El otoño es esa época del año en la que la naturaleza parece tener su propia paleta de colores. Los verdes intensos del verano dan paso a de amarillos, naranjas, rojos y marrones, creando paisajes que serían dignos de protagonizar cualquier postal. Un momento en el que los bosques nos llaman para caminar, adentrarnos en ellos y aprovechar para respirar aire puro tras el calor veraniego.