Miles de personas protestan en 15 ciudades europeas para exigir menos turistas: “Los cruceros son basureros”

Barcelona, Ibiza, Granada o San Sebastián son algunos de municipios españoles que han respondido a esta llamada global que protesta contra el modelo económico que «prioriza al turista al bienestar de la población»

Marco d’Eramo, sociólogo: “Ciudades como Barcelona no están en contra del turista, sino del turista pobre”

“Menos turismo… Por favor”. Con este cartel en la mano, dos niñas pequeñas han recorrido el Passeig de Gràcia de Barcelona en la manifestación convocada en más de 15 ciudades europeas para exigir decrecimiento turístico.

“Hace mucho calor. Así que os recordamos que os pongáis crema y os hidratéis. Por eso, hemos traído estas pistolas de agua con las que podéis refrescaros. Acercaos, coged una y disparad, que será bueno para todos”, ha dicho, megáfono en mano, Daniel Pardo, portavoz de la Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic (ABDT), entidad que ha convocado a la manifestación.

Las dos niñas han ido corriendo al cubo en el que guardaban estos juguetes, decididas a repetir la foto en la que, el año pasado, dos manifestantes dispararon agua contra unos turistas.

Esta es la segunda manifestación contra el turismo de masas en Barcelona. La primera fue en julio de 2024 y las imágenes de la jornada, sobre todo las de unas manifestantes disparando con pistolas de agua a unos turistas, ocupó portadas de medios internacionales, entre ellos el New York Times.

Tal fue el revuelo de aquella acción que este año los convocantes han querido repetir la foto. Y, al igual que el verano pasado, el recorrido escogido coincide con una zona de mucha afluencia turística. La anterior fue en la zona de la Barceloneta, un antiguo barrio de pescadores en el que a penas quedan vecinos ni pisos que no sean de alquiler turístico o de temporada. En esta ocasión, la marcha ha salido del inicio del barrio de Gràcia y ha bajado por el céntrico Pasdeig de Gràcia, plagado de tiendas de lujo dirigidas, principalmente, a turistas. Después, la manifestación ha continuado callejeando por el Eixample. Aunque la concentración debía terminar en la Sagrada Familia, se ha quedado finalmente a cuatro calles, ya que ha sido bloqueada por un cordón de antidisturbios.

En esta ocasión, los convocantes han querido aclarar que la manifestación no es contra el turismo de masas sino contra la turistización, es decir: contra las externalidades negativas de esta actividad turística. Aseguran que el turismo de masas solo es consecuencia, pero no causa del problema.

Barcelona es una de las quince ciudades europeas que se han puesto de acuerdo este domingo para manifestarse contra el turismo de masas. A su lado, otros municipios españoles como San Sebastián, Granada, Palma, Bilbao o Ibiza también acogen convocatorias. Y además, urbes italianas como Génova, portuguesas como Lisboa y francesas como Marsella. “Durante la globalización tardía, alguien ha decidido que el sur de Europa sería el parque de vacaciones del mundo”, han dicho los convocantes.

Todas estas ciudades llevan meses coordinándose. La primera reunión fue en abril, en un taller de activistas que se celebró en Barcelona, donde se encerraron todo un fin de semana para diseñar una estrategia común. El resultado ha sido una concentración global que ha aglutinado miles de personas en todo el continente.

“Poner el foco en el número de turistas sólo desvía la atención y silencia los beneficios millonarios de esta máquina extractivista”, aseguran desde la Assamblea de Barris pel Decreixement Turístic (ABDT), la plataforma que ha convocado en Barcelona. “El mensaje que mandamos no es a loa turistas, sino para los políticos. Los turistas no tienen culpa”, ha insistido.

En la capital catalana, la manifestación se ha hecho bajo el lema “El turismo nos roba el pan, el techo y el futuro”. En primer término, se refieren a “las condiciones de explotación y medias salariales correspondientes al 60% de la media de Barcelona”. Lluís Diago, trabajador en el Park Güell de Barcelona asegura que, por contra de lo que digan los gobiernos, “las trabajadoras turísticas no somos beneficiarias del turismo, sin víctimas dobles de la sobreexplotación”.

De hecho, en la cabecera de la manifestación ha estado formada únicamente por trabajadores “afectados por el modelo turístico” como camareras de habitación, conductores de autobuses de líneas muy turísticas y trabajadores del Hospital del Mar, que “cada año se ven desbordados por la atención a turistas”.

Los convocantes también hacen referencia a las afectaciones que tiene el turismo sobre la vivienda que, aseguran, es el problema más grave de la ciudad. “La explotación turística expulsa a la población y agrava la crisis habitacional”, apuntan.

Por último, también aseguran que el turismo roba el futuro, concretamente el del planeta, que “la voracidad capitalista está destrozando sin piedad”. Recuerdan que más actividad turística -a través de vuelos o cruceros- supone más emisiones y más calentamiento global. “El turismo es un catalizador de la hecatombe climática”, asegura Anna Mundet, de Ecologistas en Acción.

Por este motivo, la manifestación de este domingo ha tenido muy presente el pacto reciente entre la Generalitat y Aena para ampliar la tercera pista del Aeropuerto de El Prat, que supondrá mover uno de los brazos de la laguna de la Ricarda -situada en espacio natural protegido- para que puedan aterrizar y despegar hasta 90 vuelos por hora y se pueda incrementar el número de vuelos intercontinentales.

“La economía turística es extremadamente perjudicial para la salud colectiva. Los beneficios que acumulan los oligarcas del turismo a costa de la ciudad y su población, ni se redistribuyen no mejoran la calidad de vida”, sentencian desde la ABDT.

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