«Es un individuo del que no se tiene ninguna fiabilidad y confianza», concluyeron los agentes de inteligencia tras tres entrevistas en prisión con Es Satty tres años antes de los atentados de Barcelona
El Gobierno se abre a desclasificar informes del CNI sobre los atentados de Barcelona como pide Junts
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) descartó a Abdelbaki Es Satty como confidente en 2014, tres años antes de que el imán de Ripoll planeara los atentados de Barcelona y Cambrils, tras entrevistarse con él en tres ocasiones en prisión. Los motivos fueron la falta total de “fiabilidad” o “confianza” que Es Satty generó en sus interlocutores, según consta en las actas de esas entrevistas que el Gobierno ha desclasificado.
La desclasificación de informes del CNI sobre los atentados era una de las exigencias de Junts en la negociación con los socialistas para los presupuestos de 2025, que todavía no se han presentado. Los trabajos de la comisión de investigación de los ataques de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017 empezaron este otoño y la retirada del secreto fue uno de los gestos del Gobierno hacia Junts.
Los documentos aportados al Congreso confirman lo que ya había sido aducido por el exdirector del CNI en la comisión de secretos oficiales en 2018. Esto es, que el CNI, al igual que la Guardia Civil, se entrevistó con Es Satty en prisión en cumplimiento del protocolo de vigilancia del yihadismo. Entre 2012 y 2017, el CNI realizó 46 entrevistas de este tipo.
Es Satty fue detenido en 2010 por tratar de introducir 130 kilos de hachís en España. Fue condenado y mientras cumplía su pena en la prisión de Castellón, el CNI acudió a visitarle para ver si podía captarle como fuente antiterrorista. El imán era un viejo conocido de los cuerpos de seguridad, ya que, si bien nunca fue detenido ni imputado, su nombre si apareció en una operación antiterrorista contra dirigentes de una mezquita de Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
En las tres entrevistas que mantuvo el CNI con Es Satty en prisión, uno de los objetivos fue que el imán diera más detalles de ese caso. “Se trata de una persona muy opaca, apenas ha mostrado interés en nada”, reza el acta desclasificada de la primera entrevista en prisión realizada el 17 de marzo de 2014 por un agente del CNI, que describe a Es Satty como “muy desconfiado”.
Un mes después tuvo lugar la segunda entrevista en la cárcel. “Es Satty da la impresión de querer jugar con sus conocimientos y los de sus interlocutores”, describe el segundo informe desclasificado del CNI, que también destaca que el imán “trató de eludir” el “vaciado total de sus conocimientos” que intentaron los agentes de inteligencia.
La última entrevista tampoco fue mejor. Es Satty, según se describe en el documento, mostró una “gran desconfianza” hacia sus interlocutores y orilló las preguntas sobre la célula de Vilanova, según el acta de esa entrevista. “Es un individuo del que no se tiene ninguna fiabilidad y confianza”, concluyeron los agentes. No hubo más entrevistas tras su salida de prisión en junio de 2014.
Las conclusiones de las tres entrevistas, junto al análisis de la letra de Es Satty realizado por personal del CNI, llegaron a la conclusión de que el imán no era válido “para cualquier actividad informativa en beneficio de las misiones asignadas” al centro, según declaró en 2018 en la comisión de secretos oficiales el exdirector del centro Félix Sanz Roldán, cuya comparecencia también se ha desclasificado.
Tras salir de prisión en mayo de 2014, el CNI siguió vigilando durante el resto del año a Es Satty, pero no observó “conversaciones, actividades o contactos que permitieran deducir un plan para ejecutar ataques terroristas en España”. Tampoco aportó “información de interés” al teléfono que, como suelen hacer todos los cuerpos de seguridad con sus informadores, le entregaron los agentes en una de sus entrevistas en prisión.
En suma, ni en sus entrevistas en prisión ni en su vigilancia posterior el CNI detectó que Es Satty mantuviera actividad alguna que pudiera deducir que preparaba un ataque terrorista. En febrero de 2015, dos meses después de que dejara de ser uno de los objetivos del CNI, Es Satty llegó a Ripoll.
Los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017 ya cuentan con una sentencia judicial firme. Los ataques, organizados por una célula que dirigió el imán Es Satty, provocaron 16 muertos y más de 300 heridos en dos atentados en la Rambla de Barcelona y el paseo marítimo de Cambrils. Pese a la rotundidad de la sentencias judiciales, dirigentes de Junts han lanzado teorías de la conspiración que llegan a poner en duda la muerte del imán, en contra de todas las evidencias recogidas en la investigación.
El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, ha empleado los nuevos informes desclasificados para relacionar los atentados con el proceso soberanista. En un mensaje en X, Puigdmeont denuncia algo que el CNI nunca negó: sus entrevistas, que Puigdemont califica de “tratos” con Es Satty en prisión. El expresident omite, sin embargo, que el CNI rechazó captar a Es Satty como colaborador.