El president exhibe dos nuevas leyes ya en marcha, la de alertadores y la de profesionalización de la admnistración, como prueba del compromiso contra la corrupción
Santos Cerdán: caída en tres actos y 15 días del hombre para todo en el PSOE
El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha comparecido este martes ante el Parlament para dar cuenta de su papel ante el caso que implica a Santos Cerdán, José Luís Ábalos y Koldo García en sobornos a cambio de obra pública. Había sido una petición reiterada de de Junts, que lidera la oposición, pese a que, por el momento, ningún detalle de la investigación ha proyectado sombras sobre su actuación como ministro de Sanidad.
Illa ha utilizado su comparecencia para descartar vínculo alguno con el tándem formado entre Cerdán y Ábalos. “Ni yo ni nadie de los que estamos aquí teníamos ningún conocimiento”, ha asegurado. De la misma forma, ha reiterado que mantiene toda la confianza en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, también ha estado al márgen de cualquier actuación corrupta que haya podido ocurrir en su Gobierno.
“Sentí sorpresa, decepción y rabia”, ha asegurado el president respecto al momento en el que conoció el informe de la UCO que causó la caída de Cerdán. Además ha detallado cómo fue testigo y aplaudió las medidas tomadas por Pedro Sánchez en aquel momento, que fueron cesar al entonces secretario de organización, remodelar la cúpula del PSOE y tomar una serie de medidas de corte político contra la corrupción.
El propio Illa también se ha querido apuntar algunas iniciativas que pondrían más difícil las cosas a quienes estén dispuesto a robar desde la función pública, como son una nueva ley de alertadores y otra para profesionalizar los altos cargos de la función pública. Dos medidas que, con todo, no nacen ahora sino que ya estaban en marcha y previstas dentro del cauce parlamentario.
La única novedad de la comparecencia ha sido la posibilidad de que el Govern se persone como acusación personal para defender sus derechos en el caso de la obra realizada por Adif en Sant Feliu de Llobregat, por la que presuntamente la trama de Cerdán, Ábalos y Koldo García pudo haber cobrado comisiones.
El líder de Junts en la Cámara, Albert Batet, había pedido a Illa que iniciase la personación por este caso y el president ha cogido el guante para anunciar que lo estudiarán. “No tengo ningún inconveniente en personarnos”, ha añadido.
En el debate entre los grupos, Junts y PP han mostrado mayor dureza contra el Govern y el propio Illa, a quien han acusado de no dar las suficientes explicaciones del caso en todo el tiempo desde que se destapó. “Quiere pasar por político sereno, pero cuando el ventilador apunta hacia su partido, le coge un ataque de silencio”, ha cargado el portavoz del PP, Juan Fernández.
La formación de Batet considera que, en la medida que la trama podría tener afectación para los intereses de Catalunya, como demuestra que se hablara de posibles cobros por la obra de Sant Feliu, el Govern había de dar “todas las explicaciones aunque sea incómodo”.
ERC y la CUP, en cambio, han considerado que Junts tenía interés en llevar a la Cámara catalana un debate español que no debería tener cabida en la institución catalana. “Estamos dispuestos a hablar de corrupción, pero debe ser de toda la corrupción”, ha lanzado el portavoz republicano, Josep Maria Jové, en referencia a cassos como el que recientemente ha implicado al exministro de Hacienda, Cristobal Montoro.
Los Comuns también se han referido al caso Montoro para cargar contra el PP, al que el portavoz David Cid ha considerado “una mafia”. Sin embargo, la formación ha reclamado “transparencia y contundencia” también en la cuestión relativa al caso de Cerdán, Ábalos y Koldo.