El Peñón y La Línea viven el acuerdo por Gibraltar con alegría, alivio… y con cautela hasta conocer la letra pequeña

El Campo de Gibraltar saluda el pacto con prudencia porque «quedan muchos flecos en el aire», dudas que se confía en resolver en la reunión fijada para este viernes en el Ministerio de Asuntos Exteriores

Qué supone el acuerdo entre España y el Reino Unido sobre el nuevo estatus de Gibraltar tras el Brexit

“Alegría, sí, pero a medias. Lo que conocemos hasta ahora son declaraciones de prensa, que nos parecen positivas, pero quedan muchos flecos en el aire”. Con esa sensación agridulce se expresa el alcalde de La Línea de la Concepción, Juan Franco (del partido localista La Línea 100×100), y transmite así el ambiente que se vive en las calles de la Roca y en las de su propio municipio –el más próximo a la colonia británica–, en las que se respira alegría y alivio, pero también cautela. Y es que se está a la espera de conocer la letra pequeña del acuerdo, pendiente de los detalles jurídicos que armarán al tratado que sigue al mismo.

Es previsible que estos detalles se conozcan en la reunión a la que han sido citados en el Ministerio de Asuntos Exteriores (el próximo viernes a las 13 horas) los alcaldes del Campo de Gibraltar y el Grupo Transfronterizo sobre Gibraltar. Ahí se desgranará el contenido del acuerdo entre Gran Bretaña y la Unión Europea, que fija la relación entre el Peñón y el bloque comunitario.

El alcalde linense, por ahora y a falta de más datos, se muestra optimista, pero también preocupado: “Hay optimismo porque el acuerdo garantiza el libre tránsito, que era el minimun minimorum de lo que se esperaba, pero al menos ya sabemos que los trabajadores van a seguir trabajando en el Peñón, que era algo que nos preocupaba mucho, que el público va a poder seguir viniendo a hacer compras o a echar el día y que los gibraltareños van a poder salir sin trabas”.


Juan Franco, alcalde de La Línea de la Concepción.

Sin embargo, también hay una cara B, como el impacto que tendrá un tránsito mucho más denso a través de una ciudad que, como La Línea, tampoco tiene grandes arterias para evitar colapsos: “O, por ejemplo –añade Franco–, ¿qué va a pasar con la vivienda? Puede producirse una avalancha de compradores gibraltareños con mucho más poder adquisitivo que dispare los precios del suelo y que mi gente no tenga donde vivir. Esto tendremos que resolverlo”.

Contentos, pero con incertidumbres

El gibraltareño Darren Cerisola es el presidente del Grupo Transfronterizo, que reúne a empresarios y a sindicatos de ambos lados de la Verja, ahora llamada a desaparecer: “En principio, estamos contentos, ya tenemos algo, ¿tú sabes? Llevamos mucho tiempo esperando que se firme el acuerdo y nos da alegría que se haya logrado. Seguimos positivos, pero todavía hay mucho trabajo por hacer para unir más al Campo de Gibraltar y Gibraltar. Hay que seguir trabajando por esa prosperidad, por esa relación”.

“Todavía tenemos que mirar los detalles, pero es mejor que haya acuerdo a que no lo haya”, sentencia Cerisola, que ocupa la presidencia de turno del Grupo Transfronterizo. Para él, esa experiencia desprende “muy buen ambiente, una dinámica excelente, mucho compañerismo”. “Para mí ha sido un orgullo coger la presidencia en un momento tan importante”.

Aunque conoce el contenido del acuerdo firmado a grandes rasgos, Cerisola entiende que hay que esperar cómo se resuelven algunas de las grandes incertidumbres que estaban encima de la mesa: “La gente está preocupada porque no sabe el contenido exacto”, confirma.


La Línea, con el perfil de Gibraltar al fondo.

Y si en La Línea existe preocupación por el incremento exponencial de tráfico automovilístico que puede suponer la desaparición de la Verja, en Gibraltar se palpa cierta inquietud en materia de seguridad. “Así es”, señala Cerisola, consciente de que muchos de sus paisanos temen que la relativa burbuja gibraltareña pueda romperse con una frontera sin controles.

El futuro de dos comunidades

“Habrá que ser pedagógicos –asegura Manolo Triano, secretario comarcal de CCOO y miembro también del Grupo Transfronterizo–. Ese es el papel que ahora nos toca jugar y estamos dispuestos a asumirlo”. Cuando escuchó la noticia, este algecireño se emocionó: “Le puse la cara de un amigo, que está ahora contentísimo y que siempre me preguntaba si habría o no acuerdo, porque se jugaba su vida diaria, en caso de que se hubiera impuesto un Brexit duro en la frontera”, afirma Triano.

“Con toda la cautela del mundo, dado que no conocemos el texto, entendemos que puede ser un día histórico, por muy gastada que esté esa palabra. Este acuerdo puede marcar el futuro de las dos comunidades, para profundizar en la economía, en las relaciones sociales y culturales. Aquí, los gobiernos cumplen con su obligación, que no es otra que hacer felices a los pueblos a los que gobiernan, como son en este caso el pueblo de Gibraltar y el del Campo de Gibraltar”.

El jueves de la pasada semana, Cerisola y Triano, junto con otros miembros del Grupo Transfronterizo, se embarcaban en un vuelo a Londres para mantener una entrevista con Stephen Doughty, secretario de Estado británico para la Unión Europea. “Él nos dijo que se trata de un acuerdo muy delicado y técnicamente muy complicado, que no tiene precedentes en el acervo comunitario. En palabras mías, que no se ha visto hasta ahora cómo un país se va de un territorio común y, luego, una parte de ese país quiere entrar en una parte de los acuerdos que tiene el territorio del que se ha ido. La verdad es que, dicho así, suena como un trabalenguas”.


Manifestación en La Línea hace meses para reclamar el acuerdo ahora cerrado.

“A Doughty le dijimos que si el acuerdo era equilibrado, las organizaciones sindicales y empresariales que estamos en el grupo nos íbamos a comprometer a hacer un trabajo de pedagogía en la sociedad. Se firme lo que se firme, habrá gente que acusen de traidores a todos los firmantes, a Picardo, a Lammy o a Albares. Y nosotros vamos a defender el acuerdo si el acuerdo es racional y beneficioso para todos”.

El respeto de los derechos

En la sede de la Asociación Socio Cultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg), la noticia del acuerdo se recibió casi con algarabía: “Aquí hay bastante alegría, aunque todavía no sabemos los detalles por boca del ministro nuestro. Pero sentimos enorme satisfacción porque el resultado, a pesar de lo difícil que era la situación, ha sido positivo y han llegado a un acuerdo respetando los temas de soberanía”, asegura Juan José Uceda, uno de sus portavoces.

“La espera ya era tan larga, que incluso pensábamos que esto no se iba a arreglar nunca. Esto va a significar algo importantísimo –entiende Uceda–, para que se respeten los derechos de los transfronterizos y de los trabajadores españoles y comunitarios en Gibraltar. Nos da la seguridad para que a partir de ahora todos esos problemas que se iban a resolver con los acuerdos, se resuelvan. Estoy hablando, por ejemplo, de la equiparación en tema de pensiones, derechos sociales, el tema fiscal, con la doble imposición de un lado y otro”.

“Esperamos”, prosigue, “que estos sean los principales puntos para los que se busque solución más allá de la frontera. Aunque está claro que la frontera siempre ha sido el mayor incordio. A la Verja siempre se la ha venido utilizando para temas soberanistas y los trabajadores hemos sido los perjudicados. Que haya una frontera libre, que se pueda circular sin tantos problemas de tantos años, es la gran noticia que esperábamos los trabajadores en el Peñón. Pero esperemos que se resuelvan también esos otros flecos pendientes”.

Publicaciones relacionadas