El hallazgo abre la posibilidad de anticipar cuándo se producirá un cambio de estado y podría servir para mejorar la seguridad y anticipar posibles accidentes en grandes concentraciones
Pamplona estudiará el grado de “turistificación” de la ciudad durante los Sanfermines
Cuatro años de grabaciones de los movimientos de la multitud durante el chupinazo de las fiestas de San Fermín, en Pamplona, y el análisis mediante inteligencia artificial, han servido a un equipo de investigadores para descubrir que las más de 5.000 personas que se reúnen en la famosa plaza cada 6 de julio se comportan como un fluido y sincronizan sus movimientos.
El trabajo, que se publica este miércoles en la revista Nature, muestra que cuando la densidad de la multitud alcanza un umbral crítico de 4 personas por metro cuadrado, el comportamiento colectivo cambia. En ese momento se producen una serie de oscilaciones predecibles cada 18 segundos, un hallazgo que podría servir en el futuro para detectar cambios en los patrones y posibles situaciones de peligro.
“Lo que encontramos es que hay una especie de movimiento colectivo global con una frecuencia y un tiempo característicos, con pequeños grupos que se mueven haciendo oscilaciones en el sentido horario y antihorario cada 18 segundos”, explica Iker Zuriguel, investigador del Laboratorio de Medios Granulares de la Universidad de Navarra (UNAV) y coautor del artículo. “Esto significa que puedes predecir más o menos cuándo va a a cambiar, y esto es relevante, porque se decía es los movimientos de este tipo son caóticos, turbulentos e impredecibles, y resulta que no es verdad”.
Personas como granos de arena
El laboratorio del investigador francés Denis Bartolo, que lidera el estudio, ya había analizado otras “mareas humanas”, como los movimientos colectivos en la maratón de Chicago. Aplicando modelos matemáticos que se usan en hidrodinámica, él y su equipo descubrieron que los corredores se detienen en pequeños grupos y generan un patrón similar al de un tren de olas en el océano. Estudiar el comportamiento de las multitudes es un gran desafío, esencial para mejorar la seguridad de grandes eventos, en los que miles de personas se mueven a la vez en espacios reducidos.
A medida que sube la densidad en un grupo, ya no puedes moverte hacia donde quieres: te conviertes en parte del flujo
Fue al tener noticia sobre el trabajo sobre la maratón de Chicago cuando a Iker Zuriguel, que lleva años asistiendo a las fiestas de San Fermín, se le ocurrió que podía ser un buen ejemplo de estudio y contactó con el equipo de Bartolo para proponerles su seguimiento. “Nosotros hemos estudiado el comportamiento de las personas en escenarios de evacuaciones, analizando a los individuos como si fuera granos de arena”, explica a elDiario.es. “Una persona se diferencia de un grano de arena en que podemos pensar y movernos pero, a medida que sube la densidad en un grupo, ya no puedes moverte hacia donde quieres: te conviertes en parte del flujo”.
El umbral de la aglomeración
Los trabajos empezaron en 2019 y se vieron interrumpidos por la pandemia en 2020 y 2021. Al estar en Navarra, Zuriguel asumió el reto logístico de conseguir los balcones desde los que colocar las cámaras y tener una buena perspectiva del movimiento de las multitudes. A través de sus imágenes y un modelo matemático, los autores vieron que la densidad de las multitudes cambiaba de 2 personas por metro cuadrado en la hora antes del comienzo del festival a 6 personas por metro cuadrado durante el evento, hasta alcanzar una densidad máxima de 9 personas por metro cuadrado.
Líneas que marcan el seguimiento de los movimientos dentro de la multitud.
Cuando se alcanzó este umbral de 4 personas por metro cuadrado, los autores observaron grupos de varios cientos de personas que se comportaban espontáneamente “como un fluido que oscilaba en un intervalo predecible sin estímulos externos”. Para probar la solidez de sus hallazgos, los autores compararon sus resultados con la dinámica que se produjo en el desastre del Love Parade de 2010, una avalancha humana en el festival de música ‘tecno’ de la ciudad alemana de Duisburgo en el que murieron 21 personas. Y comprobaron que cuando la multitud alcanzó una densidad similar a la de las fiestas de San Fermín, se observaron las mismas oscilaciones.
La plaza “dividida”
Un aspecto interesante del estudio es que los científicos han comprobado que los periodos de oscilación de la multitud dependen de la amplitud del espacio en que se mueven. “Nuestra propuesta es que este periodo depende del tamaño de la plaza”, explica Zuriguel. “En la Love Parade aparecía el mismo tipo de movimiento con otra frecuencia porque el sitio era más pequeño, pero donde pudimos verlo con más claridad fue en el propio chupinazo”.
Al examinar de nuevo el material, se dieron cuenta de que el momento en el que sale una banda de gaiteros escoltada por la policía y divide la plaza en dos grupos, les permitía poner a prueba su hipótesis. “La plaza se partía en dos y el tiempo de oscilación se reducía en cada uno de los dos nuevos grupos”, explica el experto. Con estos nuevos datos, los autores creen que estamos más cerca de poder desarrollar sistemas de monitorización en directo que permitan anticipar el comportamiento de grandes multitudes en espacios confinados e intentar impedir accidentes.
“La conclusión es que aparece ese tipo de oscilación que hasta ahora nadie había encontrado”, resume Zurigule. “Y que quizá podamos usar este conocimiento para impedir accidentes o mejorar las evacuaciones”.
“Un logro titánico”
Iñaki Echeverría, investigador del Departamento de Física y Matemática Aplicada de la Universidad de Navarra que no ha participado en el estudio, considera que caracterizar este sistema representa un logro titánico. “En mi opinión, el aspecto más relevante es que los patrones observados en San Fermín no son exclusivos de este evento” asegura a elDiario.es. “Los mismos fenómenos han sido identificados en la tragedia del Love Parade en Duisburgo en 2010, lo que sugiere que estas dinámicas emergen de manera natural en cualquier sistema de personas de alta densidad, lo que las convierte en un factor clave para la prevención de accidentes en eventos masivos”.
Los mismos fenómenos han sido identificados en la tragedia del Love Parade en 2010, lo que sugiere que estas dinámicas emergen de manera natural y ayudará en la prevención de accidentes
José Javier Ramasco, experto en movilidad urbana del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC), cree que el estudio tiene un gran valor, porque aporta una aproximación diferente de otros trabajos como los de seguimiento de las masas en La Meca, que estudian el movimiento persona a persona. “Allí se ha visto que justo antes de los accidentes empieza a haber movimientos raros y caóticos de la masa, que actúa como un bloque”, explica. “Por suerte, en San Fermín no llega a pasar nada porque no sobrepasan el límite y el ambiente es festivo, pero si hay algún tipo de fenómeno que desate el pánico puede haber problemas graves”.
Saber que la aparición de estas oscilaciones depende de la cantidad de personas por metro cuadrado, comenta Claudio Hernández, investigador posdoctoral en el Instituto AMOLF (Ámsterdam, Países Bajos), permitiría implementar un margen de seguridad para evitar problemas. Otro punto interesante es que las oscilaciones en sistemas cerrados dependen de la geometría de los bordes, explica en declaraciones al SMC. “Por lo tanto, podría estudiarse el diseño de espacios que disipen oscilaciones indeseadas, minimizando así el riesgo de accidentes por aplastamiento”.
Sobre la situación de seguridad en San Fermín, Iker Zuriguel cree que hay algunos elementos clave que lo diferencian de lo ocurrido en la Love Parade (donde la masa se dirigía hacia un túnel) o las aglomeraciones de La Meca. “En este caso las calles que dan acceso a la plaza son muy grandes en comparación con el tamaño de la plaza”, asegura. “Y hay muchas, lo que creo que da una sensación de seguridad, de que la gente puede ir por un lado o por otro. Y luego, evidentemente, el ambiente de fiesta”. Pero hay que estar vigilantes, concluye, porque siempre puede suceder algo que cambie el comportamiento de la multitud de golpe y se produzca el desastre.