La primera sentencia en España por un recurso de un familiar contra la muerte digna autorizada por los médicos frena el intento de limitarla por parte de los ultras Abogados Cristianos
N. tiene derecho a morir y su padre no puede intentar frenarlo en los tribunales. Así lo ha concluido una magistrada de Barcelona, que ha desestimado el recurso de un padre, representado por los ultracatólicos Abogados Cristianos, que impugnó la resolución de la Comisión de Garantías de la Generalitat que autorizó la eutanasia de N., según adelantan fuentes jurídicas a elDiario.es.
La magistrada del juzgado de lo contencioso administrativo 12 de Barcelona presidió hace dos semanas la primera vista de la historia de España sobre el recurso de un familiar contra una eutanasia ya concedida por unanimidad del equipo médico y legal encargado de analizarla.
La jueza tenía que resolver dos cuestiones. La primera era fundamental: trataba sobre si el padre de la joven estaba legitimado para recurrir (en todos los procesos contenciosos el recurrente debe argumentar que tiene un interés legítimo para recurrir un acto de la administración, en este caso la concesión de la eutanasia).
De haber accedido a que un padre pudiera impugnar la eutanasia a su hija (aunque luego la jueza autorizada la muerte digna de N.), varios expertos alertaron de que se hubiera abierto la puerta a una ola de impugnaciones de familiares sobre un derecho que no les pertenece, como es el de morir de forma digna.
Tanto la Generalitat, que defiende a la Comisión de Garantías que, con sus 19 profesionales en pleno, avaló la eutanasia de la joven, como los expertos recordaron que la ley de eutanasia no contempla el desacuerdo familiar como un motivo para recurrir la eutanasia. Es más, la norma está pensada para que un solicitante a quien la Comisión ha denegado la eutanasia pueda recurrir esta negativa ante un juez, pero no al revés.
Sin embargo, el padre, de la mano de Abogados Cristianos, alegó que la joven no estaba capacitada para decidir poner fin a su vida debido al trastorno de la personalidad que padece. El hombre no llevó al juicio ni a un solo psiquiatra o forense para sustentar sus tesis. Por el contrario, los siete profesionales médicos que evaluaron a la joven testificaron que sí tiene las capacidades conservadas para saber qué implica la solicitud de eutanasia.