Bocacangrejo, el pueblo de Tenerife que ‘mató’ sus célebres corazones pintados para ahuyentar al turismo masivo

De colores y pintados en la pared por un vecino, decoraban este núcleo costero desconocido hasta que las redes sociales lo convirtieron en una visita obligada para miles de personas que querían fotografiarlos; una metáfora perfecta de estos tiempos de arrastre de internet y de cómo la principal industria de Canarias afecta a la convivencia y provoca, en algunos casos, reacciones de autodefensa de “locales”

Tras tres años de idilio, a principios de este mes de septiembre al núcleo costero de Bocacangrejo, en el municipio de El Rosario, lindero con Santa Cruz de Tenerife y en la periferia suroeste del área metropolitana de la Isla. A Rafael Marichal (Rafa), un vecino de 73 años, le dio un buen día de 2021 por comenzar a decorar una parte del caminito junto al mar del primer tramo de casas, tan caótico como la acumulada autoconstrucción que marca este típico ejemplo de ocupación de suelo en muchas zonas de Canarias antes de los planes urbanísticos que trataron de ordenar un poco.

se le rompió el corazón

Lo hizo alrededor de la pequeña playita de callaos de esta parte y recurriendo a intensos colores y corazones de distintos tamaños que, poco a poco, por el boca a boca y, sobre todo, por efecto de las implacables redes sociales, convirtieron a Bocacangrejo (combinación de nombres que la señalética de tráfico separa: Boca Cangrejo) en un referente turístico mundial y una visita casi obligada de mucha gente que quería inmortalizarse junto a este museo al aire libre salpicado de sal marina, sol y sombras de las casas anexas.

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