El nuevo líder de los socialistas madrileños plantea reenganchar al votante desmovilizado y reivindica el discurso de concordia de Salvador Illa frente al “insulto y la polarización de Ayuso”
Sánchez refuerza aún más su control del PSOE con ministros de máxima confianza en federaciones clave
Sofocado, al menos por un tiempo, el incendio en el seno del PSOE en la Comunidad de Madrid, el nuevo secretario general, Óscar López, encara su primer congreso regional como líder este fin de semana con una estrategia que pone el foco en reenganchar al votante de izquierdas desencantado y dar la réplica a Isabel Díaz Ayuso, según explican fuentes del entorno de López. Para apoyarlo en la andadura, el cónclave contará con varios compañeros de Consejo de Ministros, incluido el presidente, Pedro Sánchez, así como con José Luis Rodríguez Zapatero y Salvador Illa, a quien se presenta como “el contraejemplo perfecto de Ayuso” por su discurso sosegado.
La Ejecutiva que plantea Illa será amplia y contará con algunos alcaldes, y en ella tendrá un cargo de peso Pilar Sánchez Acera, respetada y reivindicada por muchos militares, según defiende el equipo de López. En la implosión del anterior secretario general, Juan Lobato, este la señaló como el contacto de Moncloa con quien discutió poner el foco discursivo en el fraude fiscal de la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, a cuenta del ofrecimiento por escrito del abogado del comisionista para pactar con la fiscalía. López no ha hablado con Lobato desde que ABC reveló que Lobato había llevado aquella conversación con Acera a una notaría.
Si el secretario saliente no tenía la mejor interlocución con Moncloa, López representa todo lo contrario, habida cuenta, además, de que no se plantea renunciar como ministro de Transformación Digital y Función Pública —Ayuso tampoco deja de lado el poder orgánico en el PP madrileño, oponen estas fuentes. Además del propio Pedro Sánchez, participarán en el congreso los ministros Félix Bolaños y José Manuel Albares, por madrileños, así como, Isabel Rodríguez, titular de Vivienda. En materia de vivienda, de sanidad y de educación pública se extiende la ponencia del congreso. “El fondo del proyecto del PP en Madrid es el deterioro sostenido de los servicios públicos para favorecer el negocio privado”, reflexionan las mismas fuentes y, en ese sentido explican también la elección del campus de Leganés de la Universidad Carlos III, impulsada por el PSOE en los 90 y localizada en una de las plazas importantes que perdieron los socialistas en las últimas elecciones municipales.
Convencerse de que Madrid no es de derechas
Faltan algo más de dos años para las próximas elecciones y López considera que la clave en recuperar la distancia con el PP está en el tradicional caladero de votos progresistas del cinturón sur, antaño rojo, pero hoy un tanto desteñido. En ese sentido, el entorno del nuevo líder madrileño niega que los madrileños sean necesariamente de derechas, a pesar de que el PP lleva en el Gobierno regional desde 1995. Recuerdan, al respecto, que en 2003 impidió un cambio la operación transfuguista del tamayazo, mientras que en 2015 faltaron apenas unos votos para que Izquierda Unida entrase en la Asamblea de Madrid, lo que habría permitido una mayoría de izquierdas. Cuatro años después Ángel Gabilondo fue el candidato más votado, añaden. Cualquier atisbo de remontar hasta desbancar a Ayuso necesitará de un acuerdo con Más Madrid, que hoy es el primer partido de la oposición por número de votos, aunque empatado en diputados con los socialistas. Los de López defienden que su relación con Mónica García, representante del partido en el Consejo de Ministros, es “excelente” y que el trato por el que se apuesta es de “cordialidad y normalidad”.
Dar la batalla ideológica contra Ayuso
López propone un escenario de oposición a Ayuso de doble alcance: mantener unas formas educadas, sin insultos ni gritos, pero saliendo al paso de la batalla cultural. “Todo es bolivariano y norcoreano”, ironizan estas fuentes, que insisten: “Vamos a estar en la batalla ideológica. Ayuso y sus asesores áulicos practican esta ola internacional ultra, basada en la exageración y en generar tensión para que haya participación baja en zonas progresistas. Cuando se ha hecho una apuesta fuerte, la gente ha respondido”.