importante recalcar que no todo el sector está de acuerdo con él. Noboa, por su parte, tiene que explotar esa herida y saber cómo acercarse”.

Lo cierto es que la Asamblea tendrá un carácter básicamente bipartidista, con el 80% de los escaños en manos d e los partidos de Noboa y González.

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