El Ministerio de Ciencia afirma que “causas sobrevenidas” han imposibilitado resolver la convocatoria, a pesar de un retraso de más de un año y tener las propuestas evaluadas, mientras los afectados envían cartas a representantes españoles y europeos, además de denunciar ante los tribunales
Un año perdido y 31 millones parados: cientos de investigadores sobre IA se revuelven contra el Ministerio de Ciencia
Cientos de investigadores en torno a la inteligencia artificial (IA) de diversos centros de estudio de todo el país han visto cómo en diciembre caía una convocatoria sin igual en España. El Ministerio de Ciencia dejaba sin ejecutar 31 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation por “causas sobrevenidas”. Los afectados han remitido este lunes varias cartas a representantes nacionales y europeos para dar cuenta de lo ocurrido y pedir amparo de Europa: También exigen asunción de responsabilidades e, incluso, dimisiones, aunque su objetivo primordial sea la restitución de la convocatoria.
Han remitido misivas a la comisaria europea de Startups, Investigación e Innovación, Ekaterina Zaharieva, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a la Oficina Europea de Inteligencia Artificial. A lo largo de cinco páginas, exponen lo ocurrido en este año y medio de convocatoria que, finalmente, ha quedado cancelada. “Esta decisión se ha tomado antes del anuncio de los proyectos de investigación premiados y tras un gran retraso de más de un año, algo extremadamente peligroso y sin precedentes. Solicitamos su apoyo y protección contra esta decisión, que afecta a nuestro trabajo y desarrollo profesional, así como al estado general de la Inteligencia Artificial en España y Europa”, inician su mensaje.
No están solos. La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) también ha exigido mediante carta al secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa, que restituya la convocatoria. Les ha seguido la Confederación Española de Sociedades Científicas, que a través de un comunicado ha pedido al Ministerio “una explicación detallada y transparente”. Además, el grupo parlamentario Sumar ha presentado al Congreso de los Diputados una batería de preguntas orientadas a dirimir lo sucedido, como si se planteó la extensión de plazos o la modificación de objetivos como soluciones antes de optar por la anulación total de la convocatoria.
La dana como excusa
Los inicios de la historia se remontan a julio de 2023. El ya extinto Ministerio de Universidades, ahora Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, publicó una convocatoria que entusiasmó a cientos de investigadores en España. Nunca se había visto algo así. Cada proyecto presentado podría optar a una financiación de hasta 2 millones de euros a ejecutar a lo largo de 2024 y 2025. Las condiciones para poder recibir la ayuda exigían que los especialistas procedieran de diferentes centros de investigación y de distintas áreas del conocimiento.
Ni en diciembre de 2023 salió la resolución definitiva, tal y como estaba planeado, ni ninguno de los proyectos planteados podrá ser una realidad, siempre y cuando los intentos de los afectados no fructifiquen. “Durante el desarrollo del procedimiento administrativo han surgido una serie de circunstancias sobrevenidas que han provocado que finalmente no sea posible técnicamente resolver esta convocatoria”, explicaba la carta que lesremitió Cigudosa.
Cigudosa añadía en su misiva que a ello “se suma la necesidad de priorizar la gestión de normas y programas de ayuda para la reconstrucción de infraestructuras y comunicaciones y recursos de diversa índole hacia los territorios afectados por la dana”. Según prueba un correo electrónico en manos de los afectados, la evaluación de los planes de investigación ya se había realizado en marzo de 2024. “¿Por qué no la publicaron? Dando por hecho que lo de la dana es verdad, cuando en realidad es una burda mentira, ¿qué ha hecho el Ministerio desde marzo hasta octubre?”, se pregunta Toni Gomila, catedrático de Psicología básica en la Universitat de les Illes Balears (UIB).
Una “burla” insultante y ofensiva
Gomila fue uno de los tantos investigadores que se presentó hace ya año y medio a esta convocatoria. “Era una gran oportunidad para España, algo que nos podría situar en los primeros puestos de la investigación en torno a la IA. No sabemos muy bien ni quién ni por qué, pero lo han dejado morir”, se queja este experto. En concreto, su propuesta estaba enfocada a demostrar las limitaciones de la IA generativa en un momento en el que esta tecnología se asienta en la sociedad y cuya actividad parece que puede llegar a sustituir al ser humano en muchas de sus facetas.
El proyecto liderado por Gomila como investigador principal contaba con nueve investigadores iniciales de centros como la Universitat Politècnica de València, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Carlos III de Madrid y la propia UIB. También contaba con presupuesto para contratar a otros nueve especialistas, entre los que hay psicólogos, filósofos e informáticos.
“Lo que ha ocurrido es insultante, ofensivo. Es tan descarado que roza la prevaricación. ¿Cómo es posible que tengas una convocatoria evaluada y no publiques la resolución definitiva?”, reitera el mismo Gomila. Tal es el enfado que les embarga que muchos de ellos han decidido no volver a presentarse a convocatorias del ministerio liderado por Diana Morant: “Sé que es un lujo que me puedo permitir porque tengo otras fuentes de financiación para mis proyectos, pero esto que han hecho es propio de un país bananero. Quizá investigadores más jóvenes no puedan tener esta postura, pero considero que se han burlado de nosotros y prefiero evitar al Ministerio a partir de ahora”, se explaya el investigador de la UIB.
Del desánimo a las ganas de luchar
Una vez superado el jarro de agua fría que les llegó en forma de publicación de cancelación de la convocatoria un día antes de Nochevieja, los afectados se han organizado. Además de haber publicado un comunicado explicando lo sucedido en una web creada para ello, este lunes han remitido varias cartas a diferentes personalidades. Entre ellas, Cigudosa, el ya mencionado secretario de Estado de Ciencia, con copia a la ministra Morant y al ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública de España, Óscar López.
Los afectados recalcan a Europa que la decisión “no sólo interrumpe los esfuerzos críticos para posicionar a España como líder en la investigación de la IA, sino que también pone en peligro la utilización estratégica de los fondos europeos de recuperación dedicados a fomentar la innovación y la colaboración interdisciplinaria en este campo fundamental”.
Los investigadores españoles trasladan a Europa que “la convocatoria cancelada representaba una oportunidad única para que las universidades retuvieran el talento predoctoral y posdoctoral dentro de sus instituciones. Su anulación ha creado una perturbación sin precedentes”.
Así pues, demandan la publicación de los resultados de la evaluación y de las listas provisionales y definitivas de los proyectos seleccionados; el restablecimiento de la convocatoria anulada o un mecanismo equivalente que garantice la continuación de los proyectos evaluados positivamente; y la rendición de cuentas de las personas de los Ministerios de Universidades y de Ciencia, Innovación y Universidades “responsables de este fracaso sin precedentes”, en sus propios términos.
La meta: restituir la convocatoria
Según Gomila, “lo sucedido con esta convocatoria no va a ayudar a la reputación que Europa tiene de España, ya no muy buena de por sí”. Opina que España tendrá que devolver estos 31 millones de euros, ya que tampoco se podrían utilizar para otra partida. “Europa pedirá explicaciones y se lo tendrá que pensar dos veces la próxima vez que destine fondos a España, porque esto no puede volver a repetirse”, enfatiza.
También añade que ya se han interpuesto algunos recursos de reposición y recursos contencioso-administrativos por parte de los afectados contra la resolución firmada el pasado 27 de diciembre por el propio Cigudosa mediante la que comunicaba la “imposibilidad técnica de resolver” la convocatoria. “Aquí alguien tiene que dar la cara. Aquí alguien no ha hecho bien su trabajo. Aquí alguien tiene que asumir responsabilidades, dimitir o ser cesado y, desde luego, alguien debe restituir la convocatoria”, concluye Gomila.