El rey Felipe VI llama a los nuevos jueces a ejercer «siempre bajo estrictas exigencias éticas»
El Gobierno propone una reforma integral de las oposiciones a juez y fiscal
La presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló, ha defendido el “vigente” y “democrático” sistema de acceso a la carrera judicial y fiscal dos días después de que el Gobierno propusiera una reforma integral de las oposiciones.
Así se ha expresado Perelló este jueves en Barcelona durante su discurso en la entrega de despachos a los 137 jueces de la 73ª promoción, en un acto presidido por el rey Felipe VI y marcado por el protagonismo en la política española de las causas judiciales contra el fiscal general del Estado y la familia del presidente del Gobierno. También ha sido la primera entrega de despachos con el renovado CGPJ tras años de bloqueo.
De manos del rey, han recibido sus despachos los 137 jueves de la nueva promoción. La mayoría (92) son mujeres, lo que supone el 67,1% del total, una proporción que se repite en todas las promociones desde hace 28 años. La judicial es una carrera con una mayoría de mujeres en la base, pero que se va reduciendo en los puestos más altos. Solo el 6% de los magistrados del Tribunal Supremo son mujeres, es decir, 11 de 57.
El perfil medio de la nueva promoción lo integran personas de 30 años, sin familiares juristas y que han dedicado cinco años y dos meses a preparar la oposición. Siete de cada diez no cuentan con ningún jurista entre sus allegados, un 5,8% tiene un familiar juez o magistrado y un 22,6% a algún profesional del sector, en la mayoría de casos abogados.
Perelló ha aducido estos datos para defender la actual oposición. “El vigente sistema de acceso a la carrera es democrático”, ha afirmado Perelló, ya que garantiza que cualquier aspirante “de cualquier procedencia, origen social o ideología”, ha destacado la magistrada, “pueda competir en igualdad de condiciones apoyada exclusivamente en su esfuerzo”.
La oposición a las carreras judicial y fiscal es exigente en tiempo y dinero. Requiere dedicar entre ocho y diez horas diarias al estudio, lo que la hace casi incompatible con trabajar. A eso hay que sumar los honorarios del preparador privado, que puede cobrar unos 200 euros mensuales y el precio de manuales y materiales. En la pasada promoción, el 98,71% de los jueces contaron con el apoyo económico de sus padres, y el 64,52 % del total no había trabajado antes.
Perelló también se ha referido a este factor económico al defender la necesidad de “garantizar las ayudas públicas” para los opositores que las precisen. “No debe perderse ninguna vocación de servicio público por falta de recursos”.
Las pruebas de acceso a la judicatura, ha ahondado Perelló, “son públicas”, y los criterios de valoración “son trasparentes y objetivos”. Además, ha destacado que el primer examen escrito es anónimo, lo que garantiza la igualdad de todos los aspirantes.
“La accesibilidad, publicidad, transparencia y objetividad de las pruebas son la mejor garantía de la pluralidad de la carrera judicial”, ha agregado Perelló.
En pleno debate sobre las valoraciones de ministros y otros representantes públicos a las decisiones judiciales en causas de trascendencia política, Perelló ha recordado a los nuevos jueces que no pueden ser “inmunes a la crítica”, aunque ha pedido “evitar embates destructivos carentes de rigor, destinados a socavar la legitimidad y reputación del Poder Judicial”.
“La separación de poderes exige que los jueces seamos cautelosos y prudentes a la hora de expresar públicamente nuestras opiniones”, ha agregado Perelló, que ha llamado al mismo tiempo al resto de actores sociales a “respetar los tiempos y las razones de los jueces cuando actúan en el ejercicio de sus funciones”.
El rey pide “estrictas exigencias éticas”
En su discurso, el rey Felipe VI ha llamado a los nuevos jueces a “guardas las normas de conducta ejemplar” y actuar “bajo unas estrictas exigencias éticas”. Según el jefe del Estado, el ejercicio del trabajo de los jueces debe desempeñarse con “rectitud” para reflejar la “confianza” de los ciudadanos en esta institución.
“Ese respeto que se os reclama como jueces también es una obligación para todos los que formamos parte de la sociedad y una condición indispensable para la pervivencia de los principios y de los valores en los que se asienta”, ha aseverado el monarca.
En el acto, también ha intervenido la directora en funciones de la Escuela Judicial, Clara Carulla, quien ha destacado que la Justicia “debe estar al alcance de todos y ser accesible a la ciudadanía a la que sirve”.
Pese a la incompleta aplicación de la amnistía a los líderes soberanistas, el procés ha perdido fuelle en las referencias de los discursos. El acto de entrega de despachos ha servido para confirmar la vuelta a la normalidad institucional que marca el mandato del president de la Generalitat, Salvador Illa. Por primera vez desde 2016, cuando acudió Carles Puigdemont, ha asistido un jefe del Govern
A la ceremonia también han acudido el ministro de Justicia, Félix Bolaños; el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; los consellers de Justicia e Interior, Ramon Espadaler y Núria Parlon; así como el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz; y el delegado del Gobierno en Catalunya, Carlos Prieto.