La reinvención de OK Go, el grupo que hizo viral su videoclip sobre cintas de correr 20 años antes de la era TikTok

La banda estadounidense de rock alternativo que consiguió que el gran público se fijara en su música gracias al vídeo ‘Here It Goes Again’ en 2005, sirviéndose del momento en el que YouTube eclosionaba, destinado a ganarle la partida a la televisión musical

Superstruct, el desconocido dueño de 30 festivales españoles que se ha colocado como segundo promotor más importante del mundo

Muchos artistas se preguntan cuál es la fórmula perfecta para lograr la viralidad de una canción, pero lo cierto es que la respuesta no es tan sencilla. En plena ola de TikTok, los temas virales se han convertido en un elemento fundamental para alcanzar el éxito en la industria musical. Sin embargo, mucho antes siquiera de que existiera esta aplicación, un grupo ya había escalado hasta lo más alto debido a la rápida difusión de una de sus canciones. Ese grupo es OK Go, el tema se titula Here It Goes Again y este 2025 se cumplen 20 años de su catapultación al estrellato, recordado como uno de los pioneros en la era digital.

Ya sea por el ritmo de la música o por los retos que puedan darse en redes sociales a raíz de esta, muchas canciones se han convertido en auténticos hits gracias a la repercusión que gira en torno a ellas. Cuando OK Go publicó hace unos días A Stone Only Rolls Downhill, el tema no solo se trata de un lanzamiento más dentro de su repertorio, sino también de un nuevo capítulo en la intención del grupo por destacar, además de con la música, con todo lo que orbita alrededor de la misma. Para tratar de conseguirlo ha sido fundamental YouTube, plataforma líder desde su fundación en 2005 en la recopilación de videoclips.

Es por eso que OK Go ha comenzado la promoción de su nuevo álbum siguiendo las mismas tácticas que llevan caracterizándolos desde sus primeros discos: con mucha originalidad, color y apostándolo todo al vídeo. Esto se percibe en el recién estrenado videoclip de A Stone Only Rolls Downhill, carta de presentación de And the Adjacent, trabajo que saldrá a finales de 2025 y que supondrá el primer álbum del grupo en más de 10 años. El vídeo presenta un extenso mosaico de hasta 64 pantallas de teléfono donde se captura a los integrantes de OK Go, Damian Kulash, Tim Nordwind, Dan Konopka y Andy Rossen, en plena acción.

Damian Kulash, vocalista del grupo y codirector del videoclip junto con Chris Buongiorno, dice en unas declaraciones distribuidas por su discográfica que trataron de representar el mensaje de la canción a través del mismo, inspirándose en lo difícil que es “luchar por ser honesto” y “mantener la cabeza alta” al mismo tiempo. “Intentar equilibrar la ansiedad, que no es más que realismo, con la esperanza, que no es más que necesidad, a menudo puede parecer vivir en una pantalla dividida”, cuenta Kulash, reconociendo que el vídeo es “la versión más humana de una pantalla dividida” que se les ha ocurrido. 

“En lugar de utilizar la magia digital para pegar varios vídeos, decidimos grabar un vídeo para cada uno de las docenas de teléfonos utilizados. A continuación, los colocamos todos, unos al lado de los otros, como si fueran un mosaico de pantallas”, explica el artista. “Una sola imagen surge de todas estas piezas separadas que trabajan a veces en armonía y a veces en discordia: las muchas partes contradictorias de nosotros mismos luchando por unirse en un todo único”, añade Damian Kulash.

El videoclip se publica dos décadas después de que OK Go se viralizara a lo grande con Here It Goes Again (2005). Cuando el grupo subió a YouTube el vídeo del tema, su difusión entre los usuarios corrió como la espuma. Su encanto radica en su simpleza: los componentes de la banda, bajo la coreografía y la dirección de la hermana del cantante, Trish Sie, bailan sin saber bailar sobre unas cintas de correr del gimnasio. El éxito fue tal que la canción se convirtió en todo un hit y se hizo con el Grammy al mejor videoclip en 2007. Mirando aquella época con retrospectiva, OK Go alega la fama de Here It Goes Again a un momento en el que “la MTV abandonaba los videoclips en favor de los reality shows” e “Internet era un lugar” que ninguno de ellos “entendía realmente”. “Cogimos la costumbre de ponernos delante de una cámara con una idea tonta, lanzarla a los perros de la red mundial y ver hacia dónde nos llevaba”, recuerda ahora el grupo en Instagram. “Antes de eso, un videoclip casero y rudimentario como este no habría podido soñar con ganar un Grammy, y estamos bastante seguros de que en la era actual de Internet tampoco tendría ninguna oportunidad”, añade.

Si bien siempre quedará la duda de si el vídeo hubiera alcanzado tal viralidad en la era de TikTok, y pese a que OK Go parece tener claro que ese éxito no se habría producido, lo cierto es que a día de hoy siguen viralizándose en dicha red social imitaciones del famoso videoclip. Una de ellas, a manos de cuatro niños que recrearon el baile para el concurso de talentos de su escuela, alquilando las cintas de correr y clavando la coreografía en una sola toma (OK Go necesitó 17). Ya sea por la magia de la nostalgia o porque sigue impresionando verlo, el vídeo continúa muy presente en la memoria colectiva.

Aunque no con las decenas de millones de visualizaciones que Here It Goes Again acumula desde su lanzamiento, la videografía de OK Go cuenta con muchos más proyectos igual de variopintos. De hecho, las tres nominaciones a los Grammy que ha obtenido el grupo durante estos años han sido únicamente en la categoría de videoclips: Here It Goes Again (2007), All Is Not Lost (2012) y Upside Down & Inside Out (2017). Este último, por ejemplo, muestra a los componentes de la banda flotando en microgravedad a bordo de un avión ruso Ilyushin Il-76 de gravedad cero. El clip se rodó en una sola toma de 45 minutos, recortando partes durante la no microgravedad para cumplir la duración de tres minutos del tema.

Al contrario que la gran mayoría de grupos de rock, cuyos visuales se centran en la actuación, OK Go ha preferido crear vídeos abstractos y atípicos, que no necesariamente tienen que ver con la letra de la canción. En This Too Shall Pass (2010), dirigido por la banda junto a James Frost y Syyn Labs, se presenta otro plano secuencia en el que todo vuela por los aires hasta que los artistas están llenos de pintura. El oyente no sabe qué va a ocurrir en ningún momento y hacia dónde se encamina, pero la atención ya está captada desde el inicio.

No obstante, OK Go también ha tenido una relación compleja con YouTube debido a las políticas de su discográfica EMI. En un intento por generar ingresos publicitarios, EMI deshabilitó la opción de incrustar sus vídeos en blogs y otros sitios webs, lo que desencadenó una caída del 90% en las visualizaciones. Damian Kulash explicó posteriormente que, aunque comprendían la lógica económica detrás de la medida, ya que deshabilitando la incrustación podían ganar dólares adicionales, esto perjudicó al alcance de las canciones, puesto que los vídeos publicados en la plataforma ya no se podían ver en otras webs. Esto llevó a la discográfica a volver a permitir la incrustación, y al grupo a disculparse con YouTube a través de un vídeo.

Pero no todo consiste en hacer música y producir videoclips creativos. OK Go también ha abogado por la libertad de expresión y los derechos digitales en medios de comunicación. Damian Kulash ha publicado columnas en The New York Times sobre estos temas y testificó ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes en defensa de la neutralidad de la red. Además, la banda ha utilizado su gran alcance para apoyar causas benéficas, como la recaudación de fondos para el rescate de animales con su canción White Knuckles.

Kulash confiesa que son “tiempos difíciles para ser optimista”, pero afirma que “atravesar la vida requiere algo de fe”. “Viendo el mundo que se despliega ante mí, y especialmente ante mis hijos, es difícil encontrar ese tipo de fe. Así que, ¿qué les decimos?”, se pregunta el vocalista. Quizás la respuesta vuelva a estar en la música. Para buscar ese optimismo, OK Go saldrá de gira por Estados Unidos y Canadá del 24 de abril al 21 de junio de 2025. Las entradas ya están a la venta y se espera que se anuncien más conciertos tras la salida de su próximo disco. El grupo, acostumbrado a triunfar detrás de la pantalla, busca volver a hacerlo también encima de los escenarios.

Publicaciones relacionadas