El plan europeo de vivienda asequible tendrá que esperar hasta 2026

El asunto no figura en el plan de trabajo para este año y la Comisión Europea argumenta que el retraso es para presentar algo «significativo» mientras los precios siguen disparándose en el continente: «Queremos poner algo sólido sobre la mesa»

Europa se ahoga con los precios de la vivienda

Con los precios de la vivienda pulverizando récords en toda Europa, la Unión Europea prometió tomarse el asunto en serio. Como gesto a los socialdemócratas, Ursula von der Leyen aseguró que dedicaría esfuerzos extra a combatir esa crisis en su nuevo mandato y por primera vez nombró a un comisario de esa cartera (junto con la de energía). Pero no hay ni una palabra sobre el asunto en el programa de trabajo del gobierno comunitario para este año y el Plan Europeo para la Vivienda Asequible, que es una de las grandes promesas en la materia, tendrá que esperar al menos hasta 2026.

Así lo ha reconocido el comisario de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, en la presentación de la que será la hoja de ruta para la Comisión Europea en los próximos meses: “Tenemos que hacer una preparación realmente minuciosa, una consulta muy sólida con las partes interesadas y queremos poner algo sólido sobre la mesa. Lo más probable es que llegue en 2026”. Según el eslovaco, el asunto se ha discutido con el comisario de Vivienda y Energía, Dan Jørgensen, y el objetivo es presentar algo “significativo”.

El propio Sefcovic ha reconocido que la vivienda es “una prioridad importante, especialmente para los jóvenes”. El precio de la vivienda se ha incrementado un 58% en la última década y la propia Comisión Europea ha alertado de la crisis de precios y de la falta de alquiler asequible en países como España. De hecho, se ha convertido en la principal preocupación de los españoles en los últimos meses.

Una de las preocupaciones de las fuerzas que ‘gobiernan’ en la UE es que la crisis de vivienda está alimentando el voto de la extrema derecha, que hasta ahora ha usado fundamentalmente la inmigración como arma electoral. En el caso de España, por ejemplo, la vivienda motivó más el voto en las elecciones europeas que la inmigración y otras cuestiones que ocupan buena parte de los esfuerzos de la dirigencia comunitaria, como la seguridad y la defensa.

Por el momento, la gran idea que Von der Leyen puso sobre la mesa para encarar la crisis fue cambiar el marco de las ayudas de estado para que se puedan fomentar las inversiones en vivienda. Pero el asunto tendrá que esperar. El trabajo del gobierno comunitario en el plan europeo se producirá en paralelo al de la comisión especial sobre la materia que se ha creado en el Parlamento Europeo y que elaborará un informe con recomendaciones para la UE.

Críticas al programa de trabajo

Pero la vivienda no es lo único que se echa de menos en el programa de trabajo de la Comisión Europea para este año, que se va a centrar fundamentalmente en el refuerzo de la competitividad de la UE para hacer frente a potencias como EEUU y China y en la seguridad y la defensa. Una de las próximas iniciativas que está elaborando el gobierno comunitario tiene que ver con la simplificación de las reglas europeas de sostenibilidad, de la Política Agraria Común o de digitalización. El cálculo es que se reducirá el 25% de los costes de las empresas y supondrá un ahorro de 37.500 millones de euros en los próximos cinco años. Sin embargo, las organizaciones de la sociedad civil están en pie de guerra porque consideran que, en la práctica, va a ser un ataque a las normas de la UE relacionadas con la sostenibilidad medioambiental y social.

“Von der Leyen dice que quiere que Europa compita, pero está compitiendo con Musk y Trump para acabar con la protección de las personas y el planeta. Este plan de la Comisión solo ayuda a los accionistas europeos a ser competitivos, a expensas de la prosperidad, los empleos verdes y un medio ambiente sano para la gente corriente”, señala Ariadna Rodrigo, de Greenpeace, sobre el programa trabajo de la Comisión Europea: “En lugar de construir sociedades que apoyen a las personas y a los ecosistemas de los que dependen, esta Comisión nos está acelerando hacia el desastre para que las empresas puedan exprimir más beneficios en el camino”.

“Centrarse en los esfuerzos de simplificación, a falta de reformas sustanciales en otros ámbitos, corre el riesgo de echar por tierra importantes iniciativas en materia de financiación sostenible, estabilidad financiera y protección de los consumidores. Y si nos centramos en las prioridades equivocadas, corremos el riesgo de socavar aún más los objetivos declarados de la Comisión”, advierten desde la organización Financial Watch.

La organización sindical europea ETUC lamenta que los trabajadores sean los grandes olvidados en el programa de trabajo, que incluye un paquete de empleos de calidad sin carácter legislativo. “Es la primera vez desde 2019, en los últimos meses de la Comisión Juncker, que el programa de trabajo no contiene ninguna nueva legislación social. Por el contrario, la Comisión ha propuesto ocho actos legislativos de «simplificación» para el próximo año”, lamentan.

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