El Gobierno eleva la previsión de crecimiento económico al 2,6% en 2025 y vuelve a superar al resto de instituciones

El ministro Carlos Cuerpo confirma que presentará una mejora de la proyección de avance del PIB de dos décimas en el Consejo de Ministros de este martes

España recibe el doble de inversión extranjera que Alemania, Italia y Francia

El optimismo ecónomico del Gobierno vuelve a rebasar al de las principales instituciones nacionales e internacionales. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha confirmado este lunes, en una entrevista en RNE, que presentará una mejora de la proyección de avance del PIB (Producto Interior Bruto) en 2025 de dos décimas, del 2,4% al 2,6%, en el Consejo de Ministros de este martes.

El INE avanzó la semana pasada un crecimiento del 3,2% en 2024, por encima de todas las expectativas que se fueron haciendo a lo largo de todo el año pasado. Este ejercicio comienza con la misma dinámica. Con el 2,6% proyectado, el Ejecutivo supera la última previsión del Banco de España y de la AIReF, del 2,5%, y las de del FMI, la Comisión Europea y la OCDE, del 2,3%.

“Somos conscientes de que crecer por crecer no es suficiente. Esto tiene que llegar de lo macro a lo micro, ayudando a recuperar poder adquisitivo”, ha subrayado en una entrevista en Las Mañanas de RNE.

Es cierto que los positivos datos macroeconómicos siempre chocan con una crítica fundamental, que las cifras agregadas y la Contabilidad Nacional esconden historias de precariedad y vulnerabilidad, y que no miden bien la evolución del bienestar de todas las familias y el desarrollo de todas las empresas y autónomos.

Pero también es verdad que con la actividad económica estancada en Alemania, y con Francia asediada por las incertidumbres, España es la excepción positiva en la Unión Europea (UE) y esa fortaleza se refleja en el mercado laboral. 

Según la última Encuesta de Población Activa (EPA) conocida el pasado martes, con cifras de todo 2024, nuestro país volvió a tener un año de intensa creación de empleo, con 468.100 puestos de trabajo, lo que supone un aumento del 2,19%. La tasa de desempleo bajó hasta el 10,6%, el nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2008. Y otro ejercicio más se ha conseguido romper un récord de personas ocupadas, con un ejercicio histórico de 21.857.900 personas con empleo.

El liderazgo económico de España también se refleja en otras ratios impensables hace una década. Por ejemplo, España recibe el doble de inversión extranjera que Alemania, Italia y Francia.

Según un informe de Funcas, “la inversión directa extranjera” en nuestro país se ha incrementado en los últimos años hasta el 3% del PIB, en promedio, en 2023 y 2024. Mientras, en Alemania ha caído al 1%, en Francia al 0,7% y en Italia 1,4%. Siempre respecto al Producto Interior Bruto de cada país, no en cantidades absolutas, como se puede observar en el primer gráfico de esta información.

Como también se viene viendo en el importante crecimiento de las exportaciones de servicios no turísticos, ya no somos solo un país de ‘sol y playa’ para el exterior. Esto significa que el conocido “déficit de inversión privada es principalmente de índole nacional: las empresas menos proclives a invertir son las españolas, sobre todo los pequeños negocios que conforman el grueso de nuestro tejido productivo”, prosigue el artículo de Funcas. Esa inversión en capital es la que el Gobierno espera que despierte en 2025.

De la ‘macro’ a la economía real de las familias

De momento, además de la fortaleza del sector exterior, el avance del PIB también se nutre de otros ejes. Uno es la llegada de inmigrantes y su incorporación al mercado laboral. Otro, las políticas económicas, de gasto público, que han apoyado a familias y empresas durante los últimos años. Medidas de protección de rentas —desde la financiación pública de los ERTE en la pandemia, a la subida del SMI desde 2018, pasando por la reforma laboral o de las pensiones— que han conseguido dos cosas.

En primer lugar, cambios estructurales como la reducción de la temporalidad en la contratación. En segundo, junto a medidas más específicas, han logrado paliar las consecuencias de la crisis energética y de inflación de los últimos años, impulsando el consumo y sosteniendo la inversión de las empresas. Por último, el despliegue de los fondos europeos del Plan de Recuperación estimula este último componente del PIB, aunque sigue siendo el más retrasado desde 2019.

Una de esas políticas es el proyecto de reducción de la jornada laboral. “Creo que es importante señalar que hacia adelante estas buenas cifras de crecimiento van a ser compatibles, como ha sido el caso en los últimos años, con esa ganancia, con esa conquista de derechos, y en este caso el siguiente que viene es la reducción de la jornada”, ha señalado Carlos Cuerpo en RNE.

El ministro ha indicado que el texto sobre la reducción de jornada que también irá este martes al Consejo de Ministros es el que se acordó entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos. “Respetamos ese texto y pasamos ya al siguiente paso, que es la negociación parlamentaria, donde yo creo y soy optimista que hay espacio para llegar a un acuerdo que mantenga la ambición del texto que pasa mañana por el Consejo de Ministros, para llegar lo antes posible a esa reducción efectiva de la jornada laboral a las 37 horas y media”, ha explicado.

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