La Justicia amnistía a once guardias civiles denunciados por torturas a un CDR procesado por terrorismo

La Audiencia de Barcelona concluye que las coacciones y amenazas que Jordi Ros imputaba a los agentes no son tan graves como para excluirlos de la ley

La jueza ve “innecesario” citar a los guardias civiles denunciados por torturas a un CDR y archiva el caso

La Audiencia de Barcelona ha amnistiado a los once agentes de la Guardia Civil denunciados por torturas durante la detención de un activista de los Comités de Defensa de la República (CDR) por terrorismo en 2019 al concluir que las coacciones y amenazas atribuidas por Jordi Ros a los uniformados no son tan graves como para quedar fuera de la norma.

El caso se amnistía después de que la jueza de Sabadell lo archivara al considerar “innecesario” citar como investigados a los guardias civiles. La defensa de Ros recurrió al entender que sí debían ser imputados, pero ahora la Audiencia de Barcelona no solo no lo acuerda sino que amnistía a los agentes.

Los magistrados constatan que la defensa de Rod “no mencionó qué acción o acciones concretas llevadas a cabo por cuál o cuáles de los agentes son las que quedarían excluidas de la ley de amnistía”, lo que conduce al tribunal a concluir que los hechos no superan el umbral de gravedad que marca la norma para no ser amnistiados.

En su declaración ante la jueza, además, el hombre se ratificó en su denuncia “sin describir ni aportar más datos sobre cómo se habrían producido los hechos ni cómo habrían ocurrido las supuestas amenazas, coacciones y el trato degradante”.

Según exponen los jueces, Ros “se limitó a indicar que cuando le detuvieron no le informaron de sus derechos, que sí le enseñaron un papel que no le dejaron leer diciéndole que ya tendría tiempo de hacerlo y que no le facilitaron el acceso a un abogado” hasta 24 horas después.

La querella de Ros acumulaba varias dilaciones que, en el pasado, han merecido condenas a España del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por falta de investigación efectiva de otras denuncias de torturas. La misma sección de la Audiencia de Barcelona que ahora ha amnistiado a los guardias recordó en junio de 2024 que antes de archivar el caso, debía investigarse “con la máxima eficiencia y de forma completa”, por lo que ordenó a la jueza que admitiera de forma íntegra la querella de Ros.

Tras el contundente varapalo de la Audiencia de Barcelona, la magistrada empezó a investigar el caso. Citó a Ros para que se ratificara en su denuncia, a sus padres (sus casas también fueron registradas) y recabó el acta de entrada y registro en todos los domicilios realizados por el letrado de la administración de justicia. Suficiente, a juicio a de la magistrada de Sabadell, para considerarse que el caso se ha investigado lo suficiente. Ahora también se ha amnistiado.

Por su lado, Ros no ha sido amnistiado por la Audiencia Nacional. La Fiscalía le pide 27 años de cárcel en un caso que ha terminado ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) porque los magistrados del tribunal especial creen que no es amnistiable al versar sobre un delito de terrorismo.

Publicaciones relacionadas