El Patronato del CNIO decide sobre la continuidad de Maria Blasco y el gerente en medio de una batalla sin cuartel

El máximo órgano del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas está convocado este miércoles para analizar los informes encargados hace un mes a la directora científica y al director gerente para aclarar la situación del centro, que sufre una crisis de reputación sin precedentes

Conviviendo con el enemigo en el CNIO: claves de la guerra abierta en el mayor centro de investigación contra el cáncer

Cuando uno llama por teléfono al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), la música de espera es una versión del concierto de Aranjuez que transmite una engañosa sensación de paz y tranquilidad. Pero la realidad es que al otro lado de la línea se vive una de las batallas científicas más cruentas que se recuerdan, con acusaciones de acoso laboral, denuncias ante la Fiscalía y hasta amenazas de muerte. 

El Patronato del CNIO, el máximo órgano de decisión del centro, suspendió el pasado 17 de diciembre la presentación de las cuentas anuales y encargó sendos informes detallados a la directora científica, Maria Blasco, y al director gerente, Juan Arroyo, ante la gravedad de las denuncias aparecidas en diferentes medios de comunicación desde el pasado mes de diciembre. Este miércoles se reúnen para estudiar la documentación presentada y decidir su continuidad y el futuro del centro.

A última hora del martes varios medios indicaban que la decisión del patronato sería el cese de Maria Blasco, un extremo que el Ministerio de Ciencia no ha desmentido a preguntas de este medio.

Según ha podido saber elDiario.es, la directora científica ha presentado un informe que señala las trabas que ha puesto la gerencia a su labor y denuncia que ha puesto en marcha varias propuestas por su cuenta sin pasar por la dirección científica. El gerente, por su parte, ha preparado un documento de más de 600 páginas en el que se incluyen las denuncias por acoso que se han filtrado a algunos medios y de las que ella dice no tener noticia.  

Denuncias y acusaciones

La filtración de un informe de transparencia sobre el programa CNIO Arte y una carta firmada por parte de los jefes de grupo del centro que pedían su dimisión pusieron en la picota la gestión de Blasco, que paralelamente fue objeto de una campaña de noticias falsas por medios de ultraderecha.

La directora científica ha negado sistemáticamente las acusaciones, incluidas las que hablan de diez denuncias de acoso laboral presentadas desde que tomó posesión del cargo en 2011, y ha contraatacado acusando de interferir en su trabajo al director gerente, a quien ha denunciado este mismo martes por irregularidades contables ante la Fiscalía. También ha asegurado ser víctima de una campaña de deshumanización, que incluye amenazas de muerte, y ha denunciado a tres medios por publicar noticias falsas. 

El gerente, Juan Arroyo, ha negado a este medio las acusaciones vertidas por Blasco y asegura no tener ninguna noticia de ninguna denuncia. “Lo indicado por doña María Blasco no corresponde con la información publicada en el portal de transparencia del CNIO y exigida por el Tribunal de Cuentas”, asegura. Por este motivo, lamenta “que una información tan imprecisa se utilice públicamente para desprestigiar a la institución y para presentar una supuesta denuncia ante la Fiscalía”.  

Las claves de esta batalla interna se explican por una situación de bicefalia heredada del pasado, en la que el creador y exdirector del centro, Mariano Barbacid, ha utilizado su influencia para erosionar la gestión de Blasco, incluida una carta dirigida al Patronato. Pero también por las consecuencias de una gestión ensimismada, según sus críticos, que ha llevado a una parte de los jefes de grupo del CNIO a firmar una carta pidiendo su marcha por la falta de medios y de liderazgo del centro.

Los protagonistas, ausentes

La reunión, convocada a partir de las 11:00h de la mañana, se producirá sin la presencia de los dos principales protagonistas, a pesar de que los estatutos indican que ambos “asistirán a las reuniones del Pleno y de la Comisión Delegada del Patronato, con voz pero sin voto”. 

Este documento establece también que los acuerdos “se adoptarán por mayoría absoluta, y en caso de empate decidirá el voto de calidad del presidente”, puesto que ostenta siempre el responsable de la Secretaría General de Investigación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. La titular es en esta ocasión Eva Ortega-Paino, nombrada en diciembre de 2023, quien había trabajado anteriormente en el CNIO.  

El resto de puestos en el Patronato los ocupan cargos institucionales como la directora del Instituto de Salud Carlos III, la presidenta del CSIC, el director del Departamento de Políticas Públicas del Gabinete Presidencia Gobierno y varios vocales que pertenecen a diversas instituciones científicas y fundaciones. A ellos se suman los representantes de las cuatro comunidades autónomas patronas del centro, Baleares, Castilla y León, Extremadura y Murcia, todas gobernadas por el PP, posicionado contra la gestión de Blasco. 

“El daño ya está hecho”

Tome la decisión que tome el Patronato este jueves, la herida infligida al CNIO y a la reputación de la investigación contra el cáncer es de las que costará mucho tiempo reparar. Fuentes del centro revelan que se ha producido un gran número de bajas entre los donantes y “amigos del CNIO” y llamadas de pacientes. “El daño de la campaña de odio ya está hecho”, dicen estas mismas fuentes. “Muchas personas nos llaman para decir que no nos dan más dinero, porque aportaban para investigar el cáncer, no para comprar cuadros”.  

Sobre la mesa queda una cuestión pendiente: si la ministra de Ciencia, Diana Morant, y su gabinete, que tiene constancia de los problemas de bicefalia en el CNIO al menos desde 2022, podrían haber gestionado esta crisis de otra forma y sin producir un daño catastrófico en la imagen de uno de los centros de mayor prestigio de la ciencia española. Con lo que se decida en la reunión veremos si esta situación se reconduce o la espiral de destrucción se prolonga en el tiempo, también en los juzgados. 

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