De un hospital de Costa de Marfil a la ONU: aquí nació la nueva resolución de la OMS para atender más las enfermedades de la piel

Costa de Marfil lidera una propuesta y estrategia eficiente para alcanzar una resolución y»rompe estereotipos occidentales». En ella, la OMS reconoce por primera vez que las enfermedades de la piel, ligadas a afecciones infecciosas, provocan consecuencias sociales, económicas y emocionales

Los líderes espirituales del vudú y la lucha de los médicos contra las enfermedades olvidadas en Benín

A Kouadio Konan Rene le brillan los ojos cuando el dermatólogo y doctor Kaloga Mamadou entran en su sala de hospitalización. Al fondo, su camilla está postrada bajo el alféizar de la ventana, por donde se cuelan los rayos de sol del mediodía en la localidad de Divo en Costa de Marfil. Con tan solo 20 años, Kouadio recibió la noticia que al Dr.Kaloga le gustaría dejar de dar: “Tiene úlcera de buruli”, explica el dermatólogo. Su pie izquierdo está vendado y aunque los días de hospital ya están contados después de nueve meses de hospitalización, el joven dice echar de menos jugar al fútbol o andar sin las muletas. “La vida es sagrada, y más a esta edad”, recuerda Kaloga.

En la siguiente habitación, un niño de nueve años apoya ambas piernas sobre su cama. Con los brazos cruzados y una mueca tímida en su rostro, enseña su pierna derecha, ahora recuperada tras una operación de injerto. “En los casos en los que el tratamiento primario basado en antibióticos y cuidados de heridas no funcionan y nos encontramos ante úlceras grandes o en áreas críticas, tenemos que recurrir al injerto”, explica Kaloga sentado sobre la cama del niño, que también le mira con admiración. En 2023 se detectaron 207 casos de úlcera de Buruli en Costa de Marfil, una cifra que disminuye en comparación con otros años: en 2020 fueron 232; en 2021, 239; y, en 2022, alrededor de 270 casos.


Kouadio Konan Rene (20) fue diagnosticado con Úlcera de buruli hace nueves meses y está hospitalizado en el centro que dirige Kaloga y su equipo médico.

Desde 2019, Dr. Kaloga es director del Programa Nacional de Lucha contra la Úlcera de Buruli y otras enfermedades cutáneas ulcerativas endémicas en Costa de Marfil. Un cargo al que el propio Kaloga no le da importancia: “Que yo sea director no es lo importante. Yo lo único que quiero es aportar mi grano de arena como dermatólogo en la lucha contra las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD)”, explica desde la Unidad médico-quirúrgica para la lucha contra la úlcera de buruli y la lepra de Divo. Los pasillos laterales del centro recuerdan a los pacientes que no están solos. Madres, hermanas, hijos, sobrinos y amigos preparan la comida del mediodía al ritmo de la música de una pequeña radio. “Esto también es sanador: el acompañamiento”, cuenta uno de los médicos del hospital que trabajan junto con el Dr.Kaloga.

Integración de las enfermedades de la piel

Aun así, desde el terreno, y como explica Kaloga y su equipo médico, se observa una gran variedad de dermatosis más allá de la úlcera de Buruli como, por ejemplo, la escabiosis, tiñas o úlceras crónicas… “Muchos pacientes presentaban enfermedades cutáneas que no estaban cubiertas por el programa nacional”, explica el dermatólogo. “La falta de cobertura de medicamentos para estas otras dermatosis generaba desconfianza, estigmatización y abandono de campañas sanitarias. Hay pacientes que destruían las recetas médicas porque no podían pagar los medicamentos y la escasez de recursos impide una cobertura geográfica adecuada del país”, añade.

Ante la falta de cobertura, el primer paso fue cambiar el nombre del propio programa nacional para incluir “otras enfermedades cutáneas ulcerativas endémicas”, pero la propuesta no solo se quedó en casa. “Con el apoyo de organizaciones no gubernamentales como Fundación Anesvad, el Ministerio de Salud de Costa de Marfil, la Liga Internacional de Dermatología y países aliados como Nigeria, Togo y Micronesia, presentamos una iniciativa en salud dermatológica a la Organización Mundial de la Salud”.

Es la primera vez que Costa de Marfil lidera una propuesta y estrategia eficiente en el contexto internacional “al integrar recursos y programas y formar personal capacitado en diagnóstico y tratamiento”, explica con orgullo el director. “Este liderazgo africano también rompe estereotipos occidentales: sí, en África hay hospitales, médicos competentes y capacidad organizativa”, añade entre risas.

Llegar a la OMS

El pasado 23 de mayo, la idea de la delegación de Costa de Marfil que nace, entre otros sitios, en hospitales como el de Divo, convocó la 156ª reunión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, donde se consagró la aprobación de la resolución con nombres y apellidos: Resolución EB156(24): Enfermedades de la piel como prioridad de salud pública global. Como menciona el texto, en 2021 hubo 4.690 millones de casos incidentes de enfermedades cutáneas, provocando 41,9 millones de años de vida ajustados por discapacidad.

En este contexto, se reconoce por primera vez que las enfermedades de la piel, más allá de las Enfermedades Tropicales Desatendidas, son muy comunes y abarcan afecciones infecciosas que provocan consecuencias sociales, económicas y emocionales, incluyendo la estigmatización, discriminación y problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad. En lo estructural, muchos de los tratamientos dermatológicos son costosos en un contexto de falta de recursos y algunos ascienden hasta los 100.000 CFA en Costa de Marfil (lo equivalente a 150 euros), mientras que otros medicamentos dermatológicos ni siquiera están incluidos en los seguros, pues se consideran “cosméticos”.

“La mayoría de los casos de enfermedades de la piel que se identifican gracias a nuestra colaboración con los Ministerios de Salud son enfermedades de la piel, pero no ETDs. Tan sólo este hecho, justifica que necesitemos una resolución sobre enfermedades de la piel que nos permita trabajar de forma más global”, explica desde Ginebra, Iñigo Lasa, director general de Fundación Anesvad. “Por ejemplo, en 2017 en Benín, el 94% de los casos que analizamos no eran ETDs, pero sí enfermedades de la piel”, añade. Desde el mismo espacio de discusión, Brahim Socé Fall, director de Enfermedades Tropicales Desatendidas en la OMS insiste en que “integrar la atención dermatológica en la atención primaria de salud es la vía más sencilla y accesible para aplicar esta resolución”. Por su parte, la fundadora y directora ejecutiva de Health Diplomacy Alliance, Katherine Urbaez, cuenta que la resolución “es una herramienta clave para la acción política y la sensibilización”.


Dr. Kaloga el pasado viernes 23 de mayo durante la resolución que reconoce las enfermedades de la piel como prioridad de salud pública global.

Entre las acciones recomendadas para los Estados Miembros a raíz de la resolución de la OMS destacan la asignación de recursos adecuados y prioridad de las enfermedades de la piel, reforzar capacidades diagnósticas (incluyendo métodos avanzados como la inmunología o la microbiología), la integración de servicios dermatológicos en políticas de rehabilitación, discapacidad y salud mental así como el cumplimiento de metas dermatológicas del plan de Enfermedades Tropicales Desatendidas al 2030, entre otras propuestas. Todo esto bajo un plan de acción global con metas claras y en consulta con Estados y actores claves que informen sobre el progreso en las Asambleas Mundiales de la Salud de 2027, 2029 y 2031.

Desde la habitación de hospitalización en Divo hasta una de las salas del hotel President Wilson en Ginebra, Kaloga defiende la importancia de la resolución: “Es un alivio para los pacientes con enfermedades dermatológicas, especialmente en países en desarrollo. Esta resolución facilitará la atención global e inclusiva, con diagnóstico temprano, acceso a medicamente, promoción de campañas de sensibilización y formación de personal sanitario”, explica. “La piel, al ser un órgano visible, es también un motor de estigma, lo cual puede evitarse con una atención digna, accesible y humana”, añade desde Ginebra.

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