¿Ondea ya la bandera roja en el Banco de España?

Cada vez que el gobierno toma una decisión, o simplemente hace un anuncio, que tenga que ver con alguna institución del Estado, la derecha política y mediática pone el grito en el cielo, con su exageración habitual

Leí toda la prensa y escuché las tertulias, para entender qué pasaba con el Banco de España, y esto fue lo que saqué: El gobierno asalta el Banco de España. El gobierno toma el control del Banco de España. Sanchez ocupa el Banco de España. El PSOE y sus socios colonizan otra institución del Estado. El Banco de España, al servicio del gobierno. Invasión del Banco de España. Otro nombramiento que socava los contrapesos del Estado de Derecho. Nueva muestra de las tentaciones autocráticas. Sánchez se carga la independencia del Banco y consolida su autocracia. Ya casi no quedan instituciones por colonizar. Sigue la vía de la izquierda radical iberoamericana. Escrivá, colocado en la institución con el único objetivo de convertirla en el Banco de Sánchez. El Banco de España será un ministerio más del gobierno. Sánchez usará a Escrivá como peón político. El okupa de Sánchez en el Banco de España. Escrivá, ministro por la mañana, gobernador por la tarde.

Leí y escuché todo lo anterior, y me dije: ¡dale, Isaac, que llegó el gran día! Llamé a los camaradas, quedamos en vernos en Cibeles. Saqué del trastero la bandera roja, para hacerla ondear en todo lo alto del noble edificio. Otro camarada quedó en llevarse una caja de puros para hacernos la típica foto de revolucionario barbudo triunfante: sentado en el despacho del gobernador del Banco de España, las botas sobre la mesa, el fusil apoyado en la esquina, y fumándote un puro. De camino al banco iba yo canturreando viejas canciones de resistencia, incluida “Bella Ciao”, que también en asaltaban el Banco de España. Pero nada: llegamos y allí no había revolución ninguna. Los mismos guardias en la puerta, y la misma ortodoxia liberal en los despachos.

La Casa de Papel

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