No ha sido tan sorprendente. Hacía tiempo –desde 2012, con Mo Yan– que el Premio Nobel de Literatura no reconocía a un autor asiático y en lengua asiática –Kazuo Ishiguro, Nobel en 2017, vive en Inglaterra desde su infancia y escribe en inglés–. Nombres como el japonés , el chino o el coreano Ko Un llevaban años en las quinielas, aunque la tendencia reciente, desde 2018, a alternar hombres y mujeres inclinaba la balanza a favor de paisanas como la veterana narradora china Can Xue, la japonesa Yoko Ogawa o la que al fin se ha alzado con el galardón, la surcoreana Han Kang.