La Comisión Europea plantea eliminar la obligatoriedad de que haya una conexión para poder expulsar a los migrantes sin papeles a terceros países denominados seguros fuera de la UE
Bruselas sienta las bases para crear centros de deportación de migrantes fuera de la UE como los de Meloni
La Comisión Europea sigue dando pasos en la construcción de la ‘Europa fortaleza’. Primero fue la denominada ‘solidaridad a la carta’ acordada en el Pacto de Migración y Asilo que se empezará aplicar en la UE en 2026 y que permite a los estados miembros pagar por rechazar refugiados. Después se sentaron las bases para legalizar los centros de deportación en terceros países como los ideados por la ultraderechista italiana Giorgia Meloni en Albania. Y ahora Bruselas plantea la práctica eliminación de los requisitos para los terceros países que se consideran seguros para facilitar aún más que los estados miembros puedan expulsar a las personas migrantes sin papeles a los que se rechaza la solicitud de asilo.
El principal cambio que plantea Bruselas en la revisión de la legislación es que el requisito de que exista una conexión entre la persona migrante y el tercer país al que se le expulsa deje de ser una obligación. La Comisión Europea deja en manos de los estados miembros incluir esa condición en su legislación nacional.
El vínculo podrá limitarse a que la persona migrante haya pasado por ese tercer país en su “tránsito” hacia la Unión Europea. “Será suficiente para aplicar el concepto de tercer país seguro”, señala la Comisión Europea en un comunicado sobre las nuevas reglas, que ahora tendrán que pasar por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, donde están representados los gobiernos de los 27, antes de adoptarse un acuerdo definitivo.
El ‘coladero’ de los terceros países seguros puede ser aún mayor a través de acuerdos o convenios rubricados por los estados miembros. “Dicho acuerdo o convenio garantizará que haya un examen de la solicitud de protección efectiva en el tercer país seguro, de modo que los solicitantes puedan recibir protección si está justificado”, puntualiza la Comisión Europea. La baza que se guarda el ejecutivo comunitario es que esos acuerdos bilaterales deben contar con su visto bueno.
El otro gran cambio que plantea la Comisión Europea y que supone un golpe para los migrantes es que los recursos no supongan una paralización del proceso de expulsión: “Para reducir los retrasos procesales y evitar abusos, la Comisión propone que los recursos contra las decisiones de inadmisibilidad basadas en el concepto de tercer país seguro dejen de tener efecto suspensivo automático”.
En un contexto en el que la UE va endureciendo sus políticas migratorias, la plataforma para la Cooperación Internacional de las Personas sin documentos lamenta la propuesta de la Comisión Europea para los denominados países seguros que, a su juicio, “es un golpe contra las personas que buscan protección y sustento en Europa”. “Podemos esperar familias separadas y personas deportadas sin el debido control judicial a lugares que ni siquiera conocen. Esta no es forma de estar a la altura de los valores europeos de dignidad humana y derechos humanos”, señala Silvia Carta, en un comunicado.