La ley, que entrará en vigor el 1 de julio, penalizará el acto de pagar a alguien para realizar material pornográfico específico. Suecia fue el primer país del mundo en 1999 que prohibió la prostitución criminalizando a los clientes
Suecia ha ilegalizado la compra por internet de vídeos sexuales personalizados y lo castigará con penas de hasta un año de prisión. Esta ley afectará principalmente a la plataforma OnlyFans, la red social para adultos donde los usuarios publican fotos y vídeos de pago para sus seguidores, pero a diferencia de Instagram o Facebook, el contenido a menudo es explícitamente sexual.
La ley, que entrará en vigor a partir del 1 de julio, penalizará el acto de pagar a alguien para realizar material pornográfico específico y verlo a través de internet, considerándolo como un acto sexual de prostitución.
De esta forma, el país nórdico es pionero en aplicar su política de tolerancia cero respecto a la compra de servicios sexuales de forma física al contexto de internet. En 1999 Suecia ya fue el primer país en el mundo en penalizar la prostitución para que la ley criminalizara a los clientes y no a las prostitutas, un modelo que más adelante han seguido otros estados como Noruega, Irlanda y Francia.
La nueva legislación también considera que influir a alguien para que realice actos sexuales a distancia a través de internet o explotar a una persona económicamente para hacerlo es un acto de proxenetismo y podrá ser castigado con hasta cuatro años de prisión.
“Se trata de nuevas formas de comprar sexo y era hora de que modernizáramos la ley para incluir también la compra a distancia de sexo en plataformas digitales”, declaró la diputada socialdemócrata Teresa Carvalho, cuyo partido ha sido uno de los impulsores de la reforma legal que ha recibido el apoyo de la mayoría de partidos de la cámara.
Ahora bien, con la nueva ley no significa que la pornografía quede prohibida: los suecos podrán continuar comprando material pornográfico ya grabado, en los casos en los que el cliente no haya tenido ninguna influencia sobre la persona que produce y distribuye el material. Lo que sí prohíbe la nueva ley es que un usuario pida a un creador de OnlyFans que haga contenido pornográfico específico y privado, ya que eso se considerará como “un acto sexual”. Varias voces han criticado que la ley no está formulada de forma clara en ese punto, un hecho que puede dificultar su aplicación: “Será difícil distinguir entre cuándo se considere producción de pornografía en línea y, por lo tanto, sea permitida, y cuándo se considere como compra de sexo”, advertía la investigadora de Derecho Penal en la Universidad de Lund, Linnea Wegerstad, a la televisión pública sueca.
A pesar de estas críticas, la nueva ley ha sido ampliamente elogiada por las organizaciones que ayudan a mujeres víctimas del tráfico de personas. En cambio, el Ejecutivo sueco no ha querido contar para la redacción de la ley con OnlyFans y páginas web similares, y tampoco ha consultado a los creadores de contenido de la plataforma.
Antes de que la aprobación de la ley saliera adelante, la empresa de la red social norteamericana pidió una reunión con el ministro de Justicia sueco, Gunnar Strömmer, y la ministra de Igualdad, Nina Larsson, para discutir la propuesta. En declaraciones al periódico Svenska Dagbladet, la responsable de comunicación de OnlyFans, Sue Beeby, quiso recordar la contribución económica de la red social a la economía sueca: “OnlyFans paga en Suecia 12 millones de dólares en impuestos cada año, mientras que la plataforma ofrece a los creadores individuales [muchos de ellos pertenecientes a la comunidad LGTBIQ+] la oportunidad de mantenerse de forma independiente”.
Una puerta de entrada a la prostitución
Según el Gobierno, esta ley se aprueba en un contexto en el que la industria del sexo en formato digital está creciendo rápidamente. También justifica, a partir de informes policiales, que la venta de material sexual a través de internet significa un acceso para que jóvenes vulnerables terminen cayendo en la prostitución. La ministra Larsson argumentaba que la nueva legislación “es una manera de actualizar las leyes a los acontecimientos sociales. Hemos visto que plataformas así son una puerta de entrada para que chicas jóvenes que actúan en el mundo digital terminen entrando en la prostitución física”.
Según la organización Talita, que ayuda a mujeres a salir de la prostitución, la nueva legislación era necesaria para que la actual ley sobre la prostitución continúe siendo coherente: “Creemos que muchas personas han tenido la percepción de que la violencia digital no es tan grave como la violencia fuera de línea”, afirma Megan Donevan, directora de Talita. Según las investigaciones realizadas por la ONG, “muchas de las personas que venden sexo online han sufrido antes abusos sexuales y, en muchos casos, ya tienen experiencia con la prostitución física”, añade Donevan.
Sin embargo, la nueva legislación también choca con algunos creadores de contenido de OnlyFans. Cara (nombre ficticio de una creadora en OnlyFans entrevistada por el periódico Dagens Nyheter) dice que con la nueva ley teme por su futuro. Con más de 200.000 seguidores, se gana la vida haciendo streamings en directo de forma regular. Cara no cree que su trabajo pueda ser comparable al de tener un encuentro con una persona que te paga para mantener sexo: “En mis directos tengo una media de entre 2.000 y 3.000 espectadores, ¿quiere decir eso que mantengo relaciones sexuales con miles de personas? No, simplemente estoy sentada delante de una cámara y un micrófono”, dice.
Cina, otra mujer influencer de OnlyFans, también se muestra contraria a la legislación: “Muchas de nosotras trabajamos en la plataforma de forma independiente, segura y legal. Esta ley corre el riesgo de perjudicar gravemente a aquellos que hemos optado por abandonar la industria sexual tradicional por un entorno más seguro y controlado”.
Según Business Insider, en la plataforma OnlyFans hay más de cuatro millones de personas que publican contenido y 300 millones que lo consumen. Creada en el año 2016, la plataforma se hizo muy popular durante la pandemia en Suecia como nuevo espacio de contenido principalmente sexual. Incluso la revista Time la nominó como una de las empresas más influyentes en el año 2021. Pero a la vez, OnlyFans también ha recibido muchas críticas por permitir la publicación de contenido pornográfico por parte de menores de edad. A pesar de que la empresa no revela la distribución por género de los usuarios que suben vídeos en la plataforma, se estima que alrededor del 84% son mujeres.