Medicina, esa profesión capaz de discriminar a una mayoría (la femenina): «El problema va más allá de ser madre»

Hace ocho años que las mujeres médicas superaron en número a los hombres, pero siguen lejos de los puestos de decisión y de representación: apenas 10 de los 52 colegios oficiales tienen una presidenta: «A este ritmo pasará el siglo y no habremos conseguido la paridad», dice Rosa Arroyo, de la OMC

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Hace ya ocho años (2017) que las mujeres médicas españolas alcanzaron y comenzaron a rebasar en número a los médicos varones. En 2023, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 53,9% de los profesionales médicos eran mujeres. La función sanitaria, en general, tiene una presencia mayoritariamente femenina. En ese mismo año, de hecho, había más mujeres colegiadas que hombres en 13 de las 15 profesiones analizadas por el instituto.

En el caso de los hospitales públicos españoles ellas representan el 61% de las plantillas médicas. Sin embargo, solo ocupan un 27,6% de las jefaturas de servicio. El estudio de WOMEDS —promovido por la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME) y publicado en 2023 en la revista BMC Human Resources for Health— así lo refleja.

“En este momento aún es insuficiente la representación. Estamos notando un esfuerzo, pero si vamos a este ritmo, pasará el siglo y no habremos conseguido esa paridad”, señala la Rosa Arroyo, vicepresidenta segunda de la Organización Médica Colegial (OMC) y primera mujer de la historia en el cargo.

Los esfuerzos los nota, por ejemplo, en medidas como la Ley de Paridad, aprobada el año pasado, o en que, antes de su creación, “los estatutos de algunos colegios de médicos ya recogían que la representación de la Junta de Gobierno —en los casos en los que se presenta una candidatura conjunta— debía ser paritaria”. Sin embargo, incide, “es necesario seguir insistiendo”.

En el año 2022, la OMC realizó una encuesta a 5.000 profesionales de ambos géneros, que destapó que dos tercios de ellas había visto o vivido en primera persona situaciones de desigualdad por cuestiones de género.

En la historia de la presidencia de la Organización Médica Colegial de España (de 1921 hasta hoy) no hay ninguna mujer entre las 21 personas que han ocupado el cargo, disecciona el Science Media Centre España. De los 52 Colegios Oficiales de Médicos del país, solo diez (19%) —los de Ourense, Guipuzkoa, La Rioja, Ávila, Valencia, Toledo, Ciudad Real, Córdoba, Huelva y Granada— tienen como presidenta a una mujer.

Asimismo, solo diez de las 46 sociedades médicas agrupadas en la FACME tuvieron una mujer presidenta durante el primer periodo del estudio WOMEDS. En su segunda actualización, esta cifra ascendió hasta 12.  

La conciliación como factor determinante

En el año 2022, la OMC realizó una encuesta a 5.000 profesionales de ambos géneros, que destapó que dos tercios de ellas había visto o vivido en primera persona situaciones de desigualdad por cuestiones de género. ¿Los motivos que declaraban? La existencia de una mayor necesidad de conciliación entre las mujeres; la percepción de una mayor dificultad de acceso a los puestos de gestión o dirección; un menor reconocimiento de las mujeres por parte de superiores; peores condiciones laborales de ellas; acoso laboral y, finalmente; discriminación salarial.

“Nunca he oído a un chico hablar de cuándo quiere tener hijos respecto a la carrera. En cambio en las chicas es un tema frecuente”, declara Paula (22), estudiante de Medicina. Ella, explica, presencia constantemente el clima de preocupación que se da entre sus compañeras respecto al tema de la maternidad. Afirma que, o se meten de lleno en crear toda una estrategia muy pormenorizada entorno a ello (que casi siempre suele cojear por algún lado), o será fácil para ellas sentirse en una ‘cuerda floja’.

Nunca he oído a un chico hablar de cuándo quiere tener hijos respecto a la carrera. En cambio en las chicas es un tema frecuente.

Paula (22)
Estudiante de Medicina

Arroyo destaca que, precisamente, el factor más determinante que señalaban los encuestados en el estudio que realizaron era el tema de la conciliación. “Pero iba más allá de ser madre. También somos cuidadoras de los mayores. Cuando tú le preguntas a alguien ‘¿Crees que hay brecha salarial entre un hombre y una mujer en Medicina?’, te responden que no, porque tenemos el mismo sueldo. Pero el sueldo representa solo una parte de los ingresos de un médico o una médica”.

“Luego suma mucho lo que se gana en complementos o en las guardias, o cuando se trabaja fuera del horario laboral. Y eso las mujeres no lo hacen en la misma proporción, porque se sienten responsables de cuidar a sus hijos o a sus mayores”, explica. “El acoso laboral o el ‘síndrome de la Impostora‘ son también determinantes en muchos casos”, profundiza la doctora. “Algunas compañeras no sienten que tengan las capacidades. Entre otras cosas, porque faltan referentes”, apostilla.

Los resultados del informe pusieron de manifiesto que el principal motivo por el que ellas se acogían a una reducción de jornada era, precisamente, el cuidado de los hijos (un 81% frente al 11,6% de los hombres).

Los resultados del informe pusieron de manifiesto que el principal motivo por el que ellas se acogían a una reducción de jornada era, precisamente, el cuidado de los hijos (un 81% frente al 11,6% de los hombres). Sin embargo, en el caso de ellos, el principal motivo resultaba ser la “calidad de vida” (70% frente al 32% de las mujeres). La mitad de ellas consideraban que la reducción de la jornada en la vida laboral había tenido algún impacto negativo para su vida profesional en cuanto a posibilidades de desarrollo profesional y/o capacidad económica frente a un 18,8% de sus compañeros.

Promover y mantener el compromiso institucional

Para atajar el problema, apunta Pilar Garrido, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, y una de las coordinadoras del proyecto WOMEDS, uno de los aspectos que habría que considerar es la formación dirigida especialmente a mujeres en los primeros tramos de su carrera profesional, “orientada a proporcionar herramientas para aumentar la confianza en sus capacidades y a poner en valor los logros, contrarrestando el famoso síndrome del impostor”. Además, “hay que seguir trabajando en tener datos robustos y fiables, hay que hacerlos públicos”, abunda.

“Es importante que las propias mujeres nos lo tomemos no solamente como un derecho, sino casi como un deber. Nosotras representamos una manera de liderar, un talento, algo completamente necesario para que evolucione el mundo de la sanidad, de la atención, de los cuidados… Somos casi el 80% de las fuerzas globales en salud a nivel mundial”, insiste Arroyo, y apunta hacia la aceleración de un cambio cultural que haga por fin realidad una verdadera corresponsabilidad parental.

No es suficiente que haya una ley que se intente cumplir. Hay que seguir implicando a todas las instituciones (científicas, colegiales, administración sanitaria).

Dr. Rosa Arroyo
Vicepresidenta segunda de la Organización Médica Colegial (OMC)

Explica que en la OMC promueven iniciativas como jornadas formativas en las que se intenta incidir en esas causas que todavía mantienen la situación de inequidad. También tratan de impulsar y dar voz a las referentes femeninas con proyectos como el libro Mujeres pioneras en medicina.

Y destaca que “hay que seguir manteniendo un compromiso institucional. No es suficiente que haya una ley que se intente cumplir, sino que hay que hacer ‘una foto’ de lo que está pasando y, en base a ella, preguntarse si realmente estamos en una situación de equidad. Hay que seguir implicando a todas las instituciones (científicas, colegiales, administración sanitaria)”. 

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