El presidente anuncia la puesta en marcha de Alia, la familia de inteligencias artificiales entrenadas en español, y alerta del poder que acumulan los magnates tecnológicos
Arranca la primera nube 100% europea en plena deriva radical de las tecnológicas de EEUU
España debe hacer un esfuerzo para colocarse entre los países que lideran la “revolución de la inteligencia artificial”, ha defendido este lunes Pedro Sánchez. De lo contrario, quedará al albur de la “tecnocasta de Silicon Valley” que “está tratando de usar su poder omnímodo sobre las redes sociales para controlar el debate público y, por tanto, la acción gubernamental”, ha avisado el presidente durante la jornada ‘HispanIA 2040: cómo la inteligencia artificial mejorará nuestro futuro’, dedicada a analizar el impacto que tendrá esta tecnología en diferentes ámbitos.
“Si la historia nos ha mostrado algo es que las tecnologías no generan prosperidad por sí solas. De hecho, tienden a reforzar el statu quo, a dar más poder a los poderosos y hacer más ricos a los ricos”, ha recordado. Una “amenaza especialmente grave en un contexto como el actual”, ha enfatizado el presidente, recordando la deriva radical de algunos de los mayores magnates de la tecnología.
Por ello, ha recalcado que “Europa debe plantar cara a esta amenaza y defender la democracia” el mismo día en que tomará posesión Donald Trump, con empresarios como Elon Musk, Mark Zuckerberg o Jeff Bezos sentados en la primera fila del acto. “La democracia no es un euro, un voto. No es un tuit, un voto. Es una persona, un voto”, ha defendido Sánchez: “Tenemos que rebelarnos”.
En marcha el proyecto Alia
El presidente ha aprovechado su intervención para anunciar el lanzamiento definitivo de Alia, una familia de modelos de inteligencia artificial en castellano, así como en las demás lenguas cooficiales de España. “Son modelos de inteligencia artificial públicos. Códigos abiertos pensados para fomentar la investigación en este campo y desarrollar soluciones tecnológicas con base a nuestro idioma, que es el cuarto más hablado del mundo y el segundo más usado en Internet”.
Estos modelos, que ven la luz tras más de un año de entrenamiento en los que han participado varias instituciones públicas y universidades, ya impulsan dos proyectos piloto basados en su tecnología. Uno es un chatbot para agilizar la atención ciudadana en la Agencia Tributaria, mientras que el segundo es una aplicación en medicina de atención primaria para el diagnóstico precoz de insuficiencias cardíacas.
El jefe de Ejecutivo ha anunciado a su vez que se destinarán 150 millones de euros para potenciar la integración y el uso de la inteligencia artificial en las empresas españolas. Esta inversión incluye una partida especial de 20 millones de euros para financiar 500 casos de uso en pequeñas y medianas empresas que sirvan de ejemplo a las demás.
Una tecnología con potenciales y riesgos
En su discurso, el presidente ha reconocido tanto el “potencial transformador” como “los riesgos” de la inteligencia artificial. De esta forma, ha recordado que la IA actual, aunque no es la inteligencia infalible que a veces se imagina, reproduce los sesgos y prejuicios de la sociedad, al ser “un producto de su tiempo”. Ha destacado la importancia de la empatía, el instinto y la conciencia, capacidades humanas que esta tecnología no posee.
A pesar de estas advertencias, Sánchez se ha mostrado optimista ante las enormes oportunidades que la IA ofrece para España, siempre que se utilice “de forma responsable y ética”. Ha insistido en que España no debe temer a la IA, sino liderar su desarrollo, para lo que se necesita una visión clara de qué tipo de IA se quiere construir y qué rol debe tener en la sociedad.
En un acto con amplia representación gubernamental —también han estado presentes la vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, así como los ministros de Transformación Digital y Función Pública, de Transportes, de Agricultura y del Interior—, el presidente ha aprovechado para hacer un repaso de los proyectos en los que está tecnología ya está ayudando a lograr grandes avances o puede hacerlo en un futuro próximo.
La sanidad, donde ya se utiliza para digitalizar historiales clínicos, agilizar la gestión de urgencias y mejorar el diagnóstico de enfermedades como el cáncer; los servicios públicos como la educación y la administración de justicia, que está ayudando a agilizar y personalizar; o la sostenibilidad, donde puede contribuir a una gestión más eficiente de los recursos naturales, como el agua, y a la reducción de emisiones contaminantes en las ciudades, son algunos de los ámbitos que ha citado Sánchez.