Los 102 niños de la Segunda Guerra Mundial que Franco ‘envió’ a Balears

Entre 1949 y 1950 un centenar de menores austriacos y alemanes llegaron para recuperarse de la contienda dentro de un plan con el que el régimen intentaba romper su aislamiento internacional. Una minoría acabaron por quedarse y echar raíces; entre ellos, Karl Bock

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Cuenta Santi que Karl, su padre, era famoso en toda Ciutadella. En aquella Menorca de posguerra eran pocos los niños extranjeros que vivían en la ciudad. Y todos llegaron con Karl. Habían cruzado media Europa en tren dentro de un plan que les ofrecía recuperarse en la soleada España de los horrores que habían vivido en la Segunda Guerra Mundial en sus países. Una iniciativa humanitaria que escondía una finalidad “propagandística” con la que el régimen franquista buscó romper su “aislamiento” internacional.

Europa, mayo de 1945. La rendición de Alemania puso fin a seis años de guerra mundial y a uno de los periodos más oscuros del continente. Y España, como resume la historiadora Lurdes Cortès–Braña, descubría que había quedado “en la parte equivocada de la Historia”. La dictadura franquista había sobrevivido, pero estaba cada vez más aislada. “Fue vetada en las conferencias de Postdam y San Francisco que diseñaron el nuevo orden mundial, expulsada de la ONU y, además, en 1946 Francia decidió cerrar su frontera”, enumera.

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