Los camareros de festival, los nuevos jornaleros del verano: «La gente no sabe lo duro que es»

Trabajadores y sindicatos denuncian que las condiciones de trabajo en los festivales de verano siguen siendo muy precarias y poco reguladas, que incluyen jornadas de 12 horas, dormir en campings o polideportivos y depender del jefe de barra para los descansos

El vaso reutilizable, un ingreso lucrativo para muchos festivales que vulnera la ley

Un festival como Sonorama Ribera, al que acuden entre 35.000 y 40.000 asistentes diarios, necesita casi medio millar de camareros. En la tierra de los mil festivales, servir en las barras es uno de los trabajos temporales de verano más habituales. “El grueso del cuerpo de camareros somos estudiantes que hacemos tres o cuatro festivales en verano y de este modo nos sacamos un dinero”, explica Mario, un joven estudiante valenciano que lleva dos temporadas trabajando en distintos festivales –cita al FIB, Arenal Sound Festival, Festival de Les Arts y este año Sonorama Ribera–, tanto de auxiliar de seguridad como de camarero, “según se tercie”.

Mario compara estos trabajos con las campañas de la fruta o la uva, donde se trabaja muy intensamente durante una o dos semanas y luego se regresa al lugar de residencia. “Vamos como jornaleros, la gente a la que servimos el mojito no sabe lo duro que es”, suelta. Aunque en general es trabajo para jóvenes, “hay alguna gente de más edad que trabaja aquí porque no tiene otra cosa”, dice.

Publicaciones relacionadas